Ciudad

Vecinos se reúnen para reclamar mantenimiento urbano

Pertenecen a vecinales de diferentes barrios de la ciudad y enumeraron problemas irresueltos.

Por: Laura Hintze

Fue a través de un volante, repartido por toda la ciudad, que los Vecinos Unidos de Zona Sur comenzaron a hacer público su reclamo, por el que ya hace tiempo vienen moviéndose. El “papelito”, como lo nombra y señala Nicasio Retamal, uno de estos vecinos, manifiesta una serie de problemáticas no menores con las que se enfrenta día a día la zona sur: calles sin pavimentar, cloacas en mal estado, falta de representación en el Concejo Municipal y basurales, entre otros. Ante algunas respuestas obtenidas (llamados y planes de licitación), la notificación de la Secretaría de Obras Públicas de haber dado cuenta de estos reclamos, y la consecuente esperanza generada, los vecinos esperan. Pero si no aparecen las soluciones, Retamal afirma, casi en tono de advertencia: “Volveremos”.  Desde la Municipalidad, en tanto, funcionarios refutaron en lo que les compete los reclamos.

“Los Vecinos Unidos de Zona Sur nos juntamos de distintos barrios, de distintas zonas, como por ejemplo Tiro Suizo, Las Delicias o Las Flores. Hay uno o dos referentes de cada lugar”, cuenta Retamal. Remarca, también, que esta pluralidad de barrios presentes en el grupo se debe a que “el Presupuesto Participativo eliminó las vecinales”. Se autodefinen como vecinos “bien informados, por eso siempre decimos cosas a las que ellos muchas veces no saben qué contestar”. Están organizados en asamblea, “como la de Gualeguaychú, que no tiene comisión directiva, sino que somos todos referentes”.

En este momento, los reclamos que hace Vecinos Unidos son varios, aunque, destaca Retamal, dos temas son los fundamentales: abrir calle Entre Ríos y pavimentar la avenida Batlle y Ordóñez.

“Calle Entre Ríos está cortada, hay dos paredones, pertenecientes al club Tiro Suizo, que cortan la calle completamente. Abrir esta calle recuperaría la zona, realmente. Por dos motivos: sería paso directo de colectivos y vecinos, y además desarrollaría toda la zona, porque se pondrían más negocios y la gente arreglaría sus viviendas con más ganas”, detalla Retamal; y relata, a modo de ejemplo, que cotidianamente hay que desviarse para llegar a casa, que los colectivos y taxis también tienen que hacerlo, y se pregunta por qué es necesario enfrentarse a tales incomodidades.

El otro tema que encabeza la lista de reclamos es la pavimentación en Batlle y Ordóñez, “donde pavimentaron desde calle Ayacucho hasta Bermúdez, pero desde allí hasta San Martín es todo tierra. Además, no hay cantero central ni semáforos, hay que esperar en medio de la calle para cruzar. Ya hemos lamentado heridos, no queremos lamentar muertos”, cuenta Retamal.

Y a esos dos reclamos les siguen agregando otros, contextualizando una zona sur en completo abandono: los parques Regional Sur e Irigoyen están abandonados; la esquina de Avenida Del Rosario y San Martín se inunda completamente apenas llueve; después de las 20 “es un sacrificio esperar colectivos… y a la madrugada ni hablar”.

Retamal denuncia, además y por último, pero no por eso restándole importancia, un basural a cielo abierto entre dos escuelas y un sanatorio, en calle San Martín y Centenario. “¿Cómo puede ser? Sólo levantan la basura cada 3 o 4 días, cuando ya no se aguanta el olor”, se indigna el vecino.

Pero gracias a esa indignación, nació el papelito, que Retamal señala orgulloso y dice que gracias a él “llamaron desde la Municipalidad a licitación para hacer las cloacas y también para arreglar avenida San Martín desde 27 de Febrero hasta bulevar Seguí”.

La realidad es que de a poco los pedidos son escuchados y respondidos por aquellos que, a su vez, los vecinos no sienten que los representan. Retamal, que lleva la lucha a todas partes, relata algunos encuentros con concejales de la ciudad, en busca de mostrar “cómo nos desprecian”.

“A (Jorge) Boasso, por ejemplo, me lo encontré en una fiesta. Me lo presentaron, yo le pregunté si podíamos hablar y él me contestó que sí. Resulta que al rato viene y sólo me dice «chau, hasta luego»”. También habla de Héctor Cavallero, “que me dijo que me iba a mandar al secretario”, y de Agustín Rossi, que aunque no sea concejal, “también pateó para adelante”.

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