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#NiUnaMenos

En Buenos Aires, más de 200 mil: “Las queremos vivas a todas”

La movilización confluyó frente al Congreso, donde la multitud reclamó medidas contra la violencia de género.


La marcha nacional contra la violencia de género bajo la consigna #NiUnaMenos tuvo su epicentro en la Capital Federal, frente al Congreso de la Nación; allí más de 200 mil manifestantes reclamaron medidas que ayuden a terminar con el flagelo y que colaboren con la asistencia para las víctimas.

Muchas víctimas de violencia de género y sus familiares se destacaron en la masiva marcha, en muchos casos con carteles recordando a mujeres asesinadas o con fotos de sus agresores.

En un marco colorido, familias enteras, grupos de adolescentes, y hombres y mujeres que salían de sus trabajos se mezclaron con las columnas de organizaciones políticas, sociales y sindicales que participaron de la manifestación, que ocupó todas las calles y veredas a más de tres cuadras a la redonda del Congreso.

Carteles y banderas de distintos tamaños y estilos reproducían las consignas generales de la manifestación, como “#NiUnaMenos” o “No Más Violencia”, y aparecían junto a carteles con consignas personales como “Fui víctima y lo puedo contar” o “Papá, no me dejes de hablar si voy a dormir a lo de mi novio”.

Los participantes de la manifestación aplaudieron y acompañaron a las familias de distintas víctimas de femicidio que también se hicieron presentes frente al Congreso, a donde muchos llegaron con banderas y afiches de esas mujeres asesinadas por sus parejas.

Entre los manifestantes hubo estatuas vivientes pintadas de plateado que simulaban escenas de violencia, grupos de chicas con maquillajes que emularon moretones y heridas, y hombres y mujeres que en repudio a la violencia se pintaron las palmas de las manos de rojo.

El eje central de la marcha fue el documento en el cual los organizadores recordaron la sanción, en 2009, de la ley de Protección Integral contra la Violencia hacia las Mujeres, y, además, cuestionaron el rol del Poder Judicial.

“No queremos más mujeres muertas por femicidio. Las queremos vivas a todas. Ni una menos”, fue el concepto madre del documento que leyó el actor Juan Minujin.

Allí se consignó que la ley “todavía está pendiente de reglamentación en algunos artículos, incluido el Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de Violencia Contra las Mujeres”.

En este sentido, subrayaron que “sin la reglamentación completa, el diseño de políticas integrales y la asignación del presupuesto necesario, esta herramienta lograda en 2009 resulta insuficiente para revertir el aumento de la violencia”.

Por su parte, desde el Ejecutivo nacional, la presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, Mariana Gras, aseguró en diálogo con Radio Nacional que la ley está reglamentada desde 2010 “exceptuando el capítulo procesal que corresponde a las provincias”. Y agregó: “Hay cuatro provincias, Catamarca, Misiones, San Juan y Córdoba, que no han adherido a la ley, por ende no han modificado el código penal”.

Por otra parte, en el documento se señaló que “el Poder Judicial desempeña un papel en general ineficiente a la hora de dar respuesta a las víctimas” y apuntaron principalmente al hecho de que “son ellas las que tienen que denunciar y luego ratificar las denuncias en las comisaría”.

“Este sistema de doble denuncia está apoyado en la falta de confianza de la Justicia hacia las mujeres y contribuye a la impunidad del agresor”, afirmaron los convocantes.

Y señalaron que con esto “el Poder Judicial agrega otro tipo de violencia: la violencia institucional”.

Además de referirse a las mujeres “golpeadas y asesinadas”, el documento puso la lupa también sobre las “desaparecidas, víctimas del delito de trata”, y se recalcó que en torno a algunos de esos casos “se sospechan tramas mafiosas que incluyen la participación de la Justicia y de las fuerzas de seguridad”.

Otro de los puntos centrales fue la crítica al “modo en que los medios tratan el problema”, particularmente a las coberturas periodísticas que hacen referencias a la “vestimenta” o las “amistades” de las víctimas de este tipo de crímenes.

También cuestionaron las “imágenes y palabras que ubican a las mujeres en desigualdad”, la “invasión de la intimidad de las víctimas” y “la insistencia en revelar el modus operandi del asesino”, lo cual según afirmaron “contribuye a que el crimen se naturalice”.

“Desde 2007, los femicidios dejaron cerca de 1.500 niñas y niños huérfanos y algunos de ellos están obligados a convivir con los asesinos. El problema es de todos y de todas. La solución hay que construirla en conjunto. Necesitamos sumar compromisos para cambiar una cultura que tiende a pensar a la mujer como objeto de consumo y descarte y no como una persona autónoma”, concluyó el actor.

En las inmediaciones del Congreso se vieron diversas presencias políticas, sin banderas ni escudos partidarios, como la fórmula presidencial de la UCR Ernesto Sanz y Lucas Llach, y los dirigentes radicales Mario Cimadevilla y Ricado Gil Lavedra.

También asistieron los diputados oficialistas Julián Domínguez y Carlos Kunkel; la senadora del PRO Gabriela Michetti; el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi; los dirigentes del Frente Renovador Mirta Tundis y Diego Kravetz; la dirigente del MST Vilma Ripoll y la legisladora porteña de ECO Graciela Ocaña.

Todo el país gritó “basta”

El reclamo de #NiUNaMenos se hizo sentir en todo el país. Con mayor o menor asistencia, todas las provincias de la Argentina se sumaron a la manifestación contra la violencia de género tanto en las capitales como en ciudades y pueblos del interior profundo.

Las dos marchas más importantes de la provincia de Santa Fe se realizaron en Rosario y en la capital provincial, donde los ciudadanos se manifestaron en gran número en la Plaza 25 de Mayo en contra de la violencia de género, que también tuvo adhesión en el interior del territorio santafesino.

Por su parte, en Mar del Plata, hubo más de cinco cuadras en la movilización que terminó en el monumento a San Martín.

Mientras que en Córdoba, la marcha central se llevó a cabo en la capital provincial, hasta donde arribó una impresionante columna de manifestantes que se congregaron en el centro de la ciudad, y luego marcharon hacia el Patio Olmos.

En Salta, miles de personas, entre ellas ONG, organizaciones sociales, artistas y funcionarios, se sumaron a la iniciativa.

Entre las movilizaciones más multitudinarias también se destacaron las de Corrientes, Santiago del Estero, Neuquén, Mendoza, San Juan, San Miguel de Tucumán, Paraná y Formosa.

Sin límites: réplicas en Uruguay, Chile y Miami

La iniciativa para clamar por el fin de los femicidios tuvo muy buena repercusión en ciudades de Chile y Uruguay, mientras que en Miami (Estados Unidos) hubo una reducida movilización de la que participó la mediática modelo argentina Karina Jelinek.

En el país trasandino, los participantes de la protesta se vistieron de negro para repudiar los asesinatos de mujeres. Allí, la concentración más grande se desarrolló en Santiago, frente al Palacio de La Moneda.

Los organizadores chilenos de la movida explicaron que allí el catastro de femicidios de este año es de 17 mujeres, aunque indicaron que serían muchas más ya que sólo se considera a aquellas víctimas que fueron asesinadas por sus parejas.

En tanto, en Montevideo, Maldonado, Canelones, Colonia y en otras localidades uruguayas también hubo convocatorias bajo los lemas “#NiUnaMenos” y “#TocananunaTocanatodas”. La marcha en la capital “charrúa” fue en la Plaza Independencia para trasladarse hacia la Plaza Libertad. En Uruguay ya hubo 18 mujeres asesinadas en lo que va del año.

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