Josef Fritzl, el jubilado austríaco condenado a cadena perpetua por esclavizar y violar a su hija durante 24 años, rompió su silencio y hablo con periodistas alemanes que lo filmaron y difundieron su video.
Durante la conversación el “monstruo de Amstetten” asegura que desea salir de la cárcel para cuidar de su mujer y lamentar que nadie lo visite en la cárcel. “Le escribí ocho cartas. Nunca recibí respuesta. Pero yo sé que ella aún me quiere”, asegura Fritzl sobre su esposa en una entrevista con el periódico alemán “Bild”.
El jubilado de 75 años también explica que no recibió la visita de ninguno de sus 13 hijos (seis de ellos producto de las violaciones a Elisabeth).
Durante la filmación Josef describe algunos detalles de su celda donde está preso. Comentó que se levanta a las 5.30, se lava, hace ejercicio y friega los pasillos de la prisión.
También sale a pasear al patio, siempre acompañado por dos funcionarios que le protegen de posibles ataques de otros internos.
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