Un hombre de 45 años fue acribillado a balazos ayer a la madrugada cuando el o los atacantes lo sorprendieron en inmediaciones del Fonavi de Lola Mora al 50, en barrio Tablada. Tras el homicidio, la Policía dio intervención al personal de la ex Digedrop, debido a que descubrieron que a metros de donde estaba el cuerpo sin vida de la víctima –quien contaba con un pedido de captura por no regresar de una salida transitoria de la Unidad Penal 3– había una vivienda precaria dedicada a la venta de estupefacientes.
Según fuentes policiales, el caso se conoció alrededor de la 1.40 de ayer cuando un vecino de barrio Tablada se comunicó al 911 para advertir que en inmediaciones de Lola Mora al 50, cerca del núcleo 18 del Fonavi, había una persona herida de arma de fuego. Cuando los uniformados llegaron al lugar se encontraron con un hombre, quien fue identificado a media mañana de ayer como Daniel Ramírez, de 45 años y conocido como Pelado, gravemente herido de múltiples impactos de arma de fuego. “El personal del Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) le practicó tareas de reanimación, pero no logró hacerlo reaccionar”, indicaron voceros del caso.
Tras el deceso, el médico forense constató 8 orificios de bala distribuidos en la zona intercostal izquierda y derecha, en ambas axilas y un impacto que traspasó la cadera. Además, cerca del cadáver se encontraron 3 vainas servidas calibre 9 milímetros.
De acuerdo con la investigación, los uniformados de la comisaría 11ª y la Brigada de Homicidios descubrieron que Ramírez, cuyo último domicilio figuraba en Ituzaingó al 4600 de la zona oeste, estaba prófugo de la Justicia desde 2006, cuando no regresó de una salida transitoria del penal de la Unidad 3, de Zeballos y Riccheri.
“El hombre era oriundo de Chaco y contaba con gran cantidad de antecedentes delictivos. El último fue por un homicidio ocurrido el 27 de diciembre de 1994 en la zona de la seccional 13ª. Por este hecho fue procesado por el magistrado a cargo del Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación y condenado por el magistrado de Sentencia 1 a 13 años y 3 meses de prisión”, describieron las fuentes para agregar que aunque todavía no descartaron ninguna de las hipótesis los pesquisas estiman que se trató de un ajuste de cuentas.
A su vez, los uniformados de la Unidad Regional II advirtieron que a pocos metros de donde yacía el cuerpo sin vida de Ramírez se levantaba una precaria vivienda que tenía todas las características edilicias de ser un búnker dedicado a la venta de estupefacientes. Fue en esa instancia que los policías dieron intervención al personal de la Dirección de Prevención y Control de Adicciones (ex Digedrop) quienes llegaron a los pocos minutos y allanaron la construcción.
Un vocero del caso señaló que dentro del búnker incautaron 78 bochas de cocaína y otras 43 de marihuana, fraccionadas y listas para la comercialización.
El caso quedó a cargo del Juzgado de Instrucción en turno con la colaboración del personal de la Brigada de Homicidios y la comisaría 11ª.
Identifican cadáver en la zona oeste
El hombre, cuyo cadáver fue encontrado el sábado pasado a 150 metros al sur del comienzo del paso conocido como Camino del Indio, fue identificado anteayer como Adolfo Alegre, de 45 años y apodado El Lobo. El día del hallazgo los pesquisas establecieron que la víctima fatal contaba con múltiples heridas de arma blanca en la zona de cabeza y cuello.
Según fuentes policiales, el hecho se conoció cerca de las 16.30 del sábado pasado cuando dos mujeres que pasaron en moto por el Camino del Indio, como se conoce a un pasaje de ripio y tierra ubicado al oeste del puente Wilde, descubrieron el cadáver y dieron aviso.
Cuando los uniformados llegaron, el cuerpo sin vida de Alegre yacía tendido al lado de una zanja, vestido y con múltiples heridas de arma blanca en la cabeza y el cuello. Según las primeras estimaciones, llevaba entre 12 y 24 horas sin vida.
En ese marco, los investigadores trabajan para establacer el motivo y la mecánica del crimen.
A su vez, agregaron que lo que se sabe es que el hombre había nacido en Chaco, transitó por muchos domicilios en jurisdicción de la subcomisaría 22ª (misma zona adonde lo encontraron) y tenía antecedentes delictivos contra la propiedad y también por un homicidio.
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