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Sin datos

Crímenes sin conexión

Para la Fiscalía, no hay indicios que relacionen los homicidios de los sobrinos de dos internas que compartían el penal de la unidad 5 con Elizabeth Cantero, la mujer que murió después de una golpiza y que es familiar de los jefes de la banda de Los Monos.


“Por el momento no hay indicios para relacionar los homicidios”, afirmó a El Ciudadano un vocero de la Fiscalía, haciendo referencia a las muertes de David Ariel Zapata y Brian Sergio Esquivel, dos jóvenes que fueron acribillados por desconocidos en los últimos 10 días. Si bien los fallecidos tal vez no se conocieron, existe un lazo que une las dos ejecuciones: David y Brian eran sobrinos de dos mujeres que están presas en la Unidad Penal Nº5, el mismo lugar donde estuvo detenida Elizabeth Cantero –hermana del Guille Cantero, uno de los jefes de la banda de Los Monos– quien falleció en un hospital tras una golpiza de otras internas según la versión oficial. Si bien todo indica que los tres crímenes fueron consecuencia de una venganza por la muerte de Elizabeth, para la Fiscalía son hechos aislados sin conexión por lo que no son investigados por un mismo fiscal.

La falta de datos también se extiende al interior del penal de mujeres, donde tampoco la investigación pudo determinar quién participó en la supuesta pelea, al menos para proteger a sus familias. Todo hace pensar que existe una investigación paralela que tiene datos sólidos para armar una venganza. En ese sentido, desde la Defensoría Pública Provincial, que tiene a su cargo la representación legal de una de las internas a quien le asesinaron el sobrino, solicitó que la familia de la mujer cuente con custodia, por temor a nuevos ataques.

Elizabeth fue detenida el 26 de diciembre por uniformados de la seccional sub 20ª en barrio Las Flores, acusada de maltratar a sus hijos. Si bien las pericias realizadas a la mujer y a los niños no pudieron comprobar las supuestas agresiones, por disposición de la Justicia Cantero quedó presa y fue alojada en la cárcel de mujeres.

El 17 de enero, en medio de una supuesta pelea, Elizabeth tuvo que ser internada en el Hospital Centenario, donde falleció poco antes de la medianoche.

La causa de la muerte de la mujer aún es materia de investigación. La Fiscalía de Homicidios espera el informe médico final que le permita establecer qué fue lo que provocó el deceso. “Ya se realizó la autopsia del cuerpo, pero debe ser comparada con la historia clínica, el informe anátomo patológico y toxicológico para obtener un resultado final”, explicaron voceros de la investigación.

De todas maneras, una fuente allegada al expediente dijo a El Ciudadano que, en principio la mujer falleció por una insuficiencia cardíaca relacionada a un problema de adicciones.

En la audiencia imputativa en la que Cantero estuvo presente, la mujer se veía muy golpeada, incluso le faltaban piezas delantales. Ella aseguró que esos golpes se los había propinado la policía. Desde la Fiscalía aseguraron que si bien abrieron una investigación por los apremios ni siquiera pudieron establecer quiénes participaron. “La autopsia daba cuenta de golpes viejos, que pueden ser provocados por la Policía y no por la internadas del penal de mujeres”, aseveró una fuente de la pesquisa.

El primer aviso

El martes 19, a eso de las 21.45, un grupo de desconocidos baleó el frente de una casa de pasaje Lejarza al 4400. Para los pesquisas parecía un hecho aislado, hasta que declaró la dueña del domicilio y señaló ser la hermana de Roxana Esquivel, una de las internas de la Unidad Penal Nº5. La mujer pidió custodia policial y abandonó su casa, por temor a nuevos ataques.

Las víctimas

Al día siguiente Brian Sergio Esquivel, de 20 años, sobrino de Roxana Esquivel, apareció muerto entre unos pastizales de Cisnero y Teniente Agnetta, con 3 balazos en la cabeza.

Los investigadores del Ministerio Público de la Acusación no tienen ningún sospechoso por la ejecución.

A David Ariel Zapata y Mariano Ledesma los mataron el viernes pasado, a eso de las 4 de la mañana, mientras circulaban en una moto Keller de 150 centímetros cúbicos color mostaza por la colectora oeste de avenida de Circunvalación, a la altura de Garibaldi. Los dos muchachos fueron acribillados a tiros y durante las primeras horas de la investigación ningún pesquisa explicó que era lo que había ocurrido. Las pericias realizadas en la escena del crimen mostraban una particular saña de los asesinos para con dos jóvenes que no eran conocidos en el ambiente del hampa, ni contaban con antecedentes penales.

Sin embargo las fichas parecieron acomodarse cuando se supo que Zapata era hermano de Melisa, una interna de la Unidad Penal Nº5 que compartió el espacio con Cantero. Tal vez su acompañante fue acribillado por estar en el lugar y en el momento menos indicado.

Sin indicios

Según voceros del Ministerio Público de la Acusación, es muy prematuro hablar de una venganza por parte de Los Monos. Los pesquisas explicaron que, a casi 15 días de la muerte de Cantero, aún no está establecido qué fue lo que pasó en la cárcel de mujeres, por lo que no se aventuran a nuevas teorías.

En contraposición con estos dichos, desde la Defensoría, que tiene a su cargo la representación legal de Roxana Esquivel, solicitaron que la familia de la mujer cuente con custodia, por temor a nuevos ataques.

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