Ciudad

Hábitat

Unas 70 familias tomaron un terreno lindero con Zona Cero

Continúan los conflictos de ocupación ilegal en ese sector del noroeste: ahora se instalaron en un loteo privado.


Un grupo de familias inició la toma de un terreno lindero con las viviendas sociales que la provincia construye en la denominada Zona Cero, en el noroeste de la ciudad. Ellos plantean una propuesta: abonar una cuota mensual para poder lotear el espacio y levantar construcciones de material. “No queremos hacer una villa, queremos tener un hogar para nuestros hijos”, afirman. Según los propios ocupantes, el lugar “hace 15 años que está desocupado” y sólo alberga algo de maleza y yuyos altos, ideal refugio para roedores.

Asimismo aseguran que, como no posee iluminación o mantenimiento, es utilizado como vía de escape por los delincuentes que se aprovechan de aquellos que descienden en una parada de colectivos cercana.

La primera ocupación del terreno, que pertenece a un privado y está ubicado en Villa del Parque y Cullen y Ugarte, se registró el viernes por la noche, cuando un grupo de personas montó unas precarias carpas cubiertas por nylon negro que en horario diurno, bajo el sol, no puede ser siquiera tocado con la mano. El número de ocupantes fue creciendo y ayer, según afirman, eran ya 66 las familias instaladas. Sin embargo, la toma, al menos ayer, lucía pacífica: yacían cobijados bajo el fino toldo bebiendo mate o agua de una vieja botella de Coca Cola, reclamando un lugar donde vivir.

“La Policía dijo que es el primer acampe en el que no los reciben a piedrazos. Pasa que si nos quedamos acá (al costado del terreno) no nos van a dar bola. Parece que la solución es juntarse y armar una carpa grande en el medio del terreno hasta que nos den una respuesta”, evaluaron.

Cuando uno terminaba de hablar, otro tomaba la posta: “No queremos que nos regalen, queremos un plan de pago. Hay que hacer algo en este lugar porque los choros te esperan ahí en la parada, te roban y después se van corriendo por el terreno. La otra vuelta, a una chica la arrastraron hasta el campo, pero un vecino la pudo fichar y la pudimos salvar, sino andá a saber qué le hacían”.

Esta no es la primera ocupación que se registra en la zona. En los últimos días de enero, un grupo de familias usurpó algunas de las 1.500 viviendas que la provincia levanta sobre la zona noroeste de la ciudad. A raíz de ello, censistas de la provincia iniciaron un relevamiento para determinar el porcentaje de ocupación irregular. En la primera etapa, se censaron 200 viviendas, de las que el 20 por ciento presentaba situaciones no esclarecidas.

“La gente que está acá tiene chicos pero no quiere usurpar el terreno. El dueño murió hace unos años y, supuestamente, el único heredero está viviendo en España, pero en catastro no figura un dueño. Podríamos haber hecho como hicieron muchos, que se metieron en las casas (que construye la provincia). Pero no: pedimos una solución para que nuestros hijos puedan tener un techo”, explicaron.

La provincia no se mete

Fuentes del gobierno provincial consultadas por este diario aseguraron que por el momento no intervendrán en este nuevo caso de usurpación, ya que “se trata de un tema que deberá solucionar el privado, dueño de los terrenos ocupados, a través de la Justicia para encontrar la mejor solución posible; por lo tanto, desde el gobierno no es mucho lo que se puede hacer”.

De todas formas, aseguraron que se monitorea de manera constante la zona para preservar la seguridad en el lugar.

La misma fuente indicó que “esta usurpación ocurre cerca de un complejo habitacional que construye la provincia, pero pudo haber pasado en otro sector de la ciudad; de hecho, de este tipo de casos se dan prácticamente uno por mes en distintas zonas”.

De todas maneras, admitieron que “de la única manera en que desde el gobierno provincial se podría intervenir es si así lo decide la Justicia, que es donde se debe dirimir esta cuestión entre los ocupantes y el dueño de esas tierras”, porque en definitiva no deja de ser un problema habitacional.

A propósito, trascendió que la titular de los lotes en cuestión es una mujer que ya presentó la denuncia correspondiente para que se desaloje el lugar.

El drama de la familia de Gastón Espinoza

Los familiares de Gastón Espinoza, el joven de 20 años asesinado mientras cuidaba la casa de su hermano Brian en la Zona Cero, todavía no pueden volver al lugar porque aseguran que enfrente de esa vivienda viven quienes mataron al muchacho.

Una mujer que es familiar de Gastón Espinoza aseguró ayer en declaraciones radiales que el “crimen no tiene que ver con bandas: lo mataron por ser diferente, por no ser del barrio; aunque parezca ilógico, pero es la realidad de esta zona”.

El padre de Gastón se expresó en la misma sintonía: “A mi hijo me lo mataron re mal, me lo dejaron tirado con un montón de puñaladas y tiros en un sillón. Fueron más de doce personas y hasta dos mujeres participaron en el hecho”.

No hay detenidos por esta muerte, pero sí mucho miedo de la familia Espinoza que desde el crimen del joven, no volvió más a ocupar la casa de Polledo al 3500. Creen que allí todavía están los muebles y las pertenencias. Según el hombre, hay gente que vio a los asesinos, que viven en el asentamiento conocido como Ciudad Oculta. “No sé si recibió amenazas o le buscaban bronca de cualquier manera, pero a los que señalan que lo atacaron yo los conocía de cuando iba a visitar a mi hijo”, sostuvo el hombre.

De acuerdo con el padre de Gastón, desde el crimen de su hijo “hay preocupación en muchos vecinos, que tienen miedo de que vuelva a pasar algo parecido. La calle Polledo está usurpada y los propietarios se fueron o intercambiaron su vivienda con otros porque son víctimas de la ola de violencia que hay ahí”.

Comentarios

10