“Un enano «afranchelado» es, sin duda, un personaje muy simpático”, dice Marcos Carnevale mientras con una sonrisa en el rostro relató los pormenores de Corazón de León, un film que, estrenado el pasado jueves y según confiesa su director, debe parte de su inspiración a la pareja que conformaban Jorge Guinzburg y Andrea Stivel; una dupla “hermosa”, según describió, a la que poco le importaba sus diferencias de estatura: “Ellos andaban muy orgullosos por la vida, eran hermosos”.
Protagonizada por Guillermo Francella y Julieta Díaz, Corazón de León tiene como eje a León (interpretado por Francella), un reconocido arquitecto, divorciado y con hijo veinteañero que encuentra un celular y que, al rastrear a la dueña descubre a una hermosa abogada divorciada (Díaz), a la que se propone conquistar a pesar de que él mide nada más que 136 centímetros de altura. Y es ese el principal y único conflicto de la historia. Los prejuicios, el qué dirán, toman centralidad en lo que en realidad es una historia de amor correspondido.
La idea de Carnevale surge de su necesidad de abordar los prejuicios, poner al público a pensar en cuánto los condiciona la opinión de los demás o cuánto juzgan por el aspecto físico. A partir de ahí la elección de la estatura como eje del conflicto tuvo más que ver con cuestiones estéticas. “Tenía que encontrar algo que se pudiera exacerbar y ver rápidamente. Quería que la gente se sorprenda rápidamente de lo que estaba viendo. Hay otros tipos de diferencias que o no se ven porque tienen que ver con algún tipo de creencia o actitudes o, de repente, no son tan simpáticas, y yo quería abordar un tema serio con simpatía y un enano «afranchelado» es, sin duda, un personaje muy simpático”, dijo Carnevale asegurando que la temática del film tiene que ver con la exageración de un rasgo físico poco aceptado por los cánones estéticos, una problemática que afecta a todos: “Todos somos enanos y a veces también jueces”, dice Carnevale.
“Esta película, a diferencia de otras que he realizado, me agarra más maduro –sentenció–, más relajado y con una mirada menos combativa de la vida. Quizás en Elsa & Fred, que es una película sumamente tierna y emotiva, estaba más filoso, más duro, me ponía a retar más a la gente diciendo: «¡No me abandonen a los viejos! ¡vivan, no se mueran sin hacer las cosas que quieren!». Acá estoy más relajado, como poniendo un espejo delante de la pantalla y diciendo: «Mirate un rato que me parece que algo no está funcionando bien»”.
Además de la dupla protagónica, el film, una coproducción con Brasil donde se filmaron algunas escenas, cuenta con la actuación de Nicolás Francella, el hijo de Guillermo, que con esta propuesta debuta en pantalla grande (ver aparte) y un elenco integrado por Mauricio Dayub, Nora Cárpena, Jorgelina Aruzzi y Marianela Sinisterra, fotografía de Horacio Maira y música de Emilio Kauderer.
Simpática y reflexiva, Corazón de León se incorpora así a la filmografía de Carnevale integrada también por películas como Noche de ronda (1997), Almejas y mejillones (2000), Elsa & Fred (2005), Tocar el cielo (2007), Anita (2009) y Viudas (2011); pero también se suma a Metegol, de Juan José Campanella, en tanto la incorporación de nuevas y sofisticadas tecnologías a la escena del cine nacional. “Estamos en una época muy fértil en la que hay muchas posibilidades y el Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) está brindando muchas posibilidades a los realizadores. Además esto se imprime en un contexto de falta de creatividad, de crisis de creatividad en el resto del mundo”, aseguró Carnevale y explicó: “Creo que, como pasa en muchos aspectos, una época de la historia se contrapone con otra. En su momento Hollywood estaba minado de creatividad y, como todo, en algún momento surge una crisis y creo que ahora está atravesando una. Acá la hubo durante muchos años pero de pronto ahora estamos un poquito más fértiles. Si uno mira la historia ve que, con los movimientos artísticos, siempre ha pasado eso. Suele ser cíclico”.
Debutar en primera
En el elenco del film se destaca la presencia de Nicolás Francella, el hijo de Guillermo que en Corazón de León interpreta a Toto, justamente el hijo de León. “Convocamos a un casting. Después me acordé que Nicolás estaba estudiando actuación con Julio Chávez y un día hablando con Guillermo le dije que yo creía que tenía que ser Nico y se quedó blanco”, relató Carnevale. “«Nico no actuó nunca», me dijo. Lo sometí a un casting súper riguroso, porque tenía que asegurarme que estuviera bien porque debutaba con su papá, era una exposición muy grande. Toto es el personaje que permite ver el costado más íntimo de León, es con el único que se abre, una relación amorosa y muy compasiva a la vez”.
La tevé despareja
Con una amplia carrera televisiva en la que fue guionista de Malparida y Los únicos, entre otras, Carnevale opinó: “La televisión está pasando por un momento desparejo. Se exportan y se generan muchísimas ideas pero creo que hay que ordenarlas. Hay programas de no ficción que no me gustan tanto: tonos, formas de decir las cosas, no porque se hable mal sino por cómo miran la vida”, dijo mientras que refiriéndose exclusivamente a la ficción puntualizó: “Se están generando muy buenos contenidos, cosas que colaboran con la creación de la propia identidad que, a veces, es algo que se nos dificulta”.
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