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Central Córdoba: a veces, la verdad ofende

A un periodista radial le cerraron la puerta del entrenamiento en el estadio Gabino Sosa por dar una información.


charruadentro

Hace rato que Central Córdoba vive situaciones inverosímiles. Cada vez más alejadas del sentido común. Cada vez más vinculadas al caos institucional de un club en donde los malos resultados en el campeonato de la B Metropolitana, las amenazas de los barrabravas, los atrasos salariales con el plantel profesional, las decisiones arbitrarias y los exabruptos del técnico Ricardo Palma hacia sus dirigidos conforman un cóctel explosivo. Un estado de anarquía del que ni siquiera se salvan los medios de prensa. Ayer lo sufrió Juan José Cavalcante, colega de las transmisiones de ascenso de Radio Del Plata y del programa Última Jugada que se emite por LT3, a quien le prohibieron el ingreso al entrenamiento matutino que el Charrúa desarrolló en el Gabino Sosa, privándole el derecho a realizar la cobertura de la jornada.

Como todos los días, Cavalcante concurrió al estadio de Virasoro y Juan Manuel de Rosas para cubrir el último entrenamiento previo al partido de hoy contra All Boys por Copa Argentina. Y en el portón de acceso se encontró con la restricción de ingreso. No se trataba de una práctica a puerta cerrada, sino de una decisión arbitraria y autoritaria de la comisión directiva. Lo peor: ningún dirigente estuvo allí para comunicarle la determinación al periodista, sino que se utilizó como interlocutor al utilero Sergio Calvo, alias el Árabe.

“Disculpame, pero yo tengo que acatar órdenes. Me dijeron que no podés entrar”, esbozó el utilero charrúa ante la incredulidad de Cavalcante, quien rápidamente se contactó telefónicamente con un dirigente para que le ratifiquen la medida restrictiva. “Es verdad, la decisión fue tomada por el presidente (Jorge) Cornú”, le confirmaron.

¿El origen de la medida? A los dirigentes de Central Córdoba les molestó que Cavalcante dijera en la transmisión del pasado domingo en el partido frente a Acassuso que la delegación viajó a Buenos Aires sin la presencia de médico y kinesiólogo a raíz de las continuas promesas incumplidas en el pago de honorarios. Una verdad irrefutable.

En medio de la crisis futbolística del equipo, que sufre un cuantioso atraso salarial y permanece al borde del descenso a la Primera C, el doctor Nicolás Rosano y el kinesiólogo Jonathan Zarza tomaron la decisión de no viajar el domingo pasado a cancha de Platense, luego de que dos cheques fueran “rebotados” por falta de fondos.

Cuando los dirigentes fueron consultados por la falta de cobertura médica del equipo en el partido ante Acassuso, intentaron justificar el papelón argumentando que al médico se le había roto el auto en la autopista y que ambos profesionales no pudieron viajar en micro con la delegación por otras razones laborables.

Por estas horas, los directivos continuaban en la búsqueda de médico y kinesiólogo para acompañar a la delegación en el partido de hoy frente a All Boys por Copa Argentina. Muchachos, eso sí, la verdad no ofende…

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