Ciudad

La plata se hace humo

Inédito: hay tres listas de precios de cigarrillos en los quioscos

Está la oficial de las tabacaleras, primero con aumento y otra con suba menor. Y cerca de 300 comercios hicieron la suya.


El último aumento en el precio de los cigarrillos, que el pasado 3 de mayo se disparó en un 60 por ciento, y su posterior rebaja de parte de las tabacaleras tras la caída en las ventas 10 días después, causó polémica entre los quiosqueros locales, quienes vieron disminuida la ganancia obtenida por este producto en un 3 por ciento aproximadamente, al tiempo que les aumentaban los costos para renovar el stock. Ante esta situación, un grupo de comerciantes autodenominados Quiosqueros Rosarinos Unidos, que se reúnen desde hace dos meses para debatir las problemáticas del sector, acordaron confeccionar una lista alternativa de precios donde se respeta el 7 por ciento de rentabilidad original. Con un comunicado explicativo exhibido en cada local, esta lista convive con las restantes dos oficiales (la del 3 y 4 de mayo con aumento y la segunda con los precios rebajados), y ya fue suscripta por cerca de 300 comercios con el objetivo de unificar precios en torno al producto.

En Defensa del Consumidor provincial advirtieron que el tema es de gran complejidad dada la dificultad para fiscalizar, y deslizaron que el precio que proponen las tabacaleras es sugerido, por lo que el accionar de los comerciantes está en el marco de la ley.

El pasado 3 de mayo la empresa tabacalera Massalin Particulares, que comercializa las marcas Malboro, Philip Morris y Parliament, entre otras, lanzó una lista de precios con un aumento del 60 por ciento en sus atados, tras un fuerte incremento impositivo por parte del gobierno nacional. Diez días después, lanzó una nueva lista, bajando un 3 por ciento los precios, debido a la caída registrada en las ventas, y a modo de competir con su par Nobleza Piccardo.

Esta ligera retracción en los precios, según aseguran los quiosqueros se tradujo en una disminución de la rentabilidad para el minorista. “Veníamos ganando una cifra irrisoria con los cigarrillos, estábamos en alrededor del 7,4 por ciento, lo que descontando los impuestos dejaba cerca del 6 por ciento de ganancia. A partir de la suba de impuestos que impuso el Estado nacional y con el aumento de precios de las tabacaleras, la rentabilidad se redujo al 4 por ciento, con un valor doble de costo. Ello conlleva una inversión doble para ganar la mitad, y además nos empuja impositivamente a otras categorías”, explicó a este diario Lisandro Cagnone, propietario de un comercio céntrico, y uno de los impulsores de Quiosqueros Rosarinos Unidos.

A raíz de esta situación, y en un contexto generalizado de crisis en el sector que incluye aumentos en las tarifas de energía y gas, y una caída del consumo, los comerciantes agrupados a través de las redes sociales acordaron la confección de una lista alternativa de precios, que se suma a las dos oficiales del 3 y 12 de mayo. Esta lista incorpora el porcentaje de rentabilidad original del producto, que ronda en un 7 por ciento, lo que representa una diferencia de dos o tres pesos en el precio según la marca. Es la más cara.

Mediante una nota consensuada que exhiben en sus locales, explican la situación a los clientes: “Desde el 3 de mayo hasta la fecha, los cigarrillos sufrieron un incremento del 50 por ciento en promedio. Este aumento sólo se vio reflejado en las arcas del gobierno nacional y las dos tabacaleras; no así en vuestras compras diarias y en nuestra ganancia, que se vio reducida a menos de un 4 por ciento. Nosotros, como cualquier ser humano, queremos que nuestro negocio sea rentable, por eso, un grupo mayoritario de nuestro sector en la ciudad, y en el que cada vez somos más, ha decidido unificar una lista, como en casi todas las provincias del país, para poder seguir comercializando este producto”, dice el texto.

De esta manera, una misma marca de cigarrillos puede conseguirse a tres precios, según la lista que maneje el quiosco.

Para el caso de Imparciales, la lista del 3 de mayo de Massalin los ubica a un valor de 35 pesos, mientras que en la posterior del 12 de mayo figuran a 28 y en la de Quiosqueros Unidos está a 30.

Lo mismo sucede para Malboro, que en su versión de 20 box cuesta 45 pesos en las listas del 3 de mayo y de Quiosqueros Unidos, y 43 pesos en la posterior del 12 de mayo, mientras que en su versión “king size” está a 43 y 42.

La misma diferencia se da en Philip Morris, que figura a 42 y 40, en sus versiones box y común, para las listas con aumento y de los comercios, mientras que en el último precio oficial es de 40 y 39.

En las marcas de Nobleza Piccardo la diferencia de precios oscila entre uno y dos pesos. Por ejemplo, el Lucky Strike se encuentra a 43 y 42 (versión box y cómún) según precios de las tabacaleras, pero en comercios se consiguen a 45 y 43 respectivamente. Lo mismo sucede con la marca Camel. Para el caso de Viceroy, la lista oficial los expende a 31 y 28 pesos, en tanto los quioscos los comercializan a 33 y 30.

“Lo hacemos con una incomodidad absoluta. No es lo que buscamos, es una respuesta de sustentabilidad. Somos nosotros los que nos exponemos, porque el cliente siente que tomamos arbitrariamente la decisión”, apuntó Alejo Vivas, otro miembro del grupo.

Estampillas

Según historiadores del humo todas las marcas aparecidas en el país desde 1895 llevaban el precio en el paquete, hasta 1979. Y como los cigarrillos tributan impuestos, desde aquel inicio llevan una estampilla fiscal. Desde 1979 el precio estuvo impreso allí y ese valor debía cobrar el comerciante. Se retiró en 1991, en buena medida por la hiperinflación de 1989, cuando los quiosqueros debían cobrar el precio marcado y pagar un valor mucho más alto para reponer. Ahora la discusión sobre si la lista de precios de las tabacaleras es “oficial” o “sugerida” es lo que deberán dilucidar organismos oficiales. Massalin por caso, advierte en su lista textualmente: “Sr. kiosquero, respete estos precios. Cumpla con la ley”.

Unidos para afrontar problemáticas del sector

Agrupados en las redes sociales como Quiosqueros Rosarinos Unidos, comerciantes de Rosario y la región se unieron para tratar en conjunto las problemáticas que afectan al rubro, con el objetivo de conformar una cámara que los nuclee como sector. “Somos una unidad de comercio muy desprotegida, por eso la necesidad de unirnos y formar una cámara”, explicó Alejandro Miguel, miembro de la agrupación.

Entre las principales problemáticas, señalaron el aumento de luz y gas, la escasa rentabilidad de las cargas de la tarjeta Movi y la falta de un seguro, además de la caída de ventas por la baja en el consumo, que según indicaron alcanza entre un 30 y 40 por ciento.

“Participamos en la multisectorial por los tarifazos energéticos, que en nuestro rubro nos pega muy duro porque somos grandes consumidores, con entre 8 mil a 12 mil pesos de gastos bimestrales cuando estábamos en 6 mil. En el caso de algunos comercios pasaron de 4 mil a 12 mil pesos”, sostuvo Lisandro Cagnone, otro de los organizadores de la agrupación.

En cuanto a las cargas de la tarjeta, los comerciantes señalaron que en la actualidad el sistema les otorga un 0,7 por ciento de rentabilidad, es decir, 7 cada mil pesos que recargan. “La problemática es seguridad, no hay seguros por las recaudaciones, cuando a través de esto la Municipalidad se ahorra tener que poner puestos por toda la ciudad. Nosotros aspiramos a un 10 por ciento negociable y un seguro”, marcó.

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