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Del Potro se coronó en Indian Wells ante Roger Federer

El tandilense mostró su mejor versión y superó a Roger Federer por 6-3, 6-7 (8) y 7-6 (2).


La mejor versión de Juan Martín del Potro está de vuelta: tras ganar hace unas semanas el Abierto Mexicano de tenis, el argentino se consagró este domingo campeón de Indian Wells al derrotar en la final al suizo Roger Federer.

Del Potro, sexto cabeza de serie, ganó el primer Masters 1000 de su carrera al superar a la primera raqueta del mundo en tres sets de 6-4, 6-7 (8), 7/6 (2) en dos horas y 42 minutos.

El de Tandil, a sus 29 años, cosechó el título individual más importante de su carrera casi una década después del Abierto de Estados Unidos, en 2009, tras salvar tres bolas de partido.

El argentino saltó a la cancha tres horas antes del comienzo del partido. El público presenció sorprendido cómo el albiceleste, cerca de una hora antes de la final femenina, decidía calentar durante un rato. Concentrado, con una única misión, Delpo, castigado por molestias en su espalda desde la cuarta ronda, necesitaba entrar en calor. Poner su cuerpo a punto.

“La clave es que él tenga un mal día y yo un buen día”, había bromeado el tenista de Tandil tras pasar a la final.

Y se cumplieron sus pronósticos. Fue un gran partido, Federer tuvo dudas y él brilló con luz propia desde el principio.

El comienzo fue un intercambio de golpes. Como dos púgiles frescos que inician la pelea, uno ganaba su servicio y hacía lo propio. La fiabilidad de Del Potro con su saque era absoluta, sin permitir que su rival gozara de ningún break point hasta el final de la segunda manga.

Él, en cambio, aprovechó el primero que tuvo en un quinto juego clave: el tandilense se puso 0-40 con saque de Federer y cerró el game justo después, en blanco.

Delpo no solo resultaba imparable con su servicio sino que se mostraba infalible con su derecha desde el fondo y muy seguro con su revés a dos manos, su punto débil desde que se vio obligado a pasar por el quirófano.

En 33 minutos, y tras un juego en blanco, el argentino se apoderaba del primer set, algo clave de cara al triunfo final ya que en cinco de sus únicas seis victorias previas ante el suizo el tandilense había ganado la primera manga.

Quince errores no forzados para el suizo por 10 de su rival ponían de manifiesto lo visto sobre la cancha.

Cientos de latinos inundaban las gradas, con banderas de Argentina, camisetas con los colores de su país y el nombre de su ídolo en ellas.

Elevado por el ánimo de la gente, Delpo rozó un nuevo quiebre en el primero del segundo set, con un 15-40 que podría haber sido definitivo. Pero Federer es Federer por algo y, en apenas un par de minutos, se había hecho con el juego. Cada uno ganó su servicio hasta llegar al tie break.

Incómodo y frustrado, Del Potro le hacía sufrir como nadie lo había conseguido en los últimos tiempos, poniéndole contra las cuerdas con 8-7 y punto de campeonato. Pero mandó la pelota con un derechazo cruzado a la red y Federer no perdonó, insuflándose de vida de cara al tercer set.

En esa tercera manga, Del Potro tuvo que tirar de épica. Cedió su servicio en el noveno juego y Federer disfrutó de tres puntos de campeonato.

Sin embargo, el albiceleste no bajó los brazos y siguió luchando frente a un rival cada vez más desdibujado, que se lamentaba y discutía con el árbitro continuamente.

El definitivo tie break lo demostró de nuevo. El de Basilea cometió dos dobles faltas y pidió clemencia al cielo, que ayer favoreció a Del Potro.

El argentino se lo agradeció con los brazos en alto, mirándolo fijamente. Tras cuatro operaciones de muñeca, ante el mejor tenista del mundo y luego de salvar tres bolas de partido, acababa de obrar un milagro.