Las tormentas se van aplacando de acuerdo con las conveniencias dentro de la interna radical. Los problemas del Frente Renovador fueron ayudando a la migración de simpatías hacia Mauricio Macri, incluso entre quienes se opusieron al acuerdo con el PRO y generaron una crisis antes y después de la Convención Nacional que autorizó la Paso común entre Ernesto Sanz, Elisa Carrió y el jefe porteño.
Macri y Sanz se repartirán desde ahora la campaña en el país. Dos criterios van a marcar la estrategia: donde el radicalismo local juegue hacia la ortodoxia y exija independencia dentro de la campaña en la Paso, el presidente del radicalismo aparecerá solo. Macri se sumará allí donde el acuerdo entre radicales y PRO es más fuerte y se comparten candidatos.
De todas formas, habrá foto con Macri en cada una de las provincias que resistieron el acuerdo con el PRO y pidieron más libertad de acción en sus distritos para mantener, como finalmente hicieron, alianzas con el massismo.
De esa lista, el punto más duro a resolver pareció la posición de Gerardo Morales en Jujuy, el primero en sacarse una foto con Sergio Massa y cerrar un acuerdo en su provincia con el Frente Renovador y el principal opositor a Ernesto Sanz en la Convención de Gualeguaychú al acuerdo con Mauricio Macri que se terminó cerrando.
Finalmente, Morales fue quien le dio el mayor despliegue a Macri en Jujuy. El miércoles pasado, Sanz y el jefe porteño caminaron con Morales por Jujuy capital y luego, en conferencia de prensa, lo apoyaron como candidato a gobernador, denunciando al mismo tiempo las prácticas de Milagro Sala en la provincia, principal opositora del radicalismo local.
Esa misma noche, Macri partió a la Quebrada de Humahuaca junto a Emilio Monzó, Marcos Peña, Esteban Bullrich y Diego Santilli.
Al día siguiente, Morales fue a buscarlo durante el desayuno y juntos, ya sin Sanz, que había partido a Córdoba, salieron a recorrer la Quebrada junto al médico jujeño Jorge Gronda y el referente partidario de Salta, Juan Collado.
Morales, que se mueve en Humahuaca como en territorio propio, le presentó a los intendentes de la ciudad homónima, Aldo Herrera, y de Tilcara, Félix Pérez.
El cambio fue doble: Morales no abjura de su acuerdo con Massa y de hecho sigue diciendo, aunque con menor intensidad, que apoyará al tigrense en la presidencial, pero la cabeza de la campaña pasó a quedar en Macri.
Al mismo tiempo, el PRO aceptó las reglas del juego: le hubiera sido imposible ir con lista propia en Jujuy, donde no tiene estructura alguna ni para fiscalizar urnas. Luis Naidenoff en Formosa o José Cano en Tucumán son ejemplos que vendrán en el cambio de estilo.
Hay otras novedades que desembarcaron en el radicalismo en la última semana. Sanz, por ejemplo, confirmó oficialmente lo que la realidad indicaba: la UCR no tendrá candidato propio a gobernador en la provincia de Buenos Aires. “Nuestra candidata a gobernadora en la provincia de Buenos Aires es María Eugenia Vidal, no tenemos un postulante en ese distrito”, dijo. “La idea es integrar listas para potenciar la alianza que tenemos con el PRO y la Coalición Cívica”.
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