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Narciso Cantero se anotó para entrar a Gran Hermano

El referente de la ONG Manos a la Obra quiere participar del reality show para cumplir dos objetivos.

El albañil Narciso Cantero, dirigente de la asociación civil Manos a la obra, está dispuesto a dar un salto con el que pretende cambiar su vida: quiere formar parte de la nueva edición de Gran Hermano, el reality show que Telefé prepara para reeditar el año que viene. Para ello se presentó el último fin de semana al casting que se desarrolló en las instalaciones de Canal 5, donde se anotó como uno de los miles de postulantes que sueña con ingresar a la “casa más famosa del país”. En diálogo con El Ciudadano, Cantero contó que “la necesidad de tener un techo propio” y el proyecto de crear una fundación “que contenga a los compañeros que sufren accidentes laborales” son las razones que lo impulsaron a tomar esta decisión.

“Es simple: se trata de un desafío personal”, sintetizó el referente de Manos a la Obra, la asociación civil mediante la cual denuncia regularmente falta de seguridad en obras de la construcción y con la que consiguió cierta relevancia pública, sobre todo a partir de originales modos de protesta, como cuando quedó semidesnudo en plena calle.

Cantero admitió sin rodeos que lo impulsa a probar suerte en Gran Hermano la necesidad de un pasar económico más holgado, que cubra algunas de sus necesidades básicas. “Por ejemplo, un techo propio para dejarles a mis hijos. El dinero en efectivo es interesante, ¡cómo no! Claro que hay que llegar a la final del programa y ganar”, dijo. Y en el mismo nivel de expectativa puso la concreción de un sueño: crear una fundación para contener y ayudar a sus colegas que sufren accidentes laborales. “De esa forma, les daríamos una mano a los compañeros que quedan desamparados. Para hacer un proyecto como ése se necesita mucho dinero”, apuntó.

A la hora de analizar el desafío que propone Gran Hermano, Cantero demostró tener bien en claro que el programa “es una competencia psicológica” para el que los participantes deben estar preparados. “Y yo estoy capacitado, tanto física como psicológicamente”, afirmó. Y siguió: “Hay que competir, hay que tener la cabeza fría para medir cada paso que uno da dentro de la casa porque no hay que olvidarse de que es un juego”.

Generación

Con 45 años, Cantero busca un lugar entre los participantes del reality show cuando, justamente, la edad es uno de los pocos requisitos que la producción del programa estipula: entre 18 y 35 años. Aun así, el albañil se animó porque quiere que la gente de su generación “también esté representada” en el juego.

“Hoy en día es todo para los jóvenes, los pibes. En cambio, la gente de mi edad no tiene lugar. Y creo que tenemos experiencia, una vida recorrida y muchas cosas para aportar. Quiero llegar a demostrar que se puede dar una buena convivencia, más allá de la competencia en sí. Hoy veo que hay una separación, una distancia, entre la gente de mi generación y los jóvenes. Entonces perdemos la cultura de los valores y de la familia. Cada vez todo es más superficial, vacío y se pierde de vista la parte moral”, planteó.

Luego insistió con que “hay gente que no se ve en televisión, que está relegada” de ese espacio. “Esos hombres y mujeres de mi generación están a un lado, sin posibilidades, porque deben laburar todo el día, cumplir horarios y no les queda tiempo para nada. Además, todo lo que se hace es para los pibes”, planteó.

Farándula

Gran Hermano es un trampolín a la fama inmediata de sus participantes. Algunos de quienes pasaron por la casa tuvieron mejor suerte que otros; claro, según lo que cada uno entienda por “suerte” y según lo que fueron a buscar cuando se encerraron entre esas cuatro paredes vigiladas por cámaras de televisión las 24 horas. Entonces, todo se mezcla: el “estrellato”, los sueños, la vigencia y el olvido. “A mí la farándula no me llama. Yo soy una persona mayor y tengo dos hijos. Además, no conozco la noche más que de salir alguna vez con amigos o con mi ex mujer. Soy un laburante de toda la vida, no me interesan esas cosas y la fama no me va a tumbar”, enfatizó Cantero, quien recalcó estar “convencido y preparado” para afrontar la experiencia de jugar en el reality show sin perder la cabeza.

Casting

Cantero fue uno de los cientos de aspirantes a ingresar a Gran Hermano que el último fin de semana formó fila frente a las puertas de Canal 5, en avenida Belgrano, para entrevistarse con los productores del programa. ¿Qué pasó, entonces, en el casting? “Me preguntaron si estaba capacitado para entrar a la casa –relató–, y les dije que sí. Por supuesto que no me dieron ninguna expectativa sobre si voy a entrar o no”.

Según el albañil, los productores se interesaron en el perfil “fuerte” que mostró durante la charla. “Soy una persona activa, tengo carrera en la vida. Creo que dejé una buena impresión más allá de la cuestión de la edad. Les dije que tienen que darles oportunidades a la gente más grande porque tenemos mucho para aportar, sobre todo en la experiencia”, subrayó.

El interés de participar en Gran Hermano está impulsado por el deseo de conseguir “un techo propio” y crear una fundación para socorrer a obreros de la construcción. Pero hay más. “Algún día quiero hacer un programa de televisión en el que se enseñe prevención de accidentes laborales, como ya hubo una vez. Que se sepa cuáles son las medidas que se deben tomar”, señaló Cantero, al tiempo que recordó que tiene cursados dos años de la tecnicatura en higiene y seguridad laboral.

Aunque entusiasmado con la posibilidad de participar en el reality, igualmente Cantero es cauto sobre sus chances de formar parte del programa. “No es la primera vez que me presento a un casting de Gran Hermano. También fui cuando se hizo la segunda edición”, aclaró. Y, sobre el final, prometió: “Si llego a entrar, voy con el casco de obrero y todo”.

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