Quince días después de las elecciones primarias, el justicialismo y el Frente Progresista consiguieron dar muestras de unidad y restañar heridas. Ganadores y perdedores no le esquivaron a la foto conjunta y al documento de rigor comprometiéndose a trabajar para ganar el 24 de julio.
Esta semana, al mismo tiempo que Antonio Bonfatti, Agustín Rossi y Miguel del Sel retomen la campaña electoral, el principal dirigente político de la provincia estará cerrando los detalles de su candidatura presidencial.
Deshojando la margarita
Hermes Binner repartió el fin de semana entre reuniones políticas y familiares (ayer celebró su cumpleaños) y le pidió a sus colaboradores suspender todo contacto con la prensa. Quiso tomarse el tiempo necesario para hablar a fondo con quienes tenía que hablar y estudiar cada uno de los escenarios sea cual fuere la decisión final. Desde los millonarios costos de una campaña nacional, en especial en materia publicitaria, hasta la infraestructura para actos, movilidad, traslados, armado de listas, aspectos jurídicos, entre otros.
En eso estaba Binner mientras Margarita Stolbizer conducía el congreso del GEN de la provincia de Buenos Aires, su provincia, en el que le pidieron que sea candidata a gobernadora. A diferencia de los “margaritos” bonaerenses, en el resto de las provincias creen que debe ser la compañera de fórmula del gobernador santafesino.
En el Partido Socialista hay una mayoritaria opinión a favor de jugar en la elección presidencial. Voces de mucho peso, como el intendente Miguel Lifschitz, lo expresaron de forma explícita. Binner todavía no dijo ni sí ni no.
La lectura generalizada en el socialismo es que la fórmula Ricardo Alfonsín-Javier González Fraga –que consagra la comunión de intereses entre el bipartidismo y el establismenth económico-mediático– significa el corrimiento de la UCR hacia el centro, con un fuerte componente de centroderecha. Además intuyen que más temprano que tarde Eduardo Duhalde se sumará a ese espacio y que lo propio haría Mauricio Macri.
Así las cosas, los socialistas vieron que quedó libre todo el andarivel de la centroizquierda no kirchnerista. Intuyen allí un terreno fértil para cosechar una moderada cantidad de votos y sembrar las bases de un espacio político a futuro, alimentado con liderazgos y gobiernos distritales y un módico interbloque de diputados nacionales surgidos de las filas de Luis Juez en Córdoba, Pino Solanas en Capital y el GEN bonaerense.
Hermes Binner tiene tiempo hasta el 24 de junio para inscribir su candidatura, pero la decisión deberá tomarla antes, ya que el 14 vence el plazo para inscribir los frentes o confederaciones de partidos que competirán en las elecciones nacionales.
La decisión del PS y Binner se conocerá el sábado 11 en el congreso partidario convocado en Capital Federal. Mientras tanto, mañana está prevista la reunión de la mesa ejecutiva nacional del PS.
El sábado a la noche, después de un día de reuniones y contactos políticos, una fuente de primer nivel del socialismo confió que la decisión no estaba tomada: “Todas las opciones llevan a callejones que presentan complicaciones”, resumió.
Inmunización
En la reunión del Frente Progresista, de la que participaron los candidatos provinciales que competirán en la general del 24 de julio, el tema de las elecciones presidenciales rondó todo el tiempo. Hubo un explícito llamado a evitar que la campaña nacional interfiera en lo provincial, sobre todo teniendo en cuenta que dos de los partidos del Frente ya tienen candidatos a presidente (Alfonsín y Carrió) y probablemente Binner sea el tercero. Hugo Marcucci, presidente de la UCR, planteó la necesidad de ser prudentes a la hora de las declaraciones públicas.
Aun cuando las elecciones primarias nacionales están convocadas un mes después de las generales provinciales, el Frente Progresista deberá empeñarse en guardar las formas y concentrarse en retener la provincia. El gobierno se ha reservado un arsenal no menor para mostrar a los santafesinos en los próximos 45 días de inicio de grandes obras, algunas inauguraciones y lanzamientos de licitaciones de grandes obras públicas que siempre son bienvenidas aun cuando lleguen más tarde lo previsto.
Rossi avanzó
Enfrente, también el justicialismo consiguió dar muestras de unidad. La foto conjunta de ganadores y perdedores no borra las diferencias internas, sino que expresa que la confluencia entre los intereses del conjunto con los de cada grupo interno.
Agustín Rossi dio un paso importante al conseguir el aval público del Partido Justicialista y la posterior foto donde estaban todos, desde Juan Carlos Mercier a Rafael Bielsa, pasando por Perotti, el presidente del partido Ricardo Spinozzi y candidatos electos el 22 de mayo.
También a él le toca liderar la campaña electoral en un clima atravesado por la campaña nacional. El cierre de la lista de diputados nacionales, a definirse en los próximos diez días, puede dejar heridas si no se maneja con cuidado. El problema de Rossi es que no todo el juego está en sus manos, sino que mientras su hermano Alejandro opera el armado de la lista con el resto de los sectores del PJ, las decisiones finales están, como siempre, reservadas a la presidenta y sus colaboradores más cercanos.
Omar Perotti ya hizo saber que le interesa encabezar la lista de diputados nacionales. Su razonamiento es: “El ganador de la primaria candidato a gobernador, el segundo primer diputado nacional”. Espera que el ofrecimiento se lo haga la propia Cristina y de antemano asegura que si no es el primer lugar no ocupará ningún casillero. Suena como el planteo ideal, pero la pregunta siguiente es ¿qué futuro imagina entonces para sí mismo Omar Perotti si no es en una banca del Congreso fruto de integrar una lista atada a la de la reelección de la presidenta?
Si el sábado el Frente Progresista dio señales de haberse inmunizado contra las influencias negativas que pueda traer a Santa Fe la compulsa nacional, para el justicialismo no es tan fácil. Nunca se sabe. En los 8 días que faltan para el cierre de listas la imaginación tomará por asalto el reino del armado electoral.
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