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Mudanza

Negocios a otra parte: bandas migran hacia la capital provincial

Un clan delictivo del sudoeste rosarino comenzó a ser noticia en Sauce Viejo, lugar al que detectives aseguran se llevaron sus emprendimientos hace pocos meses: dos de sus integrantes cayeron armados en la autopista y también en la ruta 11.


Un clan rosarino parece estar en el ojo de la tormenta luego de ser señalado por varios conflictos con la ley en la localidad de Sauce Viejo, lindera con la capital provincial. Según contaron fuentes oficiales, los L. decidieron abandonar Rosario hace pocos meses, acosados por la Policía y tras tener inconvenientes con una banda que les cobraba por protección. Hoy intentan hacerse fuertes en el departamento La Capital con casi los mismos contactos que usaban en Rosario: detectives aseguran que se dedican a diferentes rubros del crimen y cuentan con el apoyo de pesos pesados del mundo del hampa rosarino. Y afirman que no son más que un desplazamiento delictivo que se verifica desde hace algunos años de pesados del sur hacia la ciudad de Santa Fe.

“Son un montón; hace tres o cuatro años se instalaron en Sauce Viejo. Viven todos cerca y están metidos en todos los quilombos”, aseguró a El Ciudadano un investigador al ser consultado sobre el clan L., un grupo de muchachos que ha sido protagonistas de diferentes crónicas policiales.

Siempre según lo que explicaron fuentes del caso, la familia vivió en la zona sudoeste de Rosario hasta 2015. Por sus negocios, respondían a las órdenes de Los Monos; pero la relación entre ellos se rompió, tal vez porque la cuota exigida era demasiado alta o bien porque tuvieron problemas con la mercadería que movían, aventuró un detective.

A la vez, según esta interpretación, en medio de los conflictos con la banda de La Granada se volvieron demasiado visibles para la Policía y optaron por mudarse.

Miniarsenal y cocaína

El lunes 3 de noviembre de 2014 Santiago Antonio L. y Miguel Ángel L. fueron detenidos en la esquina de Felipe Moré y Uruguay. Según el relato oficial, aquella noche los L., junto con dos cómplices, circulaban en un par de motos por la zona oeste cuando fueron vistos por policías de Comando Radioeléctrico, quienes le pidieron que se detuvieran.

Los sospechosos, antes de parar, intentaron descartar dos bolsas que llevaban consigo, pero los pesquisas las vieron y las revisaron. En ellas transportaban un miniarsenal: una pistola 22 largo, un revólver 38 Special, una carabina 22 largo con mira telescópica, una escopeta recortada doble caño del 16, otra de igual tamaño, de un solo caño, y un cuchillo de 15 centímetros de hoja. Los cuatro sospechosos fueron arrestados y alojados en la comisaría 19ª.

Veinte días después volvieron a ser noticia. En un operativo que la Policía difundió como marcado por las casualidades, efectivos de la seccional 18ª dijeron haber encontrado en una casa de Manantiales al 3300 algo menos de un cuarto kilo de cocaína. Según el llamativo relato de los uniformados, a eso de la 1 de la mañana del domingo 23 de noviembre de 2014, mientras patrullaban, divisaron a un muchacho con un arma en la mano quien al verlos salió corriendo y se metió en el domicilio en el cual estaba la droga. El supuesto pistolero logró escapar, pero no los presuntos dueños de la cocaína, que fueron arrestados. Eran Ezequiel Antonio L., Andrés Román L. y Santiago Antonio L. –el mismo que había caído en Felipe Moré y Uruguay–.

Portación

Acosados desde diferentes frentes, los L. decidieron que no iban a presentar batalla y optaron por dejar la ciudad, a la espera de encontrar un terreno fértil para sus negocios. Hicieron sólo 165 kilómetros y se instalaron en Sauce Viejo, una localidad de 10 mil habitantes, ubicada 22 kilómetros al sur de la capital provincial. “Se fueron, pero siguieron usando sus contactos, su estructura y algunos proveedores”, dijo un investigador.

El pasado 22 de junio, personal de Policía de Seguridad Vial detuvo a Walter Andrés L., de 23 años, en un peaje de la autopista Rosario-Santa Fe, luego de que revisaran un Peugeot 206 en el que circulaba y le encontraran un revólver calibre 22 largo y un pistolón de un solo caño, calibre 12.

Anteayer por la madrugada, por tercera vez, Santiago Antonio L. –el mismo arrestado con armas, quien luego fue detenido por tener cocaína– terminó tras las rejas en la seccional de Sauce Viejo. Iba por la ruta 11 en un Fiat Palio color gris, a la altura del kilómetro 446, cuando fue interceptado por un móvil policial y se le incautó una pistola calibre 22 con la numeración limada. “Están trabajando con una familia pesada de Rosario, enemiga de los Monos, que busca hacer pie en Santa Fe”, aseguró un conocedor del caso.

Migración fatal

El 9 de enero Walter Oscar Segura, un rosarino de 28 años, fue acribillado en la colectora de la ruta 11 y Avenida Circunvalación oeste, de Santa Fe. Tenía tiros en la cabeza, el tórax, la muñeca y la espalda. Fuentes policiales se inclinaron, ante la cantidad de tiros y el modo de ejecución, por una venganza. El 25 de abril mataron a otro rosarino en la capital provincial. Era Walter Daniel Zapata, de 23 años, quien durante una balacera recibió cinco tiros en la nuca, la espalda y los glúteos. El muchacho había sido investigado como partícipe en el intento de homicidio de un hombre y su pareja el 15 de enero.

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