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Una “previa” bochinchera terminó con decomisos

Personal de la GUM actuó sobre alumnos de la Dante que portaban una gran cantidad de pirotecnia.


Las “previas” organizadas por los estudiantes de quinto año de la secundaria continúan sin pausa desde el comienzo de las clases, lo que viene provocando constantes quejas por parte de los vecinos cercanos a las instituciones educativas. Ayer, luego de recibir varios llamados por ruidos molestos provocados tanto por cánticos como por explosione, personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) terminó decomisando a alumnos del Colegio Dante Alighieri una gran cantidad de material pirotécnico en bulevar Oroño al 1100. La costumbre tiene ya varios años, está instalada principalmente en colegios donde concurren jóvenes de clase media y media alta y, según analizaron desde el propio Ministerio de Educación, “trae un mensaje” que tanto padres como escuelas tienen que decodificar principalmente a través del diálogo con los más jóvenes.

Según enumeraron desde la Secretaria de Convivencia y Seguridad Ciudadana, durante el operativo encontraron dentro de un bolso 15 blisters de petardos, dos cajas de petardos, 10 paquetes de cincuenta unidades de petardos, dos baterías 100 Tiros, 19 bombas de estruendo, un mortero, un cañón de dos pulgadas, una batería de veinticinco tiros, una batería de mil tiros, dos bengalas de humo y cinco rompeportones. El recuento de estos elementos se realizó junto a directivos del colegio, quienes actuaron de testigos a la hora de constatar la contraverción.

Vale remarcar que la comercialización, uso o tenencia de pirotecnia está prohibida en la ciudad de Rosario por la ordenanza 7571 sancionada en 2003. A fin de año pasado se realizó un importante decomiso en los festejos por el último día de clases, también de botellas de bebidas alcohólicas.

Las quejas de los vecinos por estos festejos –“el último primer día”, según lo describen sus protagonistas– son constantes, principalmente en la zona del macrocentro de la ciudad. Ayer, durante la madrugada, también se escucharon fuertes estruendos en la zona de Salta y Pueyrredón.

El subsecretario del área, Fernando Leva, contó que se hicieron presentes a primera hora del día alertados por algunos vecinos. “El día anterior nos llamaron diciéndonos que probablemente se iba a hacer la llamada «previa» en el lugar. Los recibimos en la base de la GUM, les dimos crédito y fueron reales. Ante esto, se realizó el operativo donde se decomisó una gran cantidad de pirotecnia. Bebidas alcohólicas no se decomisaron pero había jóvenes en estado de ebriedad y derramaron los líquidos de las botellas cuando advirtieron la presencia de los agentes”, comentó.

El funcionario reconoció que se trata de un tema “muy complejo” porque los transgresores son menores de edad. “La responsabilidad, por supuesto, es de los padres y la verdad es que estando alcoholizados y demás los chicos no quieren acatar las reglas, las normas. Eso es lo que la GUM les solicita y se suelen poner en una actitud provocativa”, indicó.

“La verdad es que quiero destacar la tarea de la Guardia Urbana, ya que muchas veces sus agentes son criticados pero tienen formación en lo que es mediación y pacificación y gracias a eso circunstancias como éstas no pasan a mayores. Nadie quiere que los estudiantes no tengan sus festejos, pero siempre respetando las normas porque los vecinos también tienen que descansar”, concluyó.

“Con esto, los chicos algo nos quieren decir”

El psicólogo Fernando Tavella, coordinador de los equipos socioeducativos del Ministerio de Educación, dijo que las “previas” que realizan los estudiantes de quinto año en el comienzo de las clases son mensajes que los chicos dan.

“Acá queda en claro que con esto algo nos quieren decir; lo importante también es qué piensan los padres de todo esto. Estamos hablando de chicos de un nivel medio, medio alto. Si están tirando bombas de estruendo en un momento en que todos se encuentran durmiendo, muy temprano por la mañana, tiene que ver con su propia formación, en cómo los están formando, porque están molestando y parece no importarles”, analizó.

“La zona de bulevar Oroño es un lugar de concentración impresionante de chicos. Lo que se puede hacer fundamentalmente es charlar con ellos, tanto los padres como los responsables de los colegios. Los chicos en general son de colegios con personas de buen poder adquisitivo por lo que tienen las herramientas para analizar la situación, con charlas con profesionales y demás actividades”, continuó.

El profesional destacó también que hay un fenómeno que se suele dar, que no es para nada aislado, y es el de los padres que también se comportan como adolescentes.

“Son personas que avalan estas cosas porque les parece que son divertidas. No es para dramatizar, pero sí es para analizarlo y no dejarlo pasar”, finalizó Tavella.

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