Ante la 69 Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió ayer que los fondos buitre hacen “terrorismo económico y financiero”, en un discurso que estuvo cruzado por las críticas al gobierno estadounidense de Barack Obama.
La mandataria abogó además por la profundización del “multilateralismo” en la ONU, reiteró su respaldo al reconocimiento a Palestina y cuestionó el abordaje de la lucha contra el terrorismo internacional, ante el conflicto en Medio Oriente con el grupo fundamentalista Estado Islámico (Isis).
En medio del conflicto judicial con los holdouts, la jefa del Estado recalcó que los fondos buitre funcionan como “desestabilizadores de la economía, casi una suerte de terrorismo económico y financiero”, y denunció que la Argentina “con la complicidad del sistema judicial” norteamericano “está siendo acosada”.
“Fondos buitres que amenazan y hostigan con acciones sobre la economía de nuestro país, provocando rumores, infamias y calumnias, desde lo personal hasta lo económico y financiero”, enfatizó. Para Cristina Kirchner, “no sólo son terroristas los que andan poniendo bombas, también son terroristas económicos los que desestabilizan la economía de un país y provocan pobreza, hambre y miseria a partir del pecado de la especulación”.
“Argentina va a pagar”
La presidenta, a la vez, agradeció a la ONU por la aprobación de la creación de un marco regulatorio para las reestructuraciones de deuda soberana y pidió que se ponga en marcha antes de la próxima Asamblea General de 2015, “para que a ningún otro país le pase lo que hoy le está pasando a la Argentina”. Y remarcó: “La Argentina es un país que tiene capacidad de pago, voluntad de pago y que va a pagar sus deudas pese al acoso de los fondos buitre”.
También envió un duro mensaje al gobierno de su par Obama, al advertir que “no se combate al terrorismo haciendo sonar tambores de guerra”, en medio del conflicto con el Estado Islámico, del que también recibió amenazas en las últimas semanas, motivo por el cual se inició una causa en la justicia argentina.
Según sostuvo, en materia de seguridad internacional es “absolutamente desconfiada de todo”, ya que “el año pasado se hablaba de otros problemas y de otros peligros, que hoy han cambiado” y advirtió que “las cosas que pasan en televisión en esas series que tanto nos entretienen y divierten son pequeñas ficciones al lado de la realidad que vive hoy el mundo”.
“Los que ayer eran malos, hoy no parecen tan malos; los que ayer tenían que ser invadidos y arrasados, hoy parece ser que están colaborando para que el Isis desaparezca”, sostuvo la mandataria y dijo que “hay que combatir el terrorismo con la paz, no haciendo sonar tambores de guerra”, al llevar el mensaje del papa Francisco, con quien se reunió el sábado en Roma.
A su entender, se debe reformular el funcionamiento de los organismos internacionales para profundizar el “multilateralismo”, y agregó: “Yo creo que gran parte de los problemas que tiene el planeta en lo económico y financiero, en materia de terrorismo y seguridad, en materia de guerra o de paz, se debe a la ausencia de un multilateralismo efectivo, concreto y democrático”.
Con su presentación, la mandataria dio por finalizada su gira de siete días en el exterior, tres en Roma y cuatro en Nueva York, ya que por la noche de ayer emprendió el regreso a Buenos Aires junto a su nutrida comitiva.
Memorando con Irán
La presidenta defendió ayer en la Asamblea de la ONU el memorando firmado con Irán para avanzar en la investigación del atentado a la Amia, que está suspendido por la Justicia, y reprochó las críticas que recibió por ello de parte de Estados Unidos.
La mandataria sostuvo que su gobierno y el de Néstor Kirchner fueron los que “más hicieron por develar quiénes eran los verdaderos responsables del atentado” y que el ex presidente “fue el único que se atrevió a pedir a Irán que prestara colaboración con la investigación, lo que permitió la firma de un memorándum de entendimiento para que los iraníes que estaban acusados pudieran declarar ante el juez” en Teherán. “¿Y qué pasó? Se desataron los demonios internos y externos. Las instituciones de origen que nos acompañaban todos los años se pusieron de pronto en contra”, subrayó.
Nuevo pedido por Malvinas y cuestionamientos al Consejo de Seguridad
Cristina Kirchner reiteró ayer su reclamo ante la ONU para que el Reino Unido acepte negociar por la soberanía de las islas Malvinas y, en ese marco, apuntó contra el Consejo de Seguridad del organismo, al señalar: “Mientras valga más el voto de sus cinco integrantes permanentes, ningún conflicto tendrá solución”.
“Tenemos pendiente desde hace más de 100 años con el Reino Unido el reclamo de soberanía y el reclamo de esta asamblea para que se sienten con la Argentina a discutir la cuestión soberana de Malvinas. Allí nadie se preocupa, allí no hay ningún veto del Consejo de Seguridad, porque lo que pasa es que la Argentina no forma parte del Consejo de Seguridad, ni de las naciones que decidan en el mundo”, criticó la jefa del Estado en la Asamblea General de la ONU.
En ese sentido, la mandataria consideró que “mientras esto suceda y mientras valga más el voto de los cinco permanentes que están sentados en el Consejo de Seguridad que el voto de Costa de Marfil, Ghana, Kenia, Uganda, Egipto, Argentina, Bahrein o Emiratos Árabes, nada se va a solucionar y solamente serán discursos que se darán acá todos los años sin que se arribe a ninguna solución”. Al respecto, Cristina Kirchner sostuvo que la Asamblea General de las Naciones Unidas “debe retomar los poderes que ha delegado en el Consejo”, porque –sostuvo– “luego, casi parece una paradoja, la Asamblea tiene que pedirle permiso al Consejo para ver qué es lo que decide o si entra algún miembro”.
“Debemos rescatar que es esta asamblea la soberana, la de Naciones Unidas, donde cada uno de nosotros valemos un voto, la verdadera democracia global”, señaló. Y remarcó: “Cuando esta democracia global se cumpla a rajatabla, no digo que se va a solucionar absolutamente todo, pero creo que va a haber principios de solución”. Y afirmó que no quiere ser “ni pesimista, ni optimista, sino realista” respecto al escenario internacional, aunque aclaró: “En todo caso entre el pesimismo y el optimismo elijo siempre el optimismo, pero con realismo, porque el optimismo sin realismo o es ingenuidad o es cinismo, y no quiero ser ingenua o cínica frente a todos ustedes”.
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