Edición Impresa

Córdoba

Una pista rosarina para dar con quien desató “narcoescándalo”

Fiscales cordobeses investigan si Juan Viarnes fue asesinado y enterrado en Rosario y apuntan a banda de falsificadores.


El hombre que hace dos años desencadenó el llamado narcoescándalo en Córdoba, que arrastró con la cúpula policial y llevó al gobernador José Manuel de la Sota a crear una nueva fuerza antinarcóticos, podría estar “enterrado” en suelo rosarino, según una investigación que lleva adelante la fiscalía de esa provincia. Se trata de Juan Francisco

“El Francés” Viarnes, quien antes de ser un testigo protegido de la Justicia por delatar los negocios sucios de la Policía fue “buchón” y socio de los mismos uniformados que denunció. Desde agosto de 2014 se desconoce su paradero, sobre el que pesa una orden de captura internacional. Ayer, la Justicia cordobesa dio a conocer la hipótesis más fuerte sobre su desaparición y es que haya sido asesinado y sepultado en Rosario, en manos de una banda de falsificadores locales, vinculada a la banda de Los Monos.

Fuentes judiciales informaron que la Fiscalía de Córdoba preparó un exhorto donde requiere a una fiscalía de Rosario que investigue si Juan “El Francés” Viarnes, un informante de la policía provincial, que desapareció poco después de declarar contra varios Policías cordobeses actualmente detenidos por narcotráfico, pudo haber sido asesinado y enterrado en Rosario, tal como surge de algunas informaciones aportadas a la causa.

El pedido, no formalizado aún por la feria judicial, fue realizado por el fiscal de Instrucción cordobés Rubén Carlo, quien requirió a un par rosarino que investigue si Viarnes, un supuesto agente encubierto que declaró contra efectivos de la ex División de Lucha contra el Narcotráfico de la Policía de Córdoba, pudo haber sido asesinado y enterrado en un descampado de esa ciudad. Esa línea investigativa habría surgido de los datos brindados al fiscal “por un informante”.

El Francés, quien vinculó a policías actualmente detenidos con actividades de narcotráfico en Córdoba, se había convertido en “testigo protegido” en la causa, aunque no su supo más de él desde agosto de 2014, por lo que el titular del Juzgado Federal 1º de Córdoba, Ricardo Bustos Fierro, dictó una orden de captura internacional para localizarlo.

Sin embargo, en el último tiempo surgió en el marco de la pesquisa la hipótesis de que Viarnes pudo haber sido engañado y trasladado a Rosario, donde lo mataron y enterraron, por lo que se inició la pesquisa, confirmó el fiscal de Instrucción Rubén Caro. El fiscal dijo que existen testimonios y prueba documental que lo llevan a sostener esa presunción y que, por una cuestión de competencia, solicitó que los Tribunales de Rosario sigan adelante con esta investigación.

Por su parte, el fiscal general de Córdoba, Alejandro Moyano, también confirmó la investigación sobre la hipótesis de que a Viarnes lo habrían asesinado en Rosario, aunque no brindó detalles al respecto.

La causa en la que Viarnes figuraba como testigo protegido fue elevada a juicio el año pasado a pedido del fiscal federal de Córdoba Enrique Senestrari, quien imputó a seis ex policías provinciales por narcotráfico.

Los acusados, que estaban en funciones al momento de ser detenidos a fines de 2013, son los ex policías Rafael Sosa, Gustavo González, Alfredo Seine, Franco Argüello, Fabián Peralta Dáttoli y Mario Osorio.

Todos ellos pertenecían al área de Drogas Peligrosas de la Policía cordobesa y fueron acusados de “asociación ilícita, violación de los deberes de funcionario público, falsificación de documentos públicos, falso testimonio y privación ilegítima de la libertad”.

Relación sostenida con alfileres

El fiscal cordobés Enrique Senestrari imputó al Francés Juan Viarnes en dos causas federales. Una es por el llamado “narcoescándalo”, que en realidad fue originado por el propio Francés cuando sus socios policías le sueltan la mano. En el otro expediente el fiscal investiga el blanqueo de un millón de dólares falsos robados a un narcotraficante.

Parte de esos dólares –fabricados por una familia de apellido Carbone en Rosario– estaban en su poder el día que fue detenido en 2013. Otros billetes apócrifos fueron usados por efectivos policiales para comprar autos. En la misma causa también está imputado el policía Rafael Sosa.

Carbone es Diómedes Carbone, que cayó preso en la ciudad mediterránea gracias al propio Francés. La Justicia cordobesa vincula al rosarino a la banda de Los Monos. Sin embargo el único hilo conductor que existe entre la famosa banda y el falsificador es que alguna vez un familiar de Diómedes estuvo relacionado con Francisco Lapiana, un falsificador que está mencionado en la llamada Megacausa Los Monos, y que en varias oportunidades fue detenido por clonar billetes estadounidenses. Además, está vinculado a la venta de jugadores de fútbol al exterior. Uno de ellos fue Ángel Correa, figura del seleccionado argentino juvenil. Sin embargo, la única relación que existe hasta ahora es el relato de un informante, que deberá ser corroborado por la Justicia.

Aquel peligroso salto a la fama de un hombre que delató a la Policía cordobesa

Juan Francisco Viarnes era una suerte de colaborador-buchón de la Policía de Córdoba, para la que actuó de agente encubierto, narco, abogado, policía e incluso militar. Hasta julio de 2013, cuando se peleó en público con un hombre al que estafó y quedó detenido luego de un allanamiento en su casa en el que incautaron alrededor de 340 mil dólares falsos. Como una novia despechada, ese episodio en el que sus amigos policías le soltaron la mano y pretendieron mandarlo preso marcó el inicio del narcoescándalo, cuando prendió el ventilador y habló.

Así describió con detalles cómo operaban, con su ayuda, los pesquisas antinarcóticos, para cobrar cuotas fijas a los narcotraficantes, además de los métodos que utilizaban cuando no pagaban lo requerido, como amenazas, agravar las causas procesales y hasta plantar drogas para justificar detenciones que cometían y aumentaban su prestigio.

Sus dichos, además de dejar tras las rejas a la cúpula de la brigada de Drogas Peligrosas cordobesa, determinó una sucesión de renuncias como la del jefe de la Policía de Córdoba, Ramón Frías, y el ministro de Seguridad, Alejo Paredes, anterior jefe de policía del gobernador José Manuel de la Sota.

Antes del episodio que marcó un antes y un después en la historia de la provincia de Córdoba, se dice que El Francés tenía un extenso historial entre los que figuran secuestros en Corrientes, muchos años en prisión en la que se recibió de abogado, otra detención en Río Cuarto y una oficina en la esquina de la jefatura de la Policía cordobesa.

Comentarios

10