Ciudad

Una vez al mes los kinesiólogos denuncian prácticas irregulares

Por Agustín Aranda.- Con esa frecuencia el colegio profesional acude a la Justicia contra comercios como spa, casas de estética y solariums.


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En 2012 el Colegio de Kinesiólogos de Rosario acudió a la Justicia al menos una vez por mes para denunciar prácticas irregulares en los centros de estética de la ciudad. Entre las que consideró más nocivas están la tergiversación de rubros y la falta de profesionales para brindar los tratamientos que ofrecen: además de hacer notar sus sospechas sobre la calidad de esos tratamientos por los costos con que son ofrecidos, la entidad profesional sostuvo que muchas prácticas son realizadas por personal no calificado. También advirtió sobre “la proliferación de cursos en institutos terciarios” para estudiar prácticas que quienes egresen de esos lugares “legalmente no pueden ejecutar”. Los spa, centros de estética o solariums, tal como lo ven desde el Colegio, trabajan entre salud y enfermedad, ámbito peligroso y con consecuencias legales amparadas por una matricula profesional. “Una persona sana puede tomar masajes. Sin embargo, son tratamientos de incumbencia kinésica. Es como si una persona cualquiera hiciera una infiltración, que sólo puede hacer un médico”, comparó el presidente de la Segunda Circunscripción (zona sur de la provincia) del Colegio de Kinesiólogos, Daniel Ruiz.

Una mirada sobre el desarrollo estético-comercial de Rosario diría que en la última década la ciudad pasó de los antiguos servicios de masajes a los gimnasios con máquinas de todo tipo, para culminar en los centros de estética –en la actualidad son 33 habilitados– y solariums. Para el Colegio de Kinesiólogos, estos establecimientos avanzan sobre prácticas delicadas que pueden poner en riesgo la salud si no se hacen de forma responsable y por un profesional calificado.

Sobre esto, el Colegio recibe desde hace años denuncias de usuarios: “El problema es que la Municipalidad siempre va detrás”, en los controles, aseguraron desde la entidadd.

“El municipio ha tenido cierto éxito para controlar los centros de belleza y peluquerías que ofrecían tratamientos fuera de sus alcances. Si bien trabajamos en conjunto con personal de Inspección, el Colegio tiene su propio cuerpo de inspectores”, precisó Ruiz.

Lo crucial y no caprichoso es que las denuncias no tienen que ver con una disputa de mercado: “Cuando un profesional matriculado está cargo de un tratamiento como ondas rusas o masajes, es responsable legal de lo que le pueda ocurrir al tratado. Con un seguro de mala praxis, por ejemplo”, aclaró el titular de la entidad.

Un simple masaje –apunta el profesional– nunca es tal cosa, y puede tener un efecto positivo o negativo. “Cada vez más constatamos que la mano en el cuerpo está trayendo complicaciones. Hacen mal los masajes o desconocen de dolencias o predisposiciones físicas del paciente que derivan en dolores fuertes. Aquí se apela a la responsabilidad de quien realiza el tratamiento y el que lo recibe”, detalló Ruiz.

La luz pulsada, utilizada para la depilación definitiva, también constituye otro problema. La piel de una persona no es igual a la de otra, y en distintas regiones del país la mala aplicación ha derivado en quemaduras de hasta tercer grado, indicaron desde el Colegio. “Parece simple prender un aparato o elongar un músculo, pero al desconocer al paciente es posible infligirle daño. La electromusculación más potente del mercado tiene el aval del Sindicato de Médicos (Amra), quien no nos pregunta si estamos habilitados para manipular un aparato que puede hasta tetanizar el músculo”, explicó Ruiz.

“Lo preocupante –insistió Ruiz– es que forma parte del mercado estético. Estos tratamientos constituyen una gran parte de las ofertas realizadas por los sitios de ofertas on line de alta popularidad, como «Groupon», «Clickon» o sus versiones regionales como «Pez Urbano»”.

Ruiz aludió al sistema que crece a alto ritmo, y que funciona emitiendo de forma diaria correos electrónicos a los suscriptores con ofertas de bienes y servicios con atractivos descuentos sobre el precio usual –en casos llegan al 50 por ciento o más– que se mantienen bajo la modalidad de una subasta durante un tiempo determinado. Incluso ofrecen la posibilidad de regalar estos “cupones de descuento” a amigos, o familiares.

Según Ruiz, cuando la segunda circunscripción del Colegio (que nuclea a unos 1.700 profesionales del sur de la provincia, de los cuales la mitad está radicada en Rosario), interviene si es que detecta a un matriculado ofrece descuentos y consultas gratis. “Tenemos un código ético que lo condena. El tema es que internet no está regulado. Hay empresas registradas pero ligadas a una virtualidad que todavía requiere de legislación”. Con todo, Ruiz advirtió que muchos centros de belleza en Rosario no tienen cara visible a la calle. Volantes, el boca a boca y la red de redes son sus medios de difusión, muchas veces soslayados por los investigadores y la Justicia. Uno de los pocos antecedentes de causas de esta índole que prosperaron en la Justicia santafesina se tramitó a mediados del año pasado. El caso, que llegó hasta la Cámara Penal ocurrió en 2010, cuando el Juzgado Correccional 7ª procesó a una esteticista por “ejercicio ilegal de la medicina”: la mujer practicaba ondas rusas y no estaba autorizada por el Colegio de Kinesiólogos, condición para poder hacerlo. Si bien los abogados de la parte indicaron que presentarían un recurso extraordinario a la Corte Suprema, el caso instaló el precedente para el tema.

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