Ciudad

Polémica contratación

Discapacitados que trabajaron en el Cemar serán indemnizados

Así lo anunció Optar, la ONG que los había contratado, y les pidió a los padres que peleen por el empleo de los chicos.


Jóvenes discapacitados que perdieron los empleos que desempeñaban en el Centro de Especialidades Médicas de Rosario (Cemar) contratados por una empresa privada para tareas de limpieza recibirán antes de fin de mes sus indemnizaciones en la sede local del Ministerio de Trabajo y, lo que es más importante, sus certificados de servicios, lo que les permitirá gestionar el subsidio que el Estado les prestaba hasta que consiguieron ocupación y contar con la documentación necesaria para presentarse ante nuevas oportunidades laborales. Los jóvenes (una docena, con distintas discapacidades pero que no obstante podían desempeñar las tareas que se les habían encomendado) trabajaban en el Cemar a cargo de la ONG Optar, cuyo vínculo con la Municipalidad finalizó de manera abrupta.

En su edición del 23 de abril El Ciudadano, publicó la denuncia de Miriam Sandoval, madre de Gerardo, uno de los muchachos a los que “de un día para el otro les dijeron que no fuera más”. Lo publicado por este diario motivó de parte del Concejo un pedido de informes al Tribunal Municipal de Cuentas para saber cómo son estos contratos, impulsado por los ediles Carlos Cardozo (PRO) y Norma López (FPV), y los padres serán recibidos la semana próxima en la comisión de Derechos Humanos del Palacio Vasallo.

Desde la Municipalidad, el coordinador de Servicios Generales de la Secretaría de Salud, Daniel Alfano, explicó la situación como se ve desde su función: “Nosotros en realidad no tenemos obligación administrativa. Sí acompañamos siempre, trabajando codo a codo con el Sindicato de Barrido y Limpieza, haciendo eje en los trabajadores, y en cuanto a qué tipo de discapacidad tienen supervisamos qué tarea pueden realizar. Nuestro trabajo siempre fue de acompañamiento para tratar de solucionar el problema. Actualmente algunos chicos siguen con Optar, otros pasaron a empresas de limpieza y la Cooperativa Progreso Laboral”.

Por su parte, ante la acusación de que Optar abandonó sin más el trabajo en el Cemar que cumplían sus contratados, su titular, Horacio Santa Cruz, afirmó a este diario que “hubo una decisión política de parte de la Municipalidad de tomar cooperativas”.

“Nosotros –detalló– llegamos el año pasado, venciendo ciertas reticencias, a dar trabajo a personas con discapacidad, con el que las autoridades del Cemar quedaron conformes. Nos presentamos a otras licitaciones como en el Distrito Noroeste y ganamos, nos presentamos en Minoridad y ganamos y vieron que podíamos expandirnos. Llegó la licitación del Heca donde pasamos 300 mil pesos más barato que la cooperativa con la tuvimos que competir y se la dieron a ellos con el argumento de que no teníamos sucursal en Rosario, algo que no está como requisito del pliego de condiciones”.

Un puente al trabajo

Optar es una ONG de San Nicolás que hace quince años brinda trabajo a chicos discapacitados en el estacionamiento medido de la localidad bonaerense. Santa Cruz agregó que su ONG está en el marco de los talleres protegidos y relató que “en el Cemar empezaron a buscar los «pero» y nos encontraron en una porque tuvimos un problema con la Afip luego de que un notificador dijera habernos tirado una notificación por debajo de la puerta, cosa que es mentira. Eso motivó que nos embargaran las cuentas. Nosotros no pagamos aportes y contribuciones porque la ley de Talleres Protegidos nos ampara, pero cuando en el Cemar se enteraron de que nos habían embargado las cuentas largaron la licitación y pidieron, por primera vez, a quienes se presentaran contar con el certificado fiscal. Como se sabe, si tenés una deuda con la Afip no te dan dicho certificado, y así quedamos fuera”.

Santa Cruz confirmó que el 26 de este mes estarán en el Ministerio de Trabajo “para pagar las indemnizaciones”. “Nos pusimos de acuerdo con las autoridades laborales, con el sindicato y con los chicos, a quienes les haremos entrega del certificado de servicio después de un año de trabajo”, explicó.

“Una lucha de años”

Optar evalúa volver a presentarse cuando haya nuevas licitaciones, incluso sigue estando a su cargo un grupo de jóvenes que prestan tareas en el Distrito Noroeste. “El certificado fiscal ya lo tenemos. La Afip se dio cuenta de que cometió un error con nosotros porque estamos amparados por la ley 26816 de Talleres Protegidos. Optar es el primer taller protegido que entre San Nicolás y Rosario da trabajo a más de 40 personas con discapacidad, todas en blanco, como ningún otro taller protegido las tiene”, afirmó Santa Cruz.

“Hay una lucha de años por incluir al trabajo formal a las personas con discapacidad –continuó– y eso los padres deben entenderlo también. Tenemos que pelearnos con la Afip, con el sindicato, con la Municipalidad y les pedimos a los padres que también peleen por el trabajo en el Cemar porque sus hijos se lo ganaron. Les dije que se busquen un taller protegido de Rosario y hagan lo que hicimos nosotros. La cooperativa que ganó es gente de ellos (los gobernantes en el municipio). En el Heca, pasamos 300 mil pesos más barato que ellos y pagan la mitad de los sueldos que pagamos nosotros. ¿Dónde va todo ese remanente de dinero?”, se preguntó Santa Cruz.

El tema preocupa en el Concejo

Vilma Furno y Miriam Sandoval son las mamás de Martín y Gerardo. El primero sigue brindando su trabajo en el Cemar y Gerardo, luego de que su caso se conociera a través de este diario, por gestión del Sindicato de Barrido y Limpieza pasó a trabajar en la empresa Hardward.

“Si bien a los chicos les llegaron los telegramas de despido, los que siguen trabajando están en condiciones precarias, aunque ya hay quienes están para entrar en planta permanente. La semana que viene vamos a ir a la comisión de Derechos Humanos del Concejo por esta situación; como abogada incluso mandé nota al Ministerio de Seguridad y Justicia de la Nación”, indicó Vilma, cuyo hijo Martín es uno de los que consiguieron seguir trabajando.

“Le dieron la concesión a una cooperativa de manera sospechosa; hay un pedido de informes del Concejo”, agregó la mujer.

“Nos dicen –continuó– que la Municipalidad no tenía nada que ver (cuando los empleaba Optar), pero a los chicos los coordinaba personal del Cemar, los organizaba; y si bien había un supervisor de Optar éste debía allanarse a este coordinador. Además, en un principio, iban a trabajar de lunes a viernes y después los hacían trabajar sábados, domingos, feriados”, denunció Furno.

Y concluyó: “Cuando los chicos comenzaron a trabajar me llamaban de la Municipalidad para que no lo mandara a mi hijo porque Optar no les iban a pagar. Yo a Martín le decía: «Vos andá y trabajá». La misma gente del Cemar terminó admitiendo que ellos trabajaban muy bien”, concluyó.

“No era serio”

La directora del Cemar, Dora Mantello, explicó que la Municipalidad hizo un convenio “con esta empresa tercerizada (por Optar) y la verdad es que los chicos trabajaban bárbaro, pero había siempre una discusión legal acerca de lo que se les pagaba de leyes sociales. Había una discusión severa porque un porcentaje que se les sacaba a los chicos no les era devuelto. Los contadores nuestros y del Palacio Municipal decidieron no contratar más a esa empresa, aún en contra de nuestra opinión, porque los pibes se integraron, trabajaron muy bien. Después de que Optar se fue muchos de los chicos fueron absorbidos por alguna cooperativa; puede que alguno haya quedado sin trabajo, pero la mayoría se reubicó. Para mí fue traumático porque los chicos trabajaron muy bien, pero el convenio (con Optar) no era serio”.

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