Policiales

Violencia urbana

Ejecutaron a joven en barrio La Cerámica

Leandro Zarandoneli, de 28 años, estaba con Carlos G., un amigo, en Medrano al 2700 cuando aparecieron dos automóviles y sin mediar palabra les dispararon. El primero falleció y Carlos G. se encontraba grave en el Heca.


Zona norte caliente. Foto: Google Street View

Eran poco más de las 22.30 de este viernes cuando Leandro Zarandonelli, de 28 años, y Carlos G., de 30, pernoctaban junto con amigos en Medrano al 2700. Dos automóviles asomaron por esa cuadra de barrio La Cerámica y sin mediar palabra desataron una lluvia de balas que se cobró la vida del primero y dejó internado en estado reservado a su amigo mayor. Por el hecho hay por lo menos tres personas identificadas, entre ellas el hijo de una sindicada narcotraficante de la zona norte, Olga Beatríz “Tata” Medina, detenida desde octubre de 2014 en el marco de una causa federal.

Según fuentes judiciales y del Ministerio de Seguridad, Zarandonelli y G., ambos afincados en Medrano al 2700, fueron atacados a balazos desde por lo menos dos automóviles. Algunos vecinos dijeron que apareció un Citroën C3 y un Volkswagen Trend, otros apuntaron a un auto color gris. La cuadra estaba llena de gente y había varios niños. Lo cierto es que ambas víctimas recibieron certeros disparos en las cabezas, por lo que fueron trasladados al Hospital Alberdi. Zarandonelli falleció y Carlos G. se encontraba en grave estado ya que además presentaba un disparo en el abdomen. Fue derivado al Heca, refirieron fuentes judiciales.

“Ninguna de las víctimas poseía antecedentes penales”, confió una fuente del caso. “Mi hijo no tenía problemas con nadie”, atestiguó el padre de Zarandonelli.

En diálogo con Canal 3, el padre de la víctima refirió la situación que vive el barrio. “Estamos cansados de denunciar, y la Policía no hace nada. Pasan y tiran tiros por todos lados”, dijo, y mostró al movilero cómo quedó el frente de una vivienda. “Fueron mucho más que diez disparos”, señaló.

“Preguntale a los vecinos. Son siempre los mismos. Pasan en auto y tiran, le peguen al que le peguen, no les importa un carajo”, se quejó el hombre, que prefirió ocultar su rostro. “Uno es el hijo de la Tata Medina, que manejaba el coche, y los otros son los amigos”, confió.

Pasada la medianoche llegaron los expertos en criminalísitica, quienes tomaron testimonio y levantaron rastros. El caso está en manos del fiscal Homicidios Ademar Bianchini, la Policía de Investigaciones y la Comisaría 30ª, con jurisdicción en la zona. La cuadra no posee cámaras de seguridad, pero los detectives ya tienen apuntados a los matadores, confiaron fuentes del caso.

Tiros frente a la canchita

M., el apuntado por los vecinos como quien dio muerte a Zarandonelli, estuvo mencionado en una balacera frente al Club Defensores de América, una humilde institución en una manzana delimitada por Casiano Casas y Unión, a la altura del 1300 y por Washington y Blas Parera, al 1600. Se trata de un punto de encuentro de los pibes de la zona. El 29 de abril de 2016 había al menos 40 chicos jugando a la pelota y se sintieron explosiones. Padres y niños pensaron que alguien estaba tirando petardos, pero en realidad un grupo de muchachos estaba tirando tiros a mansalva. En medio del tiroteo, dos niños de 7 años sufrieron heridas de bala en las piernas.

“Uno se tiró en una zanja seca que hay en la esquina y empezó a tirar con una ametralladora para todos lados”, contó a El Ciudadano en su momento un nene del club. Según vecinos de Casiano Casas eran 3 pistoleros, que llegaron en un Renault 12 gris; otros aseguraban que también se movían en una moto Honda Tornado y una camioneta. Uno de ellos portaba un arma larga y sus acompañantes pistolas. Todos coincidían en la identidad de uno de los pistoleros y quiénes eran el blanco de las balas. “El de la metra era el Sergio S. Y fueron hasta el playón a buscar al M., el hijo más chico de la Tata, que siempre vende falopa ahí. Tiraron entre 50 y 60 tiros” explicó un nene de 9 años. Esta versión fue confirmada por vecinos.

Una historia violenta

Luis Alberto y Carlos Daniel son otros dos hijos de la Tata, asesinados en un lapso de ocho meses entre 2011 y 2012.

Luis Alberto, de 24 años, fue asesinado en junio de 2011 en el barrio San Miguel de Granadero Baigorria en un oscuro crimen que la Policía consideró como un vuelto por otro asesinato, aunque también en la ocasión también se mencionó el trasfondo de drogas.

Carlos Daniel, de 27, murió asesinado en febrero de 2012 mientras circulaba junto a su novia en un automóvil Chevrolet Corsa por calle Blas Parera al 1400, en la zona noroeste. El agresor se paró frente al automóvil cortándole el paso, por lo que Medina descendió del rodado. Las fuentes del caso indicaron que ambos comenzaron a discutir acaloradamente en la calle hasta que en un momento el agresor sacó un arma de fuego y Carlos Daniel comenzó a correr. Recibió al menos 6 impactos de bala de grueso calibre en la espalda y las extremidades y quedó tendido en el lugar.