Ciudad

¿Mito o Realidad?

Un joven dijo que lo atacaron con la droga “burundanga”

Según su relato, en la calle, una mujer le tendió un celular y apenas le tocó la mano comenzó a descompensarse.


Un joven rosarino denunció haber sido víctima de un caso de “burundanga”. El hecho ocurrió ayer por la mañana en Moreno y San Luis, cuando la víctima, que prefirió quedar en el anonimato, se dirigía a trabajar. Los síntomas y la forma de proceder de la supuesta agresora coinciden con las teorías científicas y los rumores que existen sobre esta droga.

Silvia Martínez, responsable del servicio de Toxicología del Hospital Provincial de Rosario, dijo conocer las historias que circulan sobre esta droga y sus efectos, aunque también admitió no haber recibido pacientes con cuadros de estas características. La profesional recomendó a quienes crean ser víctimas de estos casos hacerse análisis de orina para determinar el verdadero origen del malestar.

La burundanga existe. También se conoce como escopolamina y es una droga proveniente de las plantas conocidas como solanáceas. Es altamente tóxica y puede producir efectos anticolinérgicos. Entre estos síntomas pueden enumerarse: confusión, desorientación, pérdida de memoria de corto plazo, incapacidad de concentrarse, pensamientos angustiantes, habla incoherente, trastornos visuales, alucinaciones. En casos de sobredosis, puede llegar a derivar en estado de coma o en la muerte misma.

Por eso, conviene repetir: la burundanga existe. Pero más que a través de los datos aportados por la ciencia, vive y es por intermedio de relatos y rumores. Éstos indican que la droga se usa para adormecer gente y dejarlas a merced de delincuentes: sus víctimas pueden sufrir robos o hasta violaciones.

Sin embargo, cuesta encontrar casos de víctimas comprobables, a excepción del que se menciona en esta nota, y que fue contactado por El Ciudadano. Son, por lo general, “amigo de un amigo”, “la tía de una vecina”, “la hija de una compañera de trabajo”. Y mientras están en las penumbras, aparecen nuevos casos con pruebas de que los ataques con esta droga pueden ser ciertos y un verdadero peligro.

Cuando la víctima, identificado como Cristian, accedió a hacer pública su historia, no habían pasado unas doce horas del incidente. Admitió sentirse con miedo y todavía descompuesto, y pidió preservar su identidad. A pesar del malestar, su relato fue claro.

Todos los días toma el mismo camino para ir a trabajar. Ayer no fue la excepción. Sin embargo, en la intersección de Moreno y San Luis fue interceptado por una mujer. El joven la describió como una mujer mayor, petisa y rellenita, de pelo corto, colorado y con rulos.

Dijo que tenía puesta una pollera oscura y una campera también oscura, de lana. La mujer le salió al cruce para contarle que acababan de robarle y pidió que se comunicara con una amiga suya. “Ahí me acerca su celular y me agarra de la mano. Sentí que me desvanecía y ella me dice: ‘No te vayas a desmayar’”, relató el joven.

Según su relato, llegó a alejarse de la mujer y seguir el recorrido camino hasta su lugar de trabajo, ubicado a una cuadra. Los síntomas aparecieron desde el primer momento: mareo, dolor de cabeza, la sensación de no ver y de estar a punto de desvanecerse.

Una vez resguardado, médicos de la empresa Urgencias lo atendieron y le dijeron que era cierta la posibilidad de haber sido víctima de “alguna droga”. Sin embargo, no le indicaron ningún tipo de análisis para corroborarlo.

Silvia Martínez, responsable del servicio de Toxicología del Hospital Provincial de Rosario, señaló: “Para tener la certeza y no hablar sin fundamento, lo que hay que hacer es un análisis de orina, porque si no seguimos siempre con los dichos sin certezas científicas. No hemos recibido casos de este tipo”.

La médica admitió haber escuchado hablar de ataques similares aunque aclaró que “todas son noticias, dichos de la gente”.

“No puedo hablar de eso a ciencia cierta, porque no he recibido ni en el consultorio privado ni público casos de estas características. Y ninguno de mis allegados o colegas ha encontrado o recibido ninguna notificación al respecto. Parece ser un hecho irregular. Ahora, desde el punto de vista toxicológico, si pasa algo así, lo único que confirmaría esa irregularidad sería un análisis de orina lo más pronto posible para ver qué aparece”, expresó.

Martínez, que detalló los síntomas de la escopolamina, alentó a quienes sospechen ser víctimas de un ataque de estas características a hacer los análisis pertinentes. “Sería muy interesante si realmente está pasando, determinar qué es lo que sucede”, concluyó.

El Sies no atendió casos

Desde el Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies), su director, Federico Corner, descartó haber recibido, al menos en los más de dos años que lleva al frente de la entidad llamados con denuncias de este tipo. “No he escuchado colegas que hayan atendido a pacientes con estos síntomas”, agregó, al tiempo que coincidió con su colega Silvia Martínez en que los hechos de este tipo sólo se conocen a través de relatos.

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