“La compra y/o recarga de la Tarjeta Sin Contacto no está sujeta al cobro de recargo o suma de dinero extra alguna. Denuncias al teléfono gratuito 0800-444-0308 (Centro de Monitoreo de la ciudad de Rosario)”. Esta leyenda, junto con el número de ordenanza, deberá estar exhibida en todos los comercios habilitados para operar con la tarjeta de colectivos. Y por lógica, además de mostrar la cartelería, los comerciantes deberán cumplir con lo que dice, so pena de afrontar multas y aun clausuras según lo aprobado ayer por unanimidad en el Concejo Municipal.
La iniciativa cuya autoría corresponde a los ediles Fernanda Gigliani, Lorena Giménez y Héctor Cavallero, el bloque completo del Partido del Progreso Social, apunta a desterrar de plano una modalidad que en los últimos meses se estaba haciendo cada vez más usual y que consiste en cobrar un cargo extra por la recarga de tarjetas.
La práctica en sí misma representa una violación a la legislación, ya que el cargo extra no queda asentado y obviamente no figura en la factura que se entrega al usuario por el monto abonado por la recarga. Pero además, y lo que los ediles vieron como más grave, representa un aumento no autorizado del boleto, que pasa a costar la tarifa aprobada por el Cuerpo Legislativo más el plus que pide el comerciante. Así, el cargo extra –usualmente de 1, pero a veces de 2 pesos– en una carga mínima –10 pesos– lleva el pasaje urbano a 4,80 pesos, un 11,6 por ciento por encima de la tarifa vigente.
Y aunque las cargas más usuales en los comercios son mayores al mínimo, en la práctica también terminan generando para miles de usuarios una suba del boleto, alterando nada menos que uno de los temas que suelen ser más ríspidos y difíciles de acordar en el Palacio Vasallo.
Incluso la práctica, aunque no parece ser generalizada, abre una brecha económica entre los puestos municipales, dependencias oficiales y cabinas de venta y recarga, que hasta ahora suman 51, y los locales comerciales, que son 10 veces más y llegan según el portal del Ente de la Movilidad a 557, incluyendo Funes e Ibarlucea.
Todos los que estén en el ámbito local, a partir de la puesta en vigencia de la ordenanza aprobada ayer, serán sancionados con multa si incurren en el cobro de un plus; una doble multa y/o clausura de 10 a 15 días en caso de reincidencia y el retiro de la habilitación para venta y recarga de tarjetas sin contacto si vuelven cometer la falta.
“La ciudad de Rosario tiene como uno de sus objetivos más trascendentes promover por parte de la ciudadanía, la utilización del transporte público de pasajeros. Ello requiere de un Estado presente que garantice un sistema de transporte público eficiente, a la vez que fiscalice a las dependencias habilitadas a los fines de la venta y/o recarga de las tarjetas sin contacto, procurando evitar cualquier tipo de abuso hacia la ciudadanía”, dice en los considerandos la ordenanza aprobada ayer, cuyo primer artículo prohíbe “el cobro de algún recargo o suma de dinero extra”, por las operaciones con tarjetas de colectivos.
Dio ocupado
Por pedido del propio autor de la iniciativa, el titular del Concejo Miguel Zamarini, un proyecto análogo para prohibir cobros extra en la recarga de telefonía celular volvió a comisión para su tratamiento. Según fuentes del Palacio Vasallo, la iniciativa avanza sobre un tema que no ocurre sólo en la ciudad, por lo que en este caso interviene la provincia. Así, en su redacción, el texto que llegó al recinto no operaba como una prohibición sino como elevación de un pedido hacia la Dirección Provincial de Fomento y Promoción del Comercio y Servicios. Según se anticipó, será corregido para que se trate en la próxima sesión.
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