En la ciudad, el arrollador crecimiento del parque automotor determinó que hoy circulen 400 mil autos y 180 mil motos, en las mismas calles donde hasta hace algunos años los vehículos llegaban a la mitad. Más allá de reducirse las muertes por el tránsito, que bajaron, ya que en 2007 llegaban a 71 y en 2010 fueron 33, la necesidad de cambiar la educación de quienes manejan llevó a las autoridades a utilizar medidas ingeniosas. Fundamento de ello son los números que se manejan en relación a 2010, cuando uno de cada cuatro autos que circuló transgredió el límite de velocidad permitida en la ciudad.
“Tenemos que cambiar nuestras conductas y valores viales”, aseguró Luis Baita, subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana de la Municipalidad y destacó que a uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el Estado es la falta de respeto a las normativas viales, principalmente la velocidad máxima y el uso del casco para las motos. Los números de los que da cuenta Baita son estremecedores, si se tiene en cuenta que las inconductas al volante son posibles causas de muerte. “En 2010 tuvimos cien mil actas labradas por exceso de velocidad máxima en avenidas y 60 mil por cruzar semáforos en rojo. Si partimos de que la ciudad tiene aproximadamente 400 mil vehículos, estamos pensando en una proporción bastante elevada”, explicó el funcionario.
Y aseguró que con estos números se podría asegurar que 1 de cada cuatro autos no respeta la velocidad máxima. “Tenemos dos modalidades para tomar la velocidad de los vehículos. Por un lado están los semáforos fijos, que tienen radares y por el otro los radares móviles, que van cambiando de ubicación”, destacó.
Los datos dan cuenta de que 87 mil de esas inconductas por exceso de velocidad provienen de los semáforos fijos y el resto de los móviles.
Baita sembró el alerta al cruzar los datos. “Eso da como resultado que si en Rosario hay un parque automotor de 400 mil autos, uno de cada cuatro no respeta la velocidad máxima”, sostuvo Baita y agregó que todas las medidas que se toman en materia de educación tienden a que se incorporen hábitos que puedan darle mayor valor a la vida.
Al respecto destacó que las muertes al volante en la ciudad se redujeron en forma notable, ya que de 2007 al 2010 disminuyeron las muertes de 71 a 33.
“Si bien la valoración cuantitativa es auspiciosa, son muertes que se pueden prevenir respetando la seguridad vial”, afirmó.
Motos
Otra de las cuestiones a tener en cuenta viene de la mano de las motos. “El Sistema Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) cuenta con su estadística, Y sostiene que da cada 10 accidentes de tránsito que atiende, en 6 participaron motos”, explicó.
En la actualidad hay 180 mil motos circulando en Rosario, Baita insistió en que es necesario que exista un mayor apego a las normas de tránsito, a la convivencia cuidada. Y en ese punto destacó que muchos motociclistas no usan el casco.
Una de las posibles soluciones que encontró la Municipalidad es la de abrir un curso obligatorio para los motociclistas multados por no cumplir esas pautas determinadas, “para capacitar sobre la seguridad y la importancia de cumplir las normas”. En lo que va de este año, ya pasaron por esas aulas más de 1.800 personas.
Otro de los síntomas del mal manejo en la ciudad tiene que ver con las cifras que se desprenden de los controles de alcoholemia. Allí las cifras también son importantes, ya que el 25 por ciento de los controles que se les realizaron a motociclistas dieron positivo, mientras que en automovilistas el porcentaje de positivos oscila entre el 12 y el 13 por ciento.
De todos modos, Baita destacó la tarea del Estado en reforzar aún más los controles, ser más eficientes; pero también “aportar parte de nuestra energía en lo que es capacitación y sensibilización, para que cada vez el tránsito de Rosario sea más respetuoso y más seguro”. La fórmula no es complicada, pero lograr que dé resultado sí: “Hay que respetar las normativas, tener conductas más saludables y más seguras”, concluyó.
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