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Detienen a mulita con 59 pilas de cocaína

El hombre, de nacionalidad boliviana, fue apresado en la Terminal de Ómnibus.

Un hombre de 36 años oriundo de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra fue detenido ayer al mediodía en la Terminal de Ómnibus, en donde descendió de un micro proveniente de Salta y pretendía tomar otro con destino a Buenos Aires. Portaba en sus intestinos 59 pilas de cocaína de máxima pureza valuada en unos 60 mil pesos. Al cierre de esta edición el hombre continuaba en la Brigada Operativa Departamental de la Dirección de Control y Prevención de Adicciones, expulsando las últimas cápsulas.

Según informaron fuentes policiales, ayer al mediodía personal del área inteligencia de la Brigada Operativa Departamental de la Dirección de Control y Prevención de Adicciones realizaba tareas de control en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno.

De acuerdo con los voceros del operativo, participaban efectivos uniformados y otros encubiertos vestidos de civil.

Pasadas las 12 de ayer, un colectivo de la empresa Veloz del Norte que provenía de la provincia de Salta llegó a una de las plataformas. De él descendieron dos personas que, al ver a los policías “agarraron las valijas y se fueron para otro lado”, explicó una fuente.

Este hecho fue notado por uno de los efectivos que estaban vestidos de civil, que los interceptó y comenzó a hacerles preguntas.

Según las fuentes, los hombres dijeron que no viajaban juntos, sino que se habían conocido en el colectivo. Fue en ese momento que uno de ellos manifestó ganas de ir al baño.

Por precaución, el hombre –que según las fuentes tiene 36 años y nombre de tanguero– fue trasladado hasta el Heca, donde le tomaron una placa radiográfica. El estudio no arrojó anomalías. Sin embargo, luego el médico forense de la Brigada dijo que notaba algunos elementos extraños, por lo que recomendó realizarle una ecografía computarizada que, esta vez, produjo un resultado distinto: el hombre tenía pilas de cocaína en sus intestinos.

De acuerdo con los pesquisas, el sospechoso, oriundo de la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, dijo que, en total, se había tragado 59 cápsulas.

Los uniformados explicaron que serían alrededor de 700 gramos de cocaína de máxima pureza, valuada en unos 60 mil pesos.

Según se desprende de la investigación, el ciudadano boliviano de 36 años había tragado las cápsulas en Santa Cruz de la Sierra, una de las principales ciudades de Bolivia. Allí habría tomado un colectivo hasta Salta, donde luego se subió al micro de la empresa Veloz del Norte con destino a Rosario. Pero su meta era llegar a Buenos Aires, donde debía entregar la “carga”.

Al cierre de esta edición el hombre permanecía en la Brigada Operativa Departamental de la ex Digedrop –ubicada en Dorrego al 300–, en calidad de detenido, expulsando las últimas cápsulas de su cuerpo.

Este no es el primer caso de estas características que se registra en Rosario. Sin ir más lejos, en febrero pasado un hombre de nacionalidad boliviana que trasportaba un kilo de cocaína en su intestino fue detenido en Circunvalación y Córdoba. Fue llevado al Heca, donde defecó noventa comprimidos de cocaína. Viajaba desde Bolivia hacia Buenos Aires en un colectivo de la empresa Veloz del Norte. El hombre, de 28 años, también era oriundo de Santa Cruz de la Sierra.

La mecánica de las mulas

Por lo general, las drogas son transportadas siempre de la misma manera: se arman pequeñas cápsulas de cocaína o heroína, recubiertas con un profiláctico o con los dedos de un guante de látex. Una vez armadas las pilas, las mulas –que son los correos humanos elegidos para el transporte– tragan entre 60 y 100 cápsulas, dependiendo de la contextura física.

De esta forma se trasladan de país en país en avión –con todos los gastos cubiertos por los narcotraficantes–, simulando ser turistas. O bien viajan en colectivo hacia ciudades limítrofes.

El riesgo radica en que, en medio de la travesía, una de las pilas se rompa, produciendo una sobredosis que provocaría una muerte inmediata.

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