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“Algunos dicen «vamos de la mano de» y eso es todo lo que proponen”

Miguel Zamarini, titular del Concejo y precandidato a renovar su banca, pone el acento en la equidad y la igualdad social. “Mis intervenciones como concejal apuntaron a mejorar la participación ciudadana”, dijo el postulante de la lista “Por los barrios”


“Todas mis intervenciones como concejal apuntaron a mejorar la participación ciudadana, a reivindicar a aquellos sectores más desprotegidos de la sociedad, por ende a construir a la equidad y a la igualdad social”, expresó, en una entrevista con El Ciudadano, el precandidato a concejal Miguel Zamarini. El actual presidente del cuerpo deliberativo local, buscará renovar su banca encabezando la lista “Por los barrios” en la interna del Frente Progresista. El dirigente socialista forma parte del espacio político que impulsa a Pablo Javkin como intendente, a Rubén Giustiniani como diputado provincial y a Mario Barletta como gobernador.

“La gente puede optar por una propuesta o por otra, no pensamos en las «caras» sino en las propuestas. Algunos dicen «vamos de la mano de» y eso es todo lo que proponen. Yo, en cambio, digo: hice tales cosas y esto es lo que vengo a ofrecer. Cada una de mis intervenciones confirman cosas en las que estoy involucrado, pero tampoco he dejado de apoyar las buenas cosas del oficialismo”, explicó Zamarini y enumeró: “Trabajé por el sistema de transporte público, la exención de tasas a jubilados y pensionados, trabajé por los inquilinos, por las personas que sufren adicciones, he trabajado mucho para la igualdad de género, para que las personas discapacitadas puedan acceder a servicios, por los clubes”.

—¿Por qué el lema es «por los barrios»?

—Tiene que ver con una forma de ver la política de mi parte. Me tocó ser secretario de Promoción Social durante la segunda intendencia de Hermes Binner. Ahí confirmé mi perfil, que había que estar gestionando lo público siempre rodeado, pero no para la foto sino para tomar decisiones, de hacer partícipes a otros actores sociales que fueron imprescindibles en un momento tan complejo como el que me tocó (2000-2003). Y los actores involucrados tenían que ver con iglesias, con clubes de barrio, con centros comunitarios, ONG, centros de salud. Todo eso me dio una enseñanza muy grande, darles participación a todos. Como presidente del Concejo le puse mucha atención al cuidado de lo institucional, que la gente pudiera ir, buscar a cualquier concejal, que pudieran participar de las decisiones: un Concejo de puertas abiertas. Ocurre que las cosas empeoraron en la realidad y uno empieza a prestar más atención a eso, yo me debo más a esa tarea, la inseguridad, el mal funcionamiento del transporte, el estado de las plazas, de las calles, todo eso cuanto más recorrés, más recoges.

—¿Los barrios están mal porque dejaron de ser una prioridad o empeoraron en el marco de un contexto más amplio?

—Se han relajado. Ha habido un relajamiento de los cuadros técnicos, porque políticos han tenido pocos evidentemente, que han conducido las distintas áreas municipales. ¿Por qué? Porque el país después de esa crisis profunda de 2001, se fue estabilizando y delegó en el gobierno nacional, que tuvo una fuerte intervención en políticas sociales, no digo ni buenas ni malas, cada uno sabrá. Entonces los municipios se han relajado. Cuando gana Binner la provincia en 2007, el municipio de Rosario puso énfasis en otras cosas, puso la prioridad en otro modo de construir. Creo que eso está en el modo de gestión de (Miguel) Lifschitz y a (Mónica) Fein le toca la peor parte de ese proceso porque ya la crisis se vuelve a instalar. Concejales con mis características creen que hay que estar ahí, creo profundamente que los clubes barriales son útiles herramientas para desarrollar agendas de política de Estado para resolver la contención e integración social, educación al menos no formal y contribuir a resolver los gravísimos problemas como la inseguridad.

—Además se suma el problema de la violencia y un déficit en las fuerzas de seguridad.

—La cuestión va de la mano. El que conduce políticamente a la Policía tiene que tener una mirada integral y articular sí o sí con las políticas sociales. Las grandes ciudades que han tenido una complejidad enorme en esta trama social, lo han resuelto de este modo: le meten una policía bien organizada, capacitada y pertrechada pero también fuerte inversión del Estado en recursos para levantar lo social. Más plata para el deporte, salud, educación, talleres de inserción, de aprendizaje de oficios, pero todo eso tiene que ir al mismo tiempo, tiene que haber un gabinete social que realmente esté en el territorio resolviendo cada una de estas cosas.

 

“El debate lo doy dentro del Frente”

“Apuesto a construir dentro del Frente Progresista, mi debate lo doy dentro, mis observaciones tienen una propuesta atrás, no hago críticas para diferenciarme, hago la crítica pero tengo la propuesta”, sostuvo Zamarini para graficar que más allá de las críticas que sostiene sobre la conducción del oficialismo socialista, apuesta a la coalición de partidos como herramienta política. Pero, advirtió: “Si me escucharan más, entonces sí podríamos ponernos más de acuerdo”.

“La falta de debate del Frente Progresista lleva a que cada uno busque hacer la huella. Tiene que ver con quienes tienen la máxima responsabilidad de gobierno en las convocatorias a gobernar, no es distribuir cargos para que se vayan todos contentos, yo quiero tener protagonismo en esas decisiones, sino para nosotros hubiera sido más cómodo negociar un lugar por ahí”, dijo el actual presidente del Concejo. Zamarini denunció que “no ha habido” mecanismos de debate y discusión puertas adentro del frente y agregó: “Llevo décadas en esto, he tenido responsabilidades y a mí no me gusta acomodarme, a mí me gusta debatir. Y eso creo que es lo que nos hace crecer como sociedad”.

Las diferencias planteadas por Zamarini lo sitúan en una posición minoritaria puertas adentro del Partido Socialista: “Para mí no es un problema de familia, porque cuando tenemos problemas de familia, tenemos que resolverlo dentro de la familia, tenemos que vincularnos, hablar y resolver los problemas. Esto es un problema político, estamos viendo políticas, no es tan así de que no tenemos tantas diferencias”.

“Creo que eso es relativizar la profundidad de lo que estamos hablando, lo cual no quiere decir que yo sea un mal bicho, un tipo muy criticón, yo soy constructivo, si me escucharan más, podríamos ponernos más de acuerdo. Pero eso puede ser con quien gobierna o con cualquier otro, me han elegido 10 veces como presidente los concejales de la oposición, algún punto de coincidencia habrá. Bueno, que entre los oficialistas empiecen viendo eso”, finalizó.

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