Gremiales

Municipales a la baja

Una de piratas en Santa Fe: acuerdo de Corral con caciques gremiales mandó $105 millones al remolino

El año pasado el entonces intendente radical PRO acordó por fuera de la paritaria pagar 100 millones de pesos menos a los trabajadores, que serían "devueltos" este 2020. De hecho los está pagando su sucesor, el socialista Jatón. Además, una falsa desafiliación habilitó el desvío de otros $5.000.000


“Hubo 100 millones de pesos que pagaron mal, que ahora los está pagando Jatón, una primera cuota se pagó en enero y otra en agosto (con una inflación del 50 por ciento) en pagos en negro de lo que Corral utilizó. Y lo pagaron los propios trabajadores”. Así acusó el titular de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (Festram), Claudio Leoni, a la gestión en la ciudad de Santa Fe del radical PRO José Corral, intendente hasta el pasado 10 de diciembre, por haberse quedado con una parte del sueldo de los trabajadores al no pagar, durante todo el año pasado, lo acordado en las paritarias 2019. El artilugio para hacerlo posible fue otro acuerdo, a la baja y de cuestionable legalidad, firmado por el titular de Asoem, el gremio de Obreros y Empleados Municipales de la capital provincial, Juan Ramón Medina, y el secretario Gremial, Pablo Casale. Pero no es el único desaguisado: las irregularidades, que generaron una investigación interna por parte de la Festram –llevada adelante por representantes de los gremios de Roldán, Coronda y Reconquista– que además comprobó otra maniobra: el desvío de 5 millones de pesos que debían ir a la entidad mayor, pero nunca llegaron: Medina y Casale también firmaron una notificación que informaba la desafiliación, y requería que los aportes para la Federación fueran a su gremio. Y eso ocurrió sin que la Intendencia corroborara la información, y mientras ambos dirigentes continuaban ocupando cargos en la Festram. Citados a hacer su descargo, Medina y Casale no sólo no acudieron sino que informaron –ahora sí– la decisión de desprenderse de la Federación. Pero no por todo lo anterior sino por desacuerdos con la paritaria 2020.

Lo que los dirigentes de la Festram comprobaron es que, tras acordarse a nivel provincial la paritaria 2019 para todos lo gremios municipales –son 42 los integrantes, en representación de 363 municipios y comunas– el santafesino avanzó en un acuerdo local, oculto e ilegítimo, según sostienen en la Federación. Ese acuerdo, que funcionó como una paritaria particular a medida le permitió en 2019 al entonces intendente Corral pagar 100 millones de pesos menos a los trabajadores de la ciudad capital, lo que a cada uno de los 5 mil empleados –unos 2 mil de ello precarizados– le valió medio sueldo menos. Es como si les hubieran arrebatado un medio aguinaldo completo, en una suerte de “préstamo” que sería devuelto en 2020 a su valor nominal, es decir sin actualizaciones. Como Corral no resultó reelecto, es el nuevo intendente, el socialista Emilio Jatón, quien está “devolviendo” ese monto.

Esa situación, que probablemente termine convertida en denuncia judicial, se pudo comprobar a partir de reclamos de los propios trabajadores, quienes sin respuestas en Asoem fueron a golpear las puertas de la sede principal de la Festram, que también está en la capital provincial. El análisis de los recibos de sueldo, refirió Leoni a El Ciudadano, permitió cotejar que la “política salarial” acordada para toda la provincia no se aplicaba en la ciudad de Santa Fe.

Pero a esa maniobra se sumó otra, también documentada, y es que el gremio Asoem notificó formalmente a la Municipalidad de Santa Fe su separación de Festram, por lo que los aportes que debían ir a la Federación, por ejemplo hacia la Caja de Jubilaciones y a la obra social, se redestinaron al propio Asoem. La ruta del primer y mayor monto acumulado de dinero está clara: lo retuvo la gestión Corral. La del segundo, es un misterio.

La maniobra, según Leoni, fue posible por una relación no sólo cercana sino conniviente entre la gestión radical PRO y los dirigentes sindicales municipales. El escándalo se destapó cuando la conducción de Asoem salió a hacer pública la decisión de retirarse de la Festram por disconformidad con el último acuerdo paritario. “No les vamos a aceptar la renuncia”, se plantó Leoni. Y aclaró a este diario que la estructura provincial no sólo tiene potestad legal para tomar esa decisión, sino también para avanzar en la investigación de lo ocurrido y llevar ambos casos a la Justicia, cosa que estima que se concretará el mes que viene, o en diciembre a lo sumo.

No parece haber chances de una intervención, algo que también puede hacer Festram, pero se aplica en casos extremos: del total de gremio afiliados de la provincia, uno de ellos, el que corresponde al departamento Garay, donde entre otras poblaciones se ubican Helvecia, Cayastá y Santa Rosa de Calchines, está intervenido, pero por acefalía.

Lo paradójico es que Festram tuvo todas las pruebas en sus manos sin una costosa investigación. De hecho, Corral y quienes fueron sus colaboradores enviaron documentación a la Federación sobre todo lo actuado para “deslindar responsabilidades”. Con dudosa legitimidad, el ex intendente buscó despegarse demostrando que lo que acordó se ajusta a derecho.

De igual modo, le queda abrochado a la gestión de Jatón, además de pagar el dinero que no pagó su antecesor, determinar a ciencia cierta para qué se utilizó ese monto. No parece fácil, son 100 millones de pesos en una ciudad que estimó recursos y gastos para 2019 por 6.929 millones de pesos. Es decir, la maniobra implica apenas unas centésimas por encima del 1,4% del total.

Con el desvío de fondos es otra cosa. Si 100 millones de pesos son algo más que un vuelto –menos de 1 peso y medio por cada 100 pesos– para el Presupuesto santafesino, 5.000.000 de pesos no es un monto menor para un gremio como Asoem, y menos en tan poco tiempo: la falsa desafiliación se mantuvo durante seis meses, a partir de junio del año pasado, y ahí no parece difícil saber de inmediato si el destino de esos fondos fueron cosas tangibles o un dibujo.

Medina ocupa una secretaría en la Festram, la de Gremial e Interior, que detentó mientras estaba supuestamente desafiliado. Y lo mismo hizo Casale, como prosecretario de Capacitación Profesional de la Festram. Pocas dudas quedan de que esa cuestión se dirimirá en los estrados judiciales.

Con todo lo actuado, ¿cometió Corral incumplimiento de deberes de funcionario público al no contrastar la información que alegó haber recibido, nada menos que un supuesto quiebre entre el gremio con el que tiene vinculo directo y su Federación? Para Leoni es una cuestión que deberá determinar la Justicia. Desde la conducción de Festram sólo hace hincapié en dos cosas: que los dirigentes en cuestión, Medina y Casale no pueden dimitir “porque están bajo investigación”, y cometieron la mayor falta de un dirigente sindical, que es “tocarle la plata a los trabajadores”. Pero no sólo por urdir una trama que metió en una nebulosa 105 millones de pesos –cuando otras áreas municipales santafesinas, como el Concejo local siguieron aportando a Festram–, sino porque salieron a torpedear públicamente la paritaria 2020 –“La más difícil que tuvimos hasta ahora, por estas condiciones de pandemia”– por insuficiente, cuando antes ellos mismos habían actuado en contra de los intereses de sus afiliados. Y además los acusó por desbalancear toda la paritaria, ya que, ¿cómo negociar nuevos aumentos salariales con un intendente que todavía está pagando los del año anterior porque un “acuerdo” los postergó?

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