Ciudad

Otra tempestad

Una nueva tormenta hizo más estragos en Rosario y la región

Esta vez fue producto de la intensa lluvia caída en muy poco tiempo. Hubo varias zonas anegadas e inconvenientes. La ciudad aún no se había recuperado del temporal de hace una semana. Y sobre eso recibió abundante agua.


Una semana después del temporal que produjo cinco muertes en toda la provincia, varios destrozos y dejó graves consecuencias en el sistema eléctrico, una nueva tormenta castigó la región. Esta vez, los inconvenientes se suscitaron por la gran cantidad de agua caída. Sólo en el centro rosarino se registraron 150 milímetros en muy pocas horas y se anegaron así varias calles y algunas viviendas, aunque no hubo evacuados. En tanto, la ciudad más afectada en la zona por el fenómeno fue Funes.

En Rosario, la tormenta que se desató ayer se vio agravada ya que llegó sin que el municipio llegara aún a finalizar las tareas operativas tras el primer temporal que azotó el viernes pasado. Es decir, ocurrió cuando todavía una buena cantidad de árboles y ramas se encontraban sobre veredas y calzadas en distintos barrios a la espera de que los camiones pasaran a recogerlas.

El subdirector de Defensa Civil local, Gonzalo Ratner, señaló que todo empezó entre la medianoche y las 3, cuando cayeron 15 milímetros de agua. Pero entre esa hora y las 9 ocurrió lo peor; se llegó a casi 120 milímetros, aunque con un pico en el centro de 150, lo que produjo anegamientos hasta pasado el mediodía.

En tanto, por la madrugada también se registraron vientos de hasta 67 kilómetros por hora. Y al final de la jornada había unas 40 denuncias por árboles caídos.

A pesar de que en Rosario no hubo evacuados, el agua llegó a ingresar en algunos domicilios, sobre todo en la zona noroeste. El hecho provocó que familias debieran dejar su vivienda temporalmente.

Por su parte, ya por la tarde la intendenta Mónica Fein encabezó la reunión del Comité de Emergencia con el objetivo de evaluar las consecuencias.

La mandataria tuvo que referirse en primer término al problema que atraviesa la ciudad con el sistema de recolección de residuos, ya que durante el día también se observó gran cantidad de basura desparramada en la vía pública junto al agua.

“Con el tema de los residuos venimos con una complicación con las empresas. Ya hemos realizado acciones sobre ellas. Pero también es importante reiterar el pedido a los vecinos de colaboración, ya que cuando decimos que va a llegar la tormenta hay que retener los residuos y no dejarlos al costado de los contenedores”, señaló.

Tras eso, sostuvo que “no hay ninguna ciudad que pueda resistir 80 milímetros de agua en poco tiempo, aun con un desagüe adecuado. No están preparados para estas excepcionalidades, es muy difícil evitar que en el momento de lluvia no haya acumulación”.

Se vino a abajo

Con todo, uno de los hechos puntuales más graves se produjo con el derrumbe de una  pared en el colegio General José de San Martín, ex Nacional 2, ubicado en el centro de la ciudad. La estructura se cayó cuando en el colegio estaban tomando exámenes, a las 8 de la mañana. Allí, alumnos y docentes sintieron un ruido estruendoso y comprobaron que uno de los muros que da al playón deportivo se había desplomado al instante.

El hecho ocurrió en el sector donde los estudiantes toman su clase de educación física. Por suerte, no hubo lesionados.

A la par, aunque no al nivel de la semana pasada, también la estructura de la Empresa Provincial de la Energía volvió a resentirse. En el momento más complicado de la jornada trece líneas de media tensión quedaron fuera de servicio. Todo con muchos cortes en baja tensión en paralelo que llevarán varios días de trabajo para su resolución.

En la región

Po su parte, en la región la localidad más afectada fue Funes. En sólo tres horas cayeron allí 160 milímetros de lluvias.

La provincia decretó la emergencia hídrica y hubo familias evacuadas en el centro que se montó especialmente en la sede del Sindicato de Empleados Municipales.

La enorme cantidad de lluvia que cayó durante la mañana batió el record que Funes sostenía desde 2012. Y colapsó los desagües y la infraestructura. Las zonas más afectadas son el oeste y el norte.

Lo más llamativo ocurrió cuando la propia intendencia requirió a la población que aportara botes, canoas o piraguas para asistir al personal municipal en las tareas de evacuación.

Críticas opositoras

La edila local opositora Lorena Giménez, presidenta de la comisión de Obras Públicas del Concejo, reclamó a la municipalidad “coordinar actividades” para evitar o “al menos” minimizar los “serios problemas que se producen en gran parte de la ciudad apenas se desata una tormenta”.

La legisladora del Partido del Progreso Social dijo que los barrios más alejados del centro de la ciudad son los que más sufren los inconvenientes.

“La falta de recolección de residuos y de limpieza de zanjas es tremenda en esa zona. Eso hace que cada vez que caen cuatro o cinco gotas todos los vecinos estén pasando momentos terribles”, señaló.

“La calidad de vida de esta gente es malísima. Es necesario que se plantee una intervención fuerte y seria en los barrios más vulnerables, sino habrá leptospirosis, chagas o cualquier cantidad de enfermedades que tienen que ver con inundaciones que nos van a tocar. Estamos en una época en donde esto no tendría que ser un problema”, agregó Giménez.

“Es necesario coordinar actividades con el municipio para que se tomen medidas y se intervenga para que esto no suceda. Y si sucede, que produzca el menor daño posible”, planteó finalmente la concejala del PPS.

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