El Concejo Municipal declaró “ciudadano distinguido post mórtem” a Rodolfo Nicolás Ruggeri, primer intendente de Rosario electo por el voto popular tras la dictadura iniciada por el general Juan Carlos Onganía y a la vez último antes de la dictadura que comenzó con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Profesor de geografía de profesión, Ruggeri había nacido en Barrancas el 6 de diciembre de 1910 y falleció en Rosario el 26 de enero de 1988, doce años después de haber sido depuesto y encarcelado por el gobierno usurpador.
“Es este un homenaje demorado. Hubo que esperar 30 años para reconocer a un hombre de la democracia y a un gabinete que entre dictadura y dictadura se pusieron al hombro el gobierno de la ciudad de Rosario, la imaginaron, la diseñaron y la pusieron en marcha, en medio de dificultades políticas y de un clima de violencia que ya se vislumbraba en el país”, dijo el edil Diego Giuliano, autor de la iniciativa.
La ceremonia tuvo lugar el viernes en el recinto de sesiones del Palacio Vasallo, con la presencia, en el Palco de Honor, de los hijos del ex intendente, María del Carmen y Rodolfo Ruggeri, acompañados por familiares, ex funcionarios y ediles que participaron de la trunca gestión.
Antes de llegar al Palacio de los Leones, Ruggeri había trabajado en la docencia en el colegio Dante Alighieri, en el Superior de Comercio, en el Colegio Zona Norte y en el Liceo de Señoritas Nicolás Avellaneda, donde llegó a desempeñar el cargo de director y maestro de la Escuela Provincial Nº 88 Juana Manso. Al recordarlo, su hijo agradeció en nombre de su familia y dio a conocer aspectos ignorados de la historia de su padre después del golpe militar del 24 de marzo de 1976.
“Mientras Ruggeri y su equipo pensaban en el transporte masivo, construían la peatonal Córdoba, ampliaban la red de gas natural en 3.700 cuadras en los barrios, construian 1.000 viviendas en Las Flores, Saladillo, Empalme Graneros, Nuestra Señora de Itatí, o empezaban el proceso de descentralización en la ciudad disponiendo de cinco oficinas barriales para acercar el municipio a la gente, se gestaba un desencuentro profundo en el país que dio lugar a la dictadura más sangrienta de nuestra historia: tal es así que el primer intendente elegido por el pueblo de Rosario tuvo que padecer 11 meses de cárcel, sin causa y a disposición del PEN (Poder Ejecutivo Nacional), sin que se le pudiera probar ningún delito”, recalcó el titular del bloque Encuentro por Rosario.
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