Ciudad

Reglas claras

Alquileres: presentan hoy un contrato “modelo” contra abusos

Se elaboró por consenso entre la presidencia del Concejo y la Cámara Inmobiliaria. Ahora buscarán imponerlo en el sector.


Tras varios meses de reuniones y mesas de trabajo impulsadas por el presidente del Concejo Municipal, Miguel Zamarini, finalmente presentarán hoy a las 9 en el Palacio Vasallo el contrato marco de alquiler confeccionado en forma conjunta con la Cámara de Empresas Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros) y distintas organizaciones defensoras de derechos del consumidor. El modelo de convenio deja en claro, entre otras cosas, las responsabilidades que le competen a locador y locatario en materia de expensas y fallas estructurales de las propiedades en cuestión y topes para la indexación. Y aunque se trata de una herramienta de adopción voluntaria, de igual forma buscarán que los inquilinos lo reclamen y los propietarios lo acepten como marco.

Tal como anunció Zamarini, el contrato tipo que harán público hoy consta de seis páginas.

No será de uso obligatorio por parte de los propietarios ya que los alquileres están regidos bajo normas nacionales. Sin embargo, los pliegos estarán a disposición de los usuarios, tanto en la sede de Cadeiros, de Sarmiento 1746, como en dependencias del Concejo, de 1º de Mayo y Córdoba, y en la Oficina Municipal de Defensa al Consumidor, de Córdoba 852. Por su parte, la Cámara que agrupa a las firmas que ofician de intermediarias entre inquilino y locador se encargará de distribuir copias entres sus socios adheridos.

“Con esto el inquilino tendrá una base para saber si es engañado o no. En el contrato tipo se deja en claro cuáles son las expensas que deben abonar cada uno (propietario y locatario) en caso de que haya caños internos con pérdidas o problemas de filtraciones, sólo por nombrar algún tipo de falla estructural”, explicó Zamarini.

Aunque sea, es un comienzo

Según coincidieron el presidente del Concejo y el titular de Cadeiros, Carlos Rovitti, el convenio marco busca reducir el margen de error a “niveles muy altos”, si se tiene en cuenta que actualmente en Rosario, según fuentes del sector, hay vigentes unos 300 mil contratos de alquiler, y según otras fuentes unas 80 mil familias firmaron contratos a través de inmobiliarias –el 92 por ciento trabajadores asalariados–, lo que representa que prácticamente la tercera parte de la población que reside en la ciudad habita en viviendas o realiza actividades en locales que no le pertenece y por los que debe pagar mensualmente.

Si bien los alquileres están regulados por la ley nacional de Locaciones urbanas 23.091 y Santa Fe no cuenta con una normativa a nivel provincial –como en el caso de Mendoza– para intervenir en temas de desalojo o abuso de precios, el Concejo Municipal no tiene competencia directa para elaborar ordenanzas sobre estas cuestiones.

“Antes que no haya nada, el contrato marco es un comienzo para ir modificando progresivamente la mentalidad de las inmobiliarias y también la del inquilino, que puede saber más acerca de sus derechos”, agregó.

Otro de los aspectos que contempla el nuevo convenio es tratar de controlar los abusos en la indexación que actualmente se pretende que sea cada seis meses. “Estamos de acuerdo que se contemple una actualización, pero que no sobrepase el 30 por ciento. Si bien la mayoría de los alquileres se manejan por inmobiliaria, hay algunos casos en que se trata en forma directa con el propietario, en situaciones en que tal vez los locatarios estén desesperados y allí se abusan y llegan a pedir hasta un 50 por ciento de actualización”, concluyó Zamarini.

Ocupadas sí, vacías no

El titular del Concejo adelantó que está en espera de tratamiento en el recinto de sesiones un proyecto de ordenanza de su autoría para penalizar –económicamente y de otras maneras– a propietarios de inmuebles que estén desocupados por tiempo indeterminado y que con ello busquen “especular” dentro del mercado inmobiliario para obtener precios más altos por los alquileres. De acuerdo con el proyecto de Zamarini, “se le cobrará una sobretasa a aquella vivienda ociosa para que el dueño de aquella casa, departamento o local que no esté habitado esté obligado a no tener su propiedad inmovilizada”.

Organizaciones de inquilinos y consumidores dicen que no alcanza

La Oficina de Defensa al Consumidor de Rosario recibió en 2014 unas mil denuncias por abusos e incrementos en los alquileres. Las principales quejas son por las locaciones, problemas edilicios, aumentos a la hora de renovar contratos y presuntos abusos por parte de las inmobiliarias que los tramitan, como cobros excesivos de comisión y gastos administrativos. En ese marco desde el Consejo Asesor de Defensa de la Vivienda e Inquilinos, entidad oficial que funciona en la Oficina de Defensa al Consumidor, advirtieron que “antes de un contrato modelo de carácter voluntario sería necesario implementar un registro único a nivel municipal” de cumplimiento obligatorio, con lo que “todos los contratos estarían monitoreados por el Estado local”.

Por su parte, el titular del Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), Marcos Aviano, opinó que la iniciativa aporta a la discusión. “Muchas veces se piensa que el malestar en los consumidores es por el alto precio de los alquileres cuando en realidad es por las cláusulas (desde depósito, garantías y gestiones) que impone el locador”, explicó. Y puntulizó que gran parte de las quejas de usuarios tiene que ver con “abusos de quienes hacen los contratos”.

En ese marco el titular de la ONG también deslizó que un contrato modelo no resultaría suficiente para revertir las cantidad y calidad de situaciones denunciadas por los inqulinos. “No significa que ahora todo beneficie al locatario, sino de tratar de hacer cumplir la legislación nacional y contrarrestar las prácticas habituales. Queremos que se hagan contratos justos, y eso depende de que la actividad esté monitoreada”, concluyó el titular del Cesyac.

En ese marco, en la Oficina Municipal del Consumidor también marcaron que las situaciones que más sufren los inquilinos no sólo están relacionadas con lo costoso que es tener un techo no propio: “Problemas de humedad, falta de agua corriente o gas natural y dificultades para entregar la propiedad” al finalizar contratos, están entre las más repetidas.

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