Ciudad

Un remedio para la trampa

Por Pablo Moscatello. El gobierno provincial presentó nuevos formularios para la prescripción de medicamentos “adictivos”, cuyo uso crece peligrosamente entre los jóvenes. Buscan impedir la venta con recetas falsificadas.

El ministro de Salud provincial, Miguel Ángel Cappiello, presentó ayer en Rosario los nuevos formularios de receta a color, numerados y aprobados por la cartera sanitaria, para la prescripción por parte de los médicos radicados en la ciudad de determinados tipos de estupefacientes y psicotrópicos. El proyecto tiende a impedir la venta de los mismos mediante recetas falsificadas, hecho que viene en aumento y conlleva al abuso de este tipo de sustancias especialmente entre los más jóvenes. La idea es llevar a cabo una prueba piloto que por ahora se ajuste sólo a la jurisdicción local, para luego, si entrega los resultados esperados, ampliar la iniciativa a todo el territorio provincial. Del acto, que se llevó a cabo en horas de la mañana en el salón Córner de la sede de Gobierno de la ciudad, tomaron parte, además, el secretario de Salud Municipal Lelio Mangiaterra, la coordinadora de Salud del Nodo Marcela Nuccetelli, la directora provincial de Bioquímica, Farmacia y Droguería Central Beatriz Martinelli y autoridades de la totalidad de entidades médicas y farmacéuticas públicas y privadas de Rosario y Santa Fe.

Sobre la iniciativa puesta en marcha ayer, Martinelli explicó que el proyecto busca “impedir la comercialización de psicotrópicos y estupefacientes con recetas falsificadas”, una práctica que lleva “al abuso de este tipo de sustancias”.

En rigor, el problema radica en los pocos requisitos y condiciones existentes en las recetas médicas para acceder hoy a esos medicamentos, los cuales se encuentran enmarcados en las propias leyes de Psicotrópicos y de Estupefacientes. La funcionaria precisó que esto hace que cualquier persona que “no siendo profesional de la salud, adquiriendo o fabricando un sello médico, o incluso escaneando una receta, pueda acceder a dichas sustancias fácilmente por medio de la falsificación”.

Por esto, el proyecto pretende modificar las normas de prescripción y despacho al público de los psicotrópicos y estupefacientes, incorporando nuevos requisitos que se sumarán a la prescripción actual que es manuscrita, con la firma y sello del profesional médico en el recetario.

Cappiello explicó que las nuevas boletas “traen los datos filiatorios de quien las va a retirar; así que buscamos que la venta masiva de psicotrópicos se realice para fines puramente médicos”. Según manifestó en contacto con este medio Lelio Mangiaterra, el secretario de Salud Pública municipal, la Dirección de Inspección de Farmacias de la provincia constató un incremento “notable” en los últimos tiempos en la entrega de recetas en ese tipo de comercio con la sugerencia de los denominados estupefacientes y psicotrópicos lista III, que incluye a la codeína y los sucedáneos de morfinas, es decir, aquellas drogas que vienen acompañadas por otro medicamento.

Ese hecho llamó la atención de las autoridades. “Por ejemplo, un caso no menor es el del Aseptobron, que en algunas farmacias se vende en cantidades industriales”, explicó Mangiaterra. En estos casos hay situaciones donde también el propio farmacéutico es cómplice del ilícito.

El Aseptobron es un medicamento para la tos de alto poder adictivo y su uso está muy difundido entre los jóvenes. Se vende en comprimidos y contiene hidrocodeinona, una droga del tipo de los opioides, que consumida en exceso afecta el sistema nervioso central produciendo severas alteraciones de conducta. “Se sabe que los chicos consumen y mezclan medicamentos con alcohol cada vez más. Y la verdad que ese es un tema peligroso. Hay que estar atentos a eso”, indicó finalmente Mangiaterra.

Sobre la manera de adulterar las órdenes, el funcionario explicó que se escanea la receta con su cabezal, sello y la firma del médico, para luego borrar la parte central y superponerle el medicamento deseado.

En tanto, Cappiello manifestó que el plan fue arrancar aquí en Rosario con la lista III a modo de prueba y que el objetivo es, si avanza positivamente, ampliarlo a toda la provincia. “Hemos detectado una importante cantidad de boletas falsificadas”, insistió luego el funcionario. Asimismo, indicó también que “se va avanzando en una lucha que muchas veces se hizo desigual, porque se roban sellos y boletas, y además se receta muy libremente. Por eso queremos poner este tipo de control”, finalizó el ministro de Salud.

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