Ciudad

Desalojaron Juan XXIII, pero preocupan las tomas

Por Luciana Sosa.- Las veinte familias se retiraron del club infantil de fútbol que habían ocupado el lunes pasado. El municipio asegura que no permitirá la toma de terrenos La Justicia ordenó el desalojo del predio del club Juan XXIII


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Desde el lunes por la tarde la situación en el club Juan XXIII, en 27 de Febrero al 4200, fue tensa ante el avance de unas 20 familias sobre las instalaciones de la institución para instalar viviendas. Llegaron al punto de delimitar los lotes para asentarse en el lugar. Un caso más de ocupación de terrenos en Rosario. Como ocurrió con un predio de la monja Jordán, en Ludueña, y lo mismo luego con un lote del padre Joaquín Núñez, en la zona oeste. Finalmente, después de una negociación por momentos difícil pero que no pasó a mayores, los ocupantes se retiraron tras dialogar con la jueza correccional Marcela Canavesio y funcionarios de la Dirección de Control Urbano, la Guardia Urbana y la comisaría 13ª. “Ahora Promoción Social estudiará cada caso y se buscará una solución, de todas maneras, desde el primer momento de la toma, aclaramos que no hay terrenos ni viviendas disponibles”, dijo David Sánchez, responsable de Control Urbano. Además, los vecinos que se habían instalado en el predio deportivo con intenciones de ocupar terrenos serán reempadronados en el listado de la dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo.

“Acá hubo algunos punteros o activistas que llegaron a la madrugada y alentaban para que los vecinos se enloquezcan –agregó Sánchez–. Tengo que señalar que cada semana tenemos cerca de dos intervenciones en lo que va del año. No llegan a los medios de comunicación porque desde Control Urbano y la Policía dialogamos con la gente y desactivamos estas tomas de manera pacífica, pero cuando aparecen estas personas que no sabemos si responden a un partido político o a un movimiento determinado, promulgando la violencia en el pedido, las cosas se dificultan”.

“Ya salimos de la canchita, ahora tenemos que volver a la casa de mi tío, estamos todos amontonados en una piecita, así no se puede construir una familia”, dijo Mica, una de las vecinas que ocupó temporalmente el predio desde el lunes a la tarde.

Por otra parte, uno de lo vecinos que habitan las instalaciones del club denuncó que estaban pagando un alquiler de 300 pesos, dato que el presidente de Juan XXIII, Maximiliano Altolaguirre, negó ante las cámaras televisivas.

“Ya no sé cómo hacer para poder darle de comer a mis cuatro hijos. Necesito una casa donde vivir, porque me cobran por la casilla donde estoy y ese es dinero que tiro a la calle, en vez de comprarle comida y ropa a mis nenes”, dijo Rosita, que recibe la asignación universal por cada uno de sus hijos y, al igual que sus vecinos, descree de los sorteos provinciales de viviendas sociales, o bien si tendrán atención luego de este desalojo. “En el barrio hay mucha necesidad de una vivienda, por eso nos enteramos de que algunos se venían a instalar acá y agarramos unas cositas y buscamos nuestro lugar”, agregó Marina.

La situación fue muy tirante durante el inicio del desalojo, ayer por la mañana, muchos decían: “Nos vamos a ir de acá y no nos van a dar nada”, otros alegaban tener a su familia “amontonada en una piecita, necesitamos una casa, por eso vinimos a la canchita”.

Personal de Control Urbano, la GUM y la comisaría 13ª había hecho guardia desde el lunes, cuando las primeras personas ingresaron al predio. Una vez finalizado el desalojo, Sánchez informó que la guardia seguirá “hasta que veamos que no hay riesgo de una nueva toma”.

En medio hubo una complicación extra: ante los “agitadores” que tiraban piedras a los policías e insultaban a quien se les acercaban desde el municipio, los inspectores de Control Urbano se retiraron del lugar a la espera de la llegada de la policía, con el argumento de que peligraba su integridad física.

La intendenta, que estaba de viaje a Córdoba reafirmó que “la Municipalidad no permitirá que se tomen terrenos por la fuerza, mucho menos este club, que permite la inserción social de muchos chicos que allí hacen deporte. Estamos dispuestos a trabajar por un objetivo compartido que es la vivienda. Pero estamos preocupados porque en muchas de las últimas tomas hubo una organización. Comprobamos la venta de terrenos una vez que estaban marcados y ante esta necesidad hay minúsculos sectores que especulan con esta situación”.

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