Una pareja fue acusada de haber ocultado la verdad cuando declararon como testigos en la causa del triple crimen cometido en barrio Tablada en mayo pasado. Son un joven de 24 años y una chica de 22 que esa noche fueron perseguidos por los homicidas y a último momento lograron ponerse a resguardo en un pasillo lindero al de la masacre. La fiscal Marisol Fabbro los imputó por falso testimonio el último viernes y el juez les dictó 30 días de prisión preventiva. Para la fiscalía, “negaron intencionalmente datos de relevancia en cuanto a la mecánica y móvil del hecho, como identidad de los presuntos autores”.
Rodrigo Morera, de 27 años, Ainará “Tahia” Altamirano, de 25, y la pequeña Auriazul, de 6, murieron bajo una lluvia de balas cuando ingresaban al pasillo de Garibaldi 57, donde vive la abuela de la joven, la noche del viernes 6 de mayo. Los disparos los sorprendieron por completo, apenas se habían bajado del auto. “Quiero salir a limpiar el nombre de mi hija y de mi yerno, porque eran gente de trabajo”, juntó fuerzas y dijo la madre de Ainará horas después del crimen en medio de la conmoción.
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El viernes en una audiencia relacionada con la causa del triple homicidio fueron acusados Ezequiel Alejandro V., de 24 años, y Tamara Teresa M., de 22, quienes dos días antes habían comparecido “con el auxilio de la fuerza pública” ante la Unidad Fiscal de Homicidios Dolosos como testigos presenciales. El eje de la imputación fueron las declaraciones que dieron, cuyo contenido les valió una acusación de falso testimonio.
Según fuentes de la Fiscalía, los testigos declararon el 1° de junio e “iniciaron su deposición por separado, habiendo sido informados previamente de la obligación y/o juramento de decir verdad y de las correspondientes penalidades, y en ese marco ocultaron y negaron intencionalmente datos de relevancia en cuanto a la mecánica y móvil del hecho, como identidad de los presuntos autores”.
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Para ello la fiscal debió presentar evidencia de que la pareja mintió y ocultó datos. Y en ese sentido se dijo que ambos eran el objetivo del ataque. Según la acusación, un auto oscuro los persiguió desde el Fonavi de Lola Mora e Hipócrates hasta el pasillo de calle Garibaldi. Un recorrido de casi 500 metros que culminó cuando “lograron refugiarse en el pasillo lindante al que casualmente se encontraban ingresando las víctimas fatales” de los disparos que partieron del vehículo.
El contenido de su declaración no trascendió, ya que se trata de una investigación en curso, dijeron fuentes judiciales. Al término de la audiencia, el juez Hernán Postma resolvió dictarles la prisión preventiva efectiva por el plazo de 30 días.
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