El Hincha

¿Seguirá Sensini?

Newell's necesita más a Sensini que Roberto a Newell's. Por Gabriel Pennise.

El presidente de Newell’s, Guillermo Lorente, fue muy claro cuando dijo, “quiero que Roberto (Sensini) siga con nosotros hasta el final del mandato”. Frase que tiene proyección en el manifiesto deseo del entrenador, “quiero seguir en Newell’s, pero después que termine el campeonato nos sentaremos a conversar”. La segunda parte de la apreciación de Sensini encierra la parte más jugosa del tema. Conlleva una sentencia: Newell’s necesita a Sensini mucho más que Sensini a Newell’s.

El presente económico de la entidad choca de frente con las prioridades que debe tener un técnico ambicioso. Más allá que Newell’s pueda clasificar (hoy depende de Independiente, en primer lugar, de Racing y después de sus fuerzas) para jugar la próxima edición de la Copa Libertadores, la idea es conocer objetivos. Y acá es donde se produce el impacto. Apostar por si sale le dio a Gustavo Dezotti, mánager del fútbol rojinegro, un éxito y otro fracaso. Achucarro y Boghossian vinieron por casi nada, y rindieron mucho. En cambio, Taborda y Borghello fueron un fiasco.

El nueve de 29 años jamás justificó su presencia, lento, sin ritmo de juego, apenas jugó un rato y no dejó nada como para hacer pensar que Sensini fue injusto con él en no darle más chances. Lo de Borghello es diferente, corre, mete, exige a los defensores, pero le tiene miedo al gol. Un mal fatal para un centrodelantero, disimulable si encuentra un socio goleador como lo fue Leandro Caruso en Godoy Cruz. Su foja marca un gol en 17 partidos, raquítico promedio.

Entonces, la llegada de un delantero probo. Y que no venga a destaparse a Newell’s es impostergable. Sensini ya mostró que es un técnico capaz de parar ordenadamente un equipo en el campo de juego y trasnformarlo en incómodo para cualquier rival. Pero si pretende ir por más, el famoso “salto de calidad” que tanto esperan los hinchas, necesita refuerzos importantes. Y eso choca contra las flacas arcas rojinegras, con deudas que alcanzarían los 100 millones de pesos, producto de una desagradable herencia. Situación que impone alguna venta importante, tipo Formica o Sperduti (ambos atravesando un momento malo, posiblemente producto del cansancio por el trajín del año).

La conclusión es simple. El hincha va a pedir más, quiere pelear con posibilidades concretas por algo. No se conforma con alentar a un equipo serio, quiere dar pelea. Y eso, Sensini con lo que tiene no lo puede dar. La alternativa para que la situación no se le vuelva en contra al entrenador es que antes del comienzo del Clausura se le diga al hincha, claramente, para qué esta el equipo. Caso contrario para Sensini puede ser contraproducente seguir en Newell’s.

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