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El Pollo López pegó la vuelta a los 47: “Fue muy lindo jugar con mi hijo”

El prolífico interno rosarino entrenó durante un tiempo y se animó a volver en San Telmo de Funes. El clase 76 se dio el gusto de jugar con su hijo mayor Lautaro. La nota


Roberto López, clase del 76, leyenda del básquet de Rosario y toda una marca en la Liga Nacional, jugador respetado, apreciado y con una trayectoria tan inapelable como productiva. El Bebe en el mundo de la Liga, el Pollo en la Rosarina, decidió darle una última chance al jugador de básquet y tras entrenar durante varias semanas en la noche el viernes se animó a jugar varios minutos en la primera de San Telmo de Funes y compartió cancha con su hijo mayor Lautaro. Mientras se recomponía de los dolores varios, charló con El Ciudadano y adelantó que está anotado para jugar el torneo local de Primera B y que lo intentará.

El contexto tuvo a Regatas (en el que López supo jugar) le ganó a San Telmo en Funes un juego amistoso de preparación, pero la gran novedad de la noche fue la participación del Pollo.

El interno formado en Sportivo América, ex Central y Newell’s, ya había planeado volver a jugar tiempo atrás, pero la pandemia trastocó sus planes. Ahora se dio el gusto y compartió cancha con su hijo Lautaro. Se buscaron mucho y ambos fueron productivos para el equipo, mientras la familia seguía desde el costado del rectángulo.

A los 47, el Pollo cuenta: “Fue un poco como hace unos años cuando me decidí empezar a entrenar y si veía que podía iba a jugar. Ya el pase se hizo así que es casi seguro que en algunos partidos voy a estar. Quiero darle una mano al equipo, sobre todo en defensa, la idea era ver si el físico aguantaba”.

El anterior intento trastocado por el Covid fue en 2020, apenas un año después de su último partido oficial. Ahora mucho más tiempo pasó.

Fiel a sus formas, López no le va a subir el tono a este regreso, que seguramente tomará trascendencia nacional, y que tiene un costado emotivo formidable que es el de compartir cancha con Lautaro, su hijo mayor: “Fue muy lindo poder jugar con él y como todo padre trataré de que me dé un poco de bola (bromeó)”.

Pero su pelea será con las lógicas molestias físicas tras los partidos y lo cuenta con simpatía: “Me sentí bien, pero estoy con una molestia en el tobillo que es un dolor hace unos días como si me lo hubiera doblado. Debe ser el tiempo sin jugar (bromeó). Le tengo más miedo a la espalda y a la rodilla”.

El Pollo además será DT de las categorías U17 y U21, en las que también podrá contar con Lautaro y con el más pequeño Benjamín.

El tiempo dirá cómo sigue esta historia de regreso, pero lo cierto es que Roberto López ya se dio el gusto de volver y de jugar unos minutos con su hijo. Su hábitat natural en la zona pintada lo espera.

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