Es necesario conectarnos con la Energía Universal, aprender a ser agradecidos, conectarnos con la gratitud, con el bienestar y la paz interior. A través del Reiki, cada día, con cada sesión aprendemos a revitalizar nuestra Energía Vital, nuestro ki, fortaleciéndonos al permitir estar en equilibrio tanto en lo mental y emocional como lo físico. El Reiki nos permite salir adelante, al dejar de lado situaciones negativas que nos impiden disfrutar nuestras vidas, dejando de ser presas de nuestros miedos, e inseguridades. Permite que nuestra mente se relaje, conectando con la habilidad natural de nuestro Ser de estar armonizados, lejos del estrés, dejando de lado la energía negativa que procede de la melancolía, la depresión y la ansiedad, armonizando nuestra energía vital al conectarla con la Energía Vital Universal procedente de un Todo abarcador.
En el plano físico el Reiki aporta bienestar a nuestras células permitiéndonos a través de los símbolos conectarnos con un rejuvenecimiento de nuestra energía vital, con el equilibrio necesario para conectarnos con hábitos positivos para nuestra salud. También ayuda a priorizarnos como seres que evolucionamos con cada desafío, escalando con cada uno de ellos un peldaño hacia nuestra evolución y crecimiento personal. Permite purificar nuestro cuerpo de energías negativas, conectándonos con la fortaleza necesaria para salir adelante de diferentes dolencias, permitiendo observar la enfermedad como un bloqueo de nuestra energía vital. Es importante no volvernos rígidos, sino que por el contrario, ser flexibles ante los desafíos del día a día, aprender a observar nuestra vida desde diversos ángulos, permitiendo ver los obstáculos, los bloqueos, como una oportunidad de superación, de conectarnos con la capacidad de ser flexibles y a la vez, ser lo suficientemente fuertes como para indagar en nuestro interior aquella emoción que verdaderamente nos bloquea y que muchas veces, aparece como una enfermedad en nuestro plano físico.
El Reiki nos permite conectarnos con la posibilidad de crear un tiempo de calidad para nosotros mismos, indagar las causas de aquello que nos bloquea y permanece oculto, de revitalizar nuestra Energía vital al actuar en todos los planos: físico, mental y emocional. Nos ayuda a fortalecer nuestro Hara, fuente de nuestra energía vital, conectándonos con la Energía Vital Universal.
Recordemos que la rigidez en nuestros pensamientos muchas veces aparece, por ejemplo, como un malestar en nuestras articulaciones; el orgullo, la falta de perdón hacia uno mismo o a otros se puede manifestar en un malestar que afecta nuestras rodillas. Dejar de lado la rabia, el rencor es aprender a trasmutar lo negativo en positivo, dejando de ser víctimas de esa situación que nos afecta, dejamos de ser víctimas de la emoción que nos bloquea.
Opta por dejar de sentirte pisoteado por las circunstancias dolorosas de tu vida para conectarte con lo positivo .Ser protagonista y no víctima de tu vida es tener la fortaleza de recomenzar si es necesario, de reconstruirte y fortalecerte soltando el dolor pasado.
Fortalecer nuestra energía vital es aprender a superarnos a nosotros mismos, de tener bienestar interior, quitándole el poder a aquella situación que causó dolor para centrarnos en el aprendizaje que ello nos aporta. Renacer al dejar de lado el dolor es renacer a nuevas oportunidades dejando de lado miedos y angustias que nos bloquean. Trasmuta la desvalorización del otro al no permitir desvalorizarte a ti mismo, de este modo, las acciones del otro no hacen mella en tu interior.
Cada día tenemos la oportunidad de optar y elegir qué emoción vivir, elije la oportunidad de sentirte bien, de sentirte vital, con optimismo y confianza en ti mismo, de tener bienestar interior confiando en tu capacidad de superación para conectarte con el equilibrio, la armonía y el bienestar de estar en paz contigo mismo para poder estar en paz con otros. Aprende a ser optimista y trasmuta el dolor.
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