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Venezuela sufre por una escasez histórica

La convulsión política y social de la última semana generó la cifra más alta que se ha registrado desde 2008.

La convulsión política y social de la última semana coincidió en la actualización, por parte del Banco Central de Venezuela (BCV), del índice de escasez hasta un 28 por ciento, es decir, la cifra más alta que se ha registrado desde que comenzó a medirse en 2008.

Este envión fue adjudicado por analistas a las rebajas en electrodomésticos y alimentos obligadas por el presidente Nicolás Maduro en noviembre pasado, y que lo condujeron a una victoria asegurada en las elecciones municipales. Pero este “regalo” electoral se esfumó entrando enero, cuando la mayoría de los productos no pudieron ser repuestos por la ausencia de divisas. Con todo, Venezuela es a la fecha el país petrolero de peor desempeño económico y con la inflación más alta del mundo, que llega al 56,3 por ciento.

“En los alimentos fundamentales, el resultado fue 26,2 por ciento, lo cual representa un mejor abastecimiento de estos rubros respecto al mes de diciembre (28,3 por ciento). En el nivel de escasez de enero resultó determinante la menor disponibilidad de vehículos, motocicletas y otros que no se asocian a las necesidades esenciales de la población venezolana”, sostuvo el BNV en un comunicado. En resumen, los datos aportados indican que cerca de un tercio de los alimentos básicos no existen en las estanterías y tampoco pueden ser repuestos.

Nadie arriesga

En un país que importa todo lo que consume y donde el uso del dólar está extremadamente limitado, pasa sus horas con los pocos inventarios que le quedan a los privados y con las importaciones oficiales. Mientras que las grandes productoras se oponen a llevar mercancía porque se resguarda ante impacto de la aplicación de la flamante Ley Orgánica de Precios Justos, que establece márgenes de ganancia de 30 por ciento y hasta pena con la cárcel a quienes no cumplan con ella.

“La población continúa recibiendo, con igual o superior intensidad, los beneficios que brinda el Estado en todo el país, a través del sistema de comercialización público, en las que se pueden adquirir los alimentos de la cesta básica a precios solidarios”, se explicó en la nota oficial del BCV.

Al problema interno se suman las toneladas de productos de primer orden, como leche y harina, y hasta combustible que son contrabandeados cada día hacia Colombia y que se han convertido en una tentación para las mafias. En los datos oficiales se indica que alrededor del 40 por ciento de los alimentos que Venezuela compra en el extranjero son vendidos por delincuentes en Colombia, y que en total, equivale a una pérdida de 1.400 millones de dólares anuales.

Todo sirve. A pie, en moto, en grandes camiones, los 2.200 kilómetros de frontera bilateral son el paraíso de los llamados “bachaqueros” en su trasiego de alimentos, productos de higiene o medicamentos. Al respecto, los cancilleres de Venezuela y Colombia, Elías Jaua y María Angela Holguín, respectivamente, aprobaron medidas para hacer mermar este flagelo. “El memorando comprende la metodología de cómo se va a trabajar entre los cuerpos de seguridad, las autoridades administrativas y las medidas comerciales y cambiarias requeridas para impactar positivamente en la lucha contra el contrabando”, sostuvo Jaua en la conferencia de prensa.

Ante esta situación, el líder de la oposición Henrique Capriles salió a la calle para denunciar la escasez que se vive en el país. “Ahora en el mercado, ejemplo de un modelo económico fracasado y nada que el gobierno quiere que cambie”, escribió el también gobernador de Miranda y excandidato presidencial en la red social Twitter.  “¡Conseguí mostaza! ¡Milagro! El “no hay”, dos de las palabras más utilizadas por nuestro pueblo”, agregó en otro de sus mensajes virtuales.

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