Hace dos semanas, una mujer de 56 años pidió ayuda en la comisaría del barrio Pueblo Nuevo, al noreste de Villa Gobernador Gálvez para que saquen a su hijo de la casa, un hombre 33 años que repetía escenas de hostilidad y amenazas. Los uniformados de la seccional 25ª le recomendaron que vaya a un juzgado de Familia, trámite que realizó en Rosario y derivó en una exclusión del hogar. Ayer a la madrugada, un llamado al 911 alertaba sobre la violación de la medida y nuevas amenazas, esta vez con un arma de fuego. Cuando el Comando Radioeléctrico llegó al lugar el hombre ya no estaba. Pero había dejado una mochila en la vivienda de su madre que contenía un revólver calibre 22 largo y una réplica de pistolón, prendas de policía, un handy, un chaleco antibalas y dos tiqueteras de taxi, por lo que es intensamente buscado por la Justicia de Familia y de Instrucción.
Fuentes policiales indicaron que alrededor de las 4 de ayer una mujer pedía ayuda en su domicilio, ubicado en inmediaciones de Santa Fe al 400 de Villa Gobernador Gálvez, en el marco de una discusión familiar que incluía amenazas. Al llamado acudió un patrullero del Comando Radioeléctrico de esa localidad. La mujer les relató a los uniformados que hacía unos 15 días que pesaba sobre su hijo una orden de exclusión del hogar emitida por el Juzgado de Familia Nº 4 de Rosario a raíz de otros hechos anteriores; y que hacía instantes el hombre de 33 años se había vuelto a presentar con la misma actitud violenta.
Si bien ya se había retirado del domicilio, la señora de 56 años permitió el ingreso de uniformados al dormitorio en el que solía dormir su hijo, explicando que había dejado una mochila y no sabía si tenía objetos robados.
Según los voceros, en el cuarto había un colchón en el piso, debajo del cual se escondía un chaleco antibalas (que se presume pertenece a las fuerzas de seguridad) y en uno de sus costados de la habitación, una mochila negra de tela de avión. Al abrirla, los agentes hallaron un revólver calibre 22 largo; una réplica de pistolón y varias prendas de vestir, entre ellas una camisa de uniforme policial con su correspondiente escudo, un pantalón de combate y una tricota que también podría pertenecer a un uniforme. Por último fue hallado un handy (equipo de comunicación) y dos relojes de taxi, sin marca visible.
Una fuente del caso dijo que el hombre, identificado por sus iniciales R. G., está siendo intensamente buscado, al tiempo que aclaró que es prematuro adelantar hipótesis.
No obstante, no se descarta que el hombre de 33 años, que contaba con algunos antecedentes penales y según su madre padecía un problema de adicción a las drogas, haya utilizado la indumentaria de la fuerza para cometer algún ilícito.
Tampoco descartaron que el bolso lo hay encontrado en la vía pública o por el contrario, que se lo haya “aguantado” a algún conocido para que no sea encontrado.
Es investigado por el Juzgado de Instrucción de la 9ª Nominación, junto a la comisaría 25ª, con jurisdicción en la zona.
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