Ciudad

Por deuda que no puede pagar

Vuelven a intimar a la mujer embargada por el banco Columbia

Ahora le piden que abone los casi 300 mil pesos en solo tres cuotas. La Defensoría del Pueblo había intercedido en el caso


Beatriz Mantecón tiene 59 años. Sufre de Epoc y cobra una pensión por discapacidad en el banco Columbia.

Beatriz Mantecón tiene 59 años. Sufre de enfermedad pulmonar obstructiva (Epoc) y cobra una pensión por discapacidad en el banco Columbia. La semana pasada la entidad financiera la notificó por una deuda de casi 300 mil pesos porque en 2016 sacó un crédito por $30 mil que no pudo pagar. Y le retuvieron la pensión. Tras la denuncia que hizo la mujer, desde la Defensoría del Pueblo de Santa Fe pidieron que se le restituya el dinero retenido a su cuenta. Finalmente se lo depositaron, pero este lunes le llegó otra notificación: le piden que cancele la deuda en tres pagos de 116 mil pesos o un pago único de $267.250. “No lo puedo creer. Es irrisorio. Estoy muy mal de salud. No puedo ni ir al médico, no me puedo mover. Tengo miedo”, se lamentó.

El Banco Columbia le había retenido 4.600 pesos (que este mes subió a 8 mil porque se sumó el aguinaldo) que cobra mensualmente por tener una pensión por discapacidad, y le exigía que pague los casi 300 mil pesos en seis cuotas de 79 mil.

La mujer hizo la denuncia en la Defensoría del Pueblo, dónde explicaron que no fue correcto el accionar de la entidad financiera. Los embargos en caso de deudas –dijeron desde el organismo- tienen que ser ordenados por la Justicia y nada de eso pasó.

A Beatriz le sacaron el dinero y, luego de las gestiones que hicieron desde la Defensoría, se lo devolvieron. Con el paso de los días y la repercusión mediática, la denuncia de la mujer fue creciendo. “No son casos habituales. Nos sorprendió porque se comportaron como juez y parte. Tenían 20 días hábiles antes de que el Banco Central de la República Argentina pudiera intervenir”, dijo Guillermo Frisco, abogado de la Defensoría del que intervino en el caso.

La mujer vive en una pensión y no puede trabajar por sufrir distintas enfermedades. A duras penas camina. Cuando puede, recorre los pasillos de distintos sanatorios repartiendo tarjetas personales donde dice que es acompañante terapéutica y asegura que tiene buenas referencias.

 

Para tener en cuenta

 

La Defensoría del Pueblo solicitó a todo aquel que se haya visto afectado por una situación similar, que se acerque a cualquiera de las sedes o delegaciones de la institución con toda la documentación que obre en su poder.

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