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Piden recuperar una histórica vivienda del barrio Tablada

Denominada como Casa Rosa, el inmueble de Convención y Rueda data de 1870 y se encuentra en estado de abandono.


Ubicada en pleno barrio Tablada, más precisamente en la intersección de Convención y Rueda, se erige lo que sus propietarios dicen que es la primera casa popular de Rosario.

Construida con materiales del siglo XIX, la vivienda es conocida como Casa Rosa por el color que siempre distinguió a sus paredes, las que albergaron cientos de historias de más de siete generaciones de familias que vivieron allí.

Algunos rumores que circulan en el barrio cuentan que en sus orígenes el inmueble solía funcionar como conventillo, otros dicen que era sede de reunión de políticos y la más difundida de las versiones indica que Manuel Belgrano descansó allí una noche.

Lo cierto es que hoy la casa que ostenta tener las primeras tejas que llegaron al país desde Francia está en peligro de derrumbe. Con el techo caído en una de sus habitaciones y las paredes rajadas, el inmueble considerado patrimonio histórico se encuentra en estado de abandono. Ante esta situación, la nieta de la actual dueña elevó un pedido al Concejo para que el municipio se haga cargo de las refacciones que la vivienda necesita para que pueda ser habitada nuevamente.

“Tengo 29 años y nací en esa casa, ahí vivieron los abuelos de mi abuela. Hace diez años se empezó a deteriorar y en los últimos dos años se cayó el techo. La pared que da al vecino está rajada y en cualquier momento se cae, por eso tuvo que poner una viga para sostenerla. Se fue destruyendo de a poco, pero no la podíamos tocar porque nos habían dicho que era patrimonio histórico y para arreglarla necesitamos tener los materiales adecuados y son muy caros”, describió Belén a El Ciudadano, quien vive con su abuela, su marido y su hija en una humilde casa que construyeron al fondo de la histórica vivienda después de que ésta comenzó a deteriorarse.

Rodeada por un tapial que Belén construyó para evitar que la usurpen, la Casa Rosa está compuesta por dos habitaciones con puertas pequeñas de madera y ventanas de hierro oxidadas. En una de las habitaciones, el techo caído se convirtió en un mirador al cielo, mientras que sobre la otra aún yacen restos de las primeras tejas que llegaron desde Francia. El revestimiento que el paso del tiempo levantó de sus paredes, dejó al descubierto ladrillos pegados con adobe, algo muy habitual en las primeras construcciones de aquellos años.

En las condiciones en las que se encuentra actualmente, las paredes de la histórica vivienda corren riesgo de derrumbe y es un peligro para los chicos que juegan en las veredas; en tanto, se convirtió en un “atractivo” para los adolescentes del barrio que suelen frecuentarla por las noches.

“Tuve que levantar un tapial en el frente porque a la noche se meten los pibes del barrio a tomar y drogarse, y tengo que llamar a Gendarmería día por medio para que los saquen. Después que hice el tapial, vino la Municipalidad y me dijo que no podía tocar la casa porque podía tener un problema judicial”, explicó Belén, preocupada, y enfatizó el pedido ante las autoridades para que se hagan cargo de las refacciones del lugar, que ella no está habilitada a realizar por tratarse de un patrimonio histórico.

“Yo pido que alguien se haga cargo porque se está cayendo, se mete gente y nadie se hace responsable. Además es un peligro para los chicos”, agregó.

Declarada como patrimonio cultural histórico gracias a un proyecto de la ex edila Viviana Foresi, el inmueble ubicado en Convención y Rueda es considerado la primera vivienda popular de la ciudad. Según los registros, la denominada Casa Rosa data de 1870 aproximadamente y su techo está construido con las primeras tejas francesas que ingresaron al país.

Los rumores que circulan en el barrio sobre la propiedad hablan que en sus orígenes servía de punto de encuentro para portuarios y políticos, e incluso existe la versión de que Manuel Belgrano habría descansado una noche entre sus paredes.

Con todo, la vivienda fue heredada por la nieta de la actual dueña de la casa, bisnieta de la dueña original, por lo que fue habitada por siete generaciones de la familia Fune Marinucci, que desde los comienzos vivió en el lugar.

“Se hacían muchas fiestas en esta casa, yo festejé mi cumpleaños de 15 acá, mis tías también festejaron y hasta se celebraban velorios de la gente del barrio. Hace 20 años vinieron desde Italia para filmar una película de época en esta casa. Toda la gente del barrio la conoce y venía siempre”, recordó entre otras anécdotas Mónica, madre de Belén, quien hace unos años se mudó a pocos metros del lugar.

Según contó la familia, alrededor de 15 años atrás, el municipio le advirtió que debían mudarse porque en el terreno iban a emplazar un parque turístico, con el inmueble en el centro como monumento histórico. “Nos dijeron que nos teníamos que ir porque iban a tirar las casas de alrededor para hacer un parque turístico. Nos ofrecieron reubicarnos en otro lugar, en barrio Toba, pero nosotros no quisimos irnos. Hay mucho sentimiento en esta casa”, señaló Belén.

Sin embargo, cuando los problemas en la edificación comenzaron, debieron abandonar la vivienda y construir una humilde casa en el predio detrás del histórico inmueble, donde actualmente vive Belén, junto con pareja, su hija y su abuela. “Cuando empezamos a construir nos dijeron que nos íbamos a tener que ir, que no termináramos la casa, y hoy seguimos esperando que nos den alguna respuesta”, concluyó la mujer.

“Reivindicar la zona y darle valor”

La presidenta de la comisión de Obras Públicas del Concejo, Lorena Giménez Belegni, se acercó al lugar y resaltó la necesidad de intervenir para “reivindicar una zona de Rosario que sabemos que tiene un montón de conflictos y darle otro valor”. Asimismo, se comprometió a invitar a los dueños a la primera reunión de la comisión que preside para que expliquen la situación de la vivienda.

“Al ser declarada patrimonio histórico los dueños no pueden tocarla. La Municipalidad debería intervenir para evitar que la casa se caiga. Uno de los herederos hizo un muro para evitar derrumbes y también para evitar el vandalismo, ya que al estar en ese estado de abandono le rompieron ventanas, intentaron ingresar por la parte trasera, y está llena de roedores. Los vecinos de al lado tuvieron que colocar una viga de hierro para evitar que la pared lindante se caiga sobre su casa. Desde el municipio no se está invirtiendo nada, sólo se le puso un cartel que dice Casa Rosa”, explicó la edila del bloque Partido Progreso Social.

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