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Parque Sunchales

El misterio del cuerpo en la barranca

Encontraron el cadáver de una mujer de 50 años casi sobre el río. Descreen de un suicidio y la hipótesis más firme es que fue asesinada. En el cuello tenía marcas de compresión pero hasta anoche los investigadores desconocían la causa de la muerte.


El cuerpo de una mujer de 50 años fue encontrado ayer por la mañana en la barranca del Paraná, a la altura del parque Sunchales. Lo que a simple vista pareció un suicidio para los testigos, rápidamente fue descartado por los investigadores, quienes en primera instancia supusieron que se trató de un robo seguido de homicidio. Pero con el correr de las horas esta segunda hipótesis también fue descartada. Y con ello empezó el misterio que al cierre de esta edición no había sido develado. Es que el cadáver no presentaba signos de haber caído desde las alturas, lo que los llevó a suponer que fue trasladado hasta el lugar. A su vez, una cartera y un par de lentes, que serían de la mujer, fueron encontrados en la cima de la barranca. Unos cuatro metros abajo y en la misma dirección yacía muerta la víctima. Pero, si la mujer no cayó, ni fue arrojada al río, ¿como fue que sus pertenencias llegaron a la barranca?, ¿alguien colocó pruebas para distraer a los investigadores?, ¿qué fue lo que pasó en parque Sunchales?

Según le contaron testigos a El Ciudadano, a la mujer la encontró un grupo de vecinos que hacía ejercicio en el parque poco después de las 7 de ayer. La vieron por casualidad, desde la cima, al asomarse hacia el río, luego de encontrar una cartera y un par de lentes de sol en el piso. La zona en la que hallaron los objetos y después divisaron a la víctima está a la altura de Estanislao López al 2600, entre el Museo de Arte Contemporáneo Macro y las torres Dolfines. La mujer estaba debajo de la barranca, que a esa altura está cubierta de concreto, tirada boca arriba, con uno de los brazos cruzado sobre el pecho.

Todos pensaron que se había suicidado, pero no había restos de sangre en el lugar. Al cierre de esta edición, los investigadores confirmaron que la víctima era Olga Ester Moreno, de 50 años, pero no brindaron mayores detalles sobre el caso.

En medio de la conmoción, llegaron los primeros efectivos de la Unidad Regional II, luego de varios llamados al 911. Los uniformados perimetraron el lugar, pero ninguno pudo bajar la barranca, ya que no existen escaleras ni bajadas que permitan acceder al lugar sin un equipo de rescate. Por ello el jefe de los fiscales de Homicidios Dolosos, Adrián Spelta, tomó una lancha desde el embarcadero Botar, ubicado en Génova y bulevar Avellaneda, frente al estadio del club Atlético Rosario Central y luego de algunos minutos de viaje accedió, junto a personal de Prefectura Naval, a la zona donde se encontraba el cadáver.

Cuando el investigador revisó el cuerpo de la mujer se encontró, a simple vista, con el dato más importante de este misterio: la víctima no tenía signos de lesiones de una caída; ni contusiones, ni escoriaciones, ni huesos rotos, ni raspones.

Ahí surgió el primer dato concreto: alguien llevó el cuerpo hasta el lugar y lo dejó sobre la barranca.

El cadáver fue trasladado a la morgue, donde los pesquisas encontraron marcas en el cuello, producidas por compresión. Es decir, alguien la estranguló, pero al parecer no lo suficiente como para matarla. A su vez, establecieron que, al momento de ser hallada, la víctima llevaba 3 o 4 horas muerta.

Sobre la cartera y los lentes de sol encontrados en la cima de la barranca, hasta ayer a la noche, no había datos. Una de las hipótesis que manejaban los investigadores es que el asesino o un cómplice los colocaron en el lugar intentando simular que se trató de un robo seguido de muerte. Por ello esperaban encontrar pruebas en las cámaras de seguridad que hay en la zona.

El caso es investigado por el fiscal de Homicidios Dolosos Miguel Moreno.

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