Ciudad

Un gesto de buena fe

Los docentes aceptaron la propuesta salarial, en una ajustada votación en la que un poco menos de la mitad votó por el paro. Los que se manifestaron a favor aseguran que seguirán negociando mejoras.

Los maestros aceptaron el aumento salarial ofrecido por el gobierno pero impusieron como condición seguir negociando por otros reclamos sectoriales. Desde el Ejecutivo provincial señalaron que no corre riesgo la normal finalización del ciclo lectivo. Los cuatro gremios docentes –Amsafé, Sadop, UDA y Amet– coincidieron en su determinación. La votación en Amsafé fue muy pareja pero se terminó imponiendo la moción que proponía aceptar la propuesta oficial. Los afiliados del departamento La Capital y de todo el centro-norte de la provincia se inclinaron en ese sentido; por el rechazo votaron Rosario, Castellanos, San Lorenzo, Belgrano y Caseros.

La asamblea de Amsafé resolvió en positivo pero agregó una serie de exigencias que el gobierno deberá atender en la continuidad de las paritarias: “Las demandas urgentes del sector docente, entre otras, vivienda, concursos, infraestructura, creación de cargos y modificación de la ley de jubilaciones”, según quedó asentado en el acta de la asamblea. De los casi 23.700 docentes que votaron, 12.909 decidieron aceptar la oferta salarial y 10.242 la rechazaron. Entre estos últimos, 8.800 votaron por medidas de acción directa que iban desde paros de 24 y 48 horas a paros de 48 y 72 horas. Unos 1.400 afiliados votaron por rechazar la oferta pero sin realizar medidas directas.

 

Entre otros puntos, los docentes públicos reclamaron seguir discutiendo la mejora de las condiciones de trabajo –concursos pendientes, infraestructura, creación de cargos–, la “urgente modificación” de la actual ley de jubilaciones –un proyecto que impulsa en la Legislatura el diputado Luis Rubeo y que hasta ahora no acompaña el oficialismo– con el objetivo de “mejorar las condiciones bajando el límite de edad y los años de aporte” y que les permitan monitorear la implementación del proceso de inscripción, construcción y adjudicación del plan de viviendas para los docentes, acordado en paritarias por los gremios y el gobierno y avalado por la Legislatura.

 

Pese a las exigencias que emanaron de la asamblea de Amsafé, la ministra de Educación Élida Rasino celebró la decisión de los docentes y vaticinó que el aumento que otorgará el gobierno a partir del sueldo de octubre –un 5,5 por ciento más un adicional de 300 pesos, por única vez, a pagar en tres cuotas– “se va a recibir muy bien cuando llegue al bolsillo”. La funcionaria adelantó que el incremento se tendrá en cuenta, como base, para la próxima negociación, que será en febrero. Y se manifestó optimista respecto de la posibilidad de que 2010 finalice sin paros docentes: “No tendríamos que tener ninguna dificultad hasta finalizar el ciclo”.

 

Consultada por el alto porcentaje de votos a favor de medidas de fuerza, Rasino le apuntó –sin nombrarlos directamente– a los dirigentes de Amsafé Rosario: “Son situaciones de un sector que se enrola en una lucha gremial más radicalizada, que ya conocemos en el país”. La ministra opinó que las mociones que proponían paros fueron exageradas si se tiene en cuenta el contexto de las negociaciones: “Hemos logrado, en Santa Fe, un marco paritario que prioriza el diálogo, que está dentro de los marcos de la democracia y que permite que si una posición no se acuerda se vuelva a discutir”.

 

La funcionaria de Hermes Binner elogió la política del gobierno para el sector docente y criticó la posición de los sectores más duros del gremio: “Todos los ítems que los docentes tenían pendientes en diciembre de 2007 nosotros los estamos saldando casi en su totalidad. Una medida de fuerza, sobre fin de año, por no acordar un punto salarial nos parece que corresponde más a un posicionamiento de las instituciones, en este caso de un sector gremial, que a una comprensión de cómo construimos juntos un camino”.

 

La secretaria adjunta de Amsafé, Estela Toledo, declaró tras la asamblea: “Los maestros demostraron que siguen apoyando esta política de poder ir obteniendo algunas recomposiciones salariales y seguir peleando”. Pero aclaró que el gremio dará pelea para que la suma fija de 300 pesos “no sea en negro”. “Vamos a discutirlo en febrero, que sea incorporado al básico como remunerativo y bonificable”, adelantó la dirigente sindical. Y señaló que, entonces, pedirán una recomposición que supere la inflación real, que según Toledo es “mayor de lo que estamos percibiendo”.

 

Respecto del reclamo para que se incorporen los 300 pesos al salario, la ministra Rasino ya anticipó la posición del gobierno: “Nosotros aumentamos el salario, de marzo a ahora, más de un 27 por ciento. Por lo cual la docencia está acumulando una mejora en el salario real. El adicional de 300 pesos fue un agregado específico y puntual, pero por fuera del salario. Justamente, porque se está aumentando el salario un 27,5 por ciento y consideramos que eso es todo lo que la provincia podía otorgar”.

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