Tablada parece acercarse otra vez al de triste ranking que supo liderar los barrios rosarinos con más homicidios, donde la vida de los pibes no vale nada. Ayer por la tarde, otro adolescente fue asesinado de un tiro por la espalda, en plena tarde, mientras circulaba como acompañante en una moto por Garibaldi y Necochea, una zona donde los quioscos de drogas son más frecuentes que las granjas, aunque la Policía no mencionó la palabra búnker cuando informó el crimen de Franco Maximiliano Gómez, de 16 años.
Según datos policiales, pasadas las dos de la tarde de ayer, el adolescente iba como acompañante en un rodado de baja cilindrada cuando dos muchachos a bordo de otra moto se acercaron y sin mediar palabra le dispararon por la espalda, para darse a la fuga. El chico ingresó al hospital Roque Sanz Peña y falleció minutos después.
“En lo que va del mes ya tuvimos 28 homicidios. Esta ola de crímenes violentos en los barrios marginales de la ciudad ya no lo puede parar nadie”, dijo un investigador policial en relación con la saga sangrienta que se apoderó de algunas zonas periféricas donde se multiplican los búnkers, y con ellos las adicciones en edades más tempranas y los robos para poder complacerlas. En un escueto informe, los uniformados con intervención en el caso dijeron que la víctima tenía antecedentes penales y que no había pistas sobre los autores del ataque.
Homicidios en zona sur
Hace menos de una semana, en la misma jurisdicción de barrio Ta blada fue asesinado Hugo Neto, un hombre de 35 años desde una moto en movimiento. Pero a lo largo del año varios pibes fueron acribillados a balazos. Entre ellos, Luciano Cáceres, de 16 años, Nicolás Brambilla, de 19, Franco Pereyra, de 17 y según su familia víctima de gatillo fácil, Nicolás López, de 18, Daniel Ramírez, de 45, Fabricio Montes, de 20, e Iván Basualdo, de 17.
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