Es intrafamiliar, poco denunciado y cuando llega a la Justicia sabe tener paso lento y blando, a excepción de que sea especialmente cruento. Este es, en términos estadísticos, el delito de abuso sexual en el sur de Santa Fe entre 2007 y 2011. Durante esos cinco años ingresaron unas 400 causas de abuso sexual por año a los Tribunales del sur santafesino. Ello sin contar lo ocurrido en juzgados de Instrucción, en los de Menores, Correccional y de Sentencia, donde se recibieron 696 causas, de las cuales 43 por ciento quedaron en trámite, lo que no significa que no estén siendo investigadas. En concreto, un 30 por ciento de las causas ingresadas se resolvió sin condena: falta de mérito, archivo o sobreseimiento de los imputados. Pero en el mismo período se dictaron 131 sentencias por abuso sexual, aunque no todas se corresponden con los casos que ingresaron para ser investigados y parte de esas condenas provienen de causas anteriores. Entre Sentencia y Menores, el delito que más ingresó fue el abuso sexual simple –sin penetración– con más de 300 causas, siempre en ese período. Detrás, hubo 113 litigios por abuso sexual con acceso carnal. El análisis estadístico estuvo a cargo del jefe de fiscales del flamante Ministerio de la Acusación santafesino, Jorge Baclini. Y explicó que con el objetivo de aumentar las resoluciones y condenas en este tipo de causas, se creará antes de fin de año una unidad de fiscales para investigar estas causas.
“Normalmente las causas graves (abuso sexual con acceso carnal o gravemente ultrajante, entre otros) con imputados se mueven rápidamente. Hay muchas en trámite. Debemos aumentar las resoluciones”, fundamentó, en diálogo con El Ciudadano, Baclini.
Sin embargo, el sistema de registro utilizado por los Tribunales no discriminó la edad de las víctimas, que en caso de ser menores de 18 años agrava la sanción.
Son pocas las causas que involucran a autores no identificados, entre estas, las exhibiciones obscenas, por ejemplo.
El abuso sexual, en general, ocurre dentro del círculo familiar de la víctima –lo que incluye a los amigos y vecinos– y es por eso que la posibilidad de investigar, brindar apoyo desde el Estado y condenar se complica. “La denuncia que hace una víctima a su concubino, esposo o pariente deriva en la prisión para el imputado. Muchas veces éste es sostén económico de la familia. Previendo esto, muchas personas soportan la vejación o violación de sus hijos y no denuncian o pelean la causa”, explicó sobre la gran cantidad de causas en trámite.
En el sur santafesino, insistió el jefe de fiscales, el fenómeno de abuso sexual es intrafamiliar en oposición a lo que puede ocurrir en Capital Federal, donde se registran más casos donde los imputados son desconocidos por las víctimas.
También hay razones estructurales del sistema policial y judicial. “Son causas complicadas de resolver para los jueces. Muchas veces están convencidos por dentro de que efectivamente ocurrió el delito, que la víctima fue abusada. Pero cuando toma el expediente (la investigación) no hay muchas pruebas”, fundamentó el letrado. Cabe recordar que entre las herramientas de litigio más contundentes a la hora de juzgar una violación, por ejemplo, están el examen médico y las declaraciones testimoniales. Para los casos con víctimas de menos de 13 años es primordial la pericia científica, donde se debe probar la resistencia al acceso carnal. “Los testigos, al ser en el ámbito privado y generalmente intrafamiliar, son más difíciles por la relación de dependencia”, insistió Baclini.
Prisión preventiva
Entre 2007 y 2011 los ocho juzgados de Rosario y ciudades aledañas recibieron 327 causas por abuso sexual, de las cuales sólo ocho fueron tentativas. Las víctimas fueron en su mayoría mujeres (349) y sólo 40 hombres. Siempre mayores de edad, sólo nueve mujeres fueron investigadas como presuntas culpables de ese delito. El resto, unos 328, incluidas las tentativas, fueron hombres. Casi la mitad fueron por abuso sexual simple, sin penetración, que según el Código Penal, incluye penas que van desde seis meses hasta cuatro años de prisión y aumenta según los agravantes.
Según las estadísticas del Ministerio de la Acusación santafesino, siempre en esos cinco años, los jueces llevaron a 242 personas a prisión preventiva. “La generalidad es que las medidas de prisión preventiva terminan en sentencia condenatoria”, analizó Baclini. En ese tiempo hubo tres sentencias condenatorias por promoción y facilitamiento a la prostitución (a mayores sería entre cuatro a diez años por el artículo 126 del CP, igual si es menor aunque si tiene menos de 13 va de seis a quince). Siempre en ese período, llegaron unas 20 causas por abuso sexual con acceso carnal cada año. Según el Código Penal, el delito está tipificado con una pena de entre seis y quince años de prisión. En tanto, hubo 71 causas por abuso sexual agravado, aunque no se especifica si por el vínculo (algún familiar), por ejemplo. Si existe un sometimiento sexual continuo se eleva a ocho y 20 años, como pena máxima. Por otro lado, hubo ocho casos que llegaron a la Justicia rosarina por abuso sexual gravemente ultrajante, cuando, por ejemplo, la penetración no se realiza con el pene sino con otro artefacto. Otros ocho casos fueron ingresados como estupro, esto es, cuando un mayor de edad abusa “de un menor de 16 años aprovechándose de su inmadurez sexual”, como define el Código Penal.
Menores
La dimensión clave para este delito es el consentimiento del menor. El Código establece que el consentimiento que el menor de 13 años puede dar no es válido ya que su intelecto y voluntad todavía no tienen capacidad. La pena por el estupro va de tres a seis años con posibilidad de extenderse hasta 10 años según las circunstancias.
La mayoría de las causas (64) fueron derivadas desde el Centro de Atención a la Víctima de Delitos Sexuales (Cads), también conocida como la Comisaría de la Mujer. Sobre la distribución geográfica de lo recepcionado por los juzgados de Sentencia, San Lorenzo registró 27 casos, y en un lejano segundo lugar, la localidad de Cañada de Gómez con 12 casos. Más atrás, con nueve causas están Granadero Baigorria y Villa Constitución. Dentro de Rosario los barrios con más de un caso por año fueron Alberdi (9), San Francisquito (7) y Tiro Suizo (6).
Sentencias
Del total de las resoluciones emitidas por estos juzgados, la mayor parte responde a sentencias condenatorias relativas a 127 hechos consumados y cuatro tentativas. Sin embargo, hasta 2011 permanecían en trámite 141 causas, de las cuales 138 son por hechos consumados y el restante por tentativas. Entre ellas, hay cuatro causas por corrupción de menores, cuya pena va desde los tres a diez años de prisión.
Además, hubo 41 sentencias absolutorias, 12 sobreseimientos y 10 probation, que significa la suspensión del juicio a prueba. En líneas generales, se trata de un régimen de conducta propuesto por el juez al imputado pero sin encarcelamiento. En cinco años hubo sólo un juicio abreviado por abuso sexual en estos fueros. En general, el grueso de las causas (abuso sexual simple, gravemente ultrajante y con acceso carnal) con resolución llegó en no menos de dos años tras haber ingresado a los Tribunales.
Comentarios