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Balean en la cabeza a un policía durante un asalto

El uniformado, de 32 años, custodiaba a dos repartidores de golosinas en la zona noroeste.

Un policía de 32 años que en la mañana de ayer acompañaba a un proveedor de golosinas en un reparto por la zona noroeste fue baleado en la cabeza durante un robo que sufrió el chofer del camión en la puerta de un almacén y al cierre de esta edición se encontraba internado en terapia intensiva en grave estado.

Cerca de las 11 de ayer, el agente Hugo Lisandro Dolci estaba en una camioneta Iveco junto a un repartidor de la empresa Arcor, haciendo tareas de custodio. Fuentes policiales indicaron que el policía, que vestía uniforme, no estaba realizando tareas adicionales sino una custodia protectiva desde hace poco más de un mes, luego de que el repartidor denunciara en sede policial que varios jóvenes intentaron asaltarlo e incluso balearon su camioneta.

“Se hizo una tarea que se viene haciendo en distintos puntos conflictivos, ofrecer custodia mientras dura el recorrido por la zona en conflicto, tarea que también se lleva a cabo a veces en ómnibus del transporte urbano de pasajeros”, refirió un vocero policial.

Al llegar a un negocio ubicado en pasaje Franklin al 7900, entre Tarragona y Sánchez de Loria, el repartidor descendió a entregar un pedido, mientras el chofer y el agente se quedaron sentados en la cabina del Iveco Darily 30-10. En esos momentos un desconocido se asomó por la ventana del conductor con un arma de fuego y tras amenazarlo le robó alrededor de 500 pesos. Pero antes de darse a la fuga apuntó contra el policía, que presta servicio en la subcomisaría 21ª, con jurisdicción en la zona, y le efectuó un disparo. Según voceros del caso, el autor del tiro, que había llegado a bordo de una moto, le habría gatillado a Dolci con un revólver calibre 22.

Tras el impacto, el chofer encendió la camioneta y salió a toda velocidad hasta la subcomisaría 21ª, ubicada a cuatro cuadras, donde el agente fue auxiliado. Minutos después, fue trasladado en ambulancia hasta el Sanatorio Norte. Si bien en un primer momento se mencionó que el agente había perdido masa encefálica, durante la tarde de ayer se aclaró que dicha versión era errónea, y que la bala había quedado alojada en el cráneo.

Cerca de las 18, el agente fue trasladado al Sanatorio de la Mujer para una mejor atención, aunque los voceros aclararon que su estado era gravísimo.

Susto y confusión

En un primer momento se informó que la agresión se había cometido en el Fonavi ubicado en Schweitzer y Tarragona, en pleno barrio 7 de Septiembre. Por eso, minutos después de las 11 una caravana de patrulleros y autos particulares cercó la zona. Los vecinos no tardaron en aglomerarse en las esquinas y preguntar qué había ocurrido. Pero ni siquiera los uniformados sabían bien en dónde se había desarrollado el incidente.

Más tarde, la escena se trasladó unas ocho cuadras al oeste, donde se respiraba un aire de confusión y los vecinos repetían que habían baleado a dos policías, cuando en verdad era sólo uno.

Es que el chofer que trasladó al agente malherido tuvo que indicarles a los pesquisas el lugar del hecho, pero los nervios y la angustia lo confundieron y hasta sufrió un desmayo. En ese lapso decenas de investigadores recorrían las calles en busca de reconstruir lo ocurrido, refirieron voceros del caso. Un rato más tarde fue entrevistado el dueño de la granjita ubicada en pasaje Franklin 7931, que ya había sido baleada en otras oportunidades, donde el repartidor de Arcor estaba entregando mercadería, dijo una fuente policial.

La jueza de Instrucción Alejandra Rodenas, a cargo del caso, aseguró estar “impactada” por el ataque. “Este es un hecho de sangre que dices «guau» porque el chofer del camión que estaba haciendo el reparto ya le había entregado el dinero (al delincuente), unos 600 pesos, con lo cual el disparo fue un «te mato» o un «te tiro a matar»“, contó la magistrada por Radio 2.

Rodenas además se mostró gratamente sorprendida por los vecinos y testigos del hecho ya que declararon y dieron detalles sobre el rodado en el que escapó el asaltante, que está identificado, al igual que las características del agresor.

En el lugar se presentaron las máximas autoridades de la UR II, la jueza de Instrucción en turno, Alejandra Rodenas, y el fiscal de la 8ª Nominación, Enrique Paz.

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