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Sarmiento y Mendoza

Alucinaria muestra un disco hecho fuera del confort

Este viernes en el teatro de Plataforma Lavardén, Alucinaria presentará “Días de Fuerza”, su segundo álbum, en donde se autoinflinge un estado de crisis como parte de un experimento creativo.


Esta noche Alucinaria mostrará Días de Fuerza, su segundo material. Se trata de un trabajo que conmueve por la profundidad de su concepto en donde los músicos extienden mensajes sentidos en forma de canciones. La banda rosarina se presentará, a las 21.30, en el teatro de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza). La presentación contará con Dani Pérez en teclados y Tito Barrera en percusiones, en carácter de invitados.

Es un disco que explora pero que, por sobre todas las cosas, busca ser fiel (o real) a las pulsiones de sus propios integrantes: Pablo Comas (voz, guitarra y teclados), Pablo Giulietti (guitarra), Federico Oti (bajo) y Federico Toscano (batería).

Grabado entre 2014 y 2016, el disco representa la búsqueda de nuevos horizontes musicales a cuatro años de La última rotación del sol, el disco debut de la banda. “Este disco surgió de un cambio en la música que estábamos escuchando. Pablo empezó a presentar canciones que se iban de la estética y la forma que tenían los temas en el primer disco”, contó Federico Toscano en un encuentro con El Ciudadano del que participó el resto de sus compañeros.

Días de Fuerza impacta por la profundidad de sus mensajes: se trata de canciones que si bien hablan de temas amplios como el amor, la nada, la libertad, la tristeza y la espera, parecen referir a una crisis de sentido que es generacional. Consultados por las búsquedas sobre las que empezaron a pensar las canciones, Pablo Comas dijo que  el camino fue interno: “El primer disco implicó una actuación, una temática que mirábamos desde afuera como narradores. En Días de Fuerza contamos cosas que nos pasaron”.

Los músicos coincidieron en que llegar a este segundo álbum implicó un largo camino de introspección. “Nuestra situación de clase no nos permitía ver tragedia en ningún lado y sentíamos que no había de qué hablar. Tener tanto amor, cobijo, certezas, tantas garantías, no nos daba esfuerzo. Nosotros admiramos a una generación a la que le pasaban cosas y sentíamos que a nosotros no nos pasaba nada. Hasta que aparecieron los temas”, confió el líder de la banda mientras que, para el guitarrista, la marca generacional que los atraviesa es “la incertidumbre”: “Eso se ve reflejado en ciertas cosas que nos caracterizan”.

A lo largo de estos años la búsqueda de los músicos fue la de liberarse de esa sensación de confort para caminar hacia el lodo del mundo. “Fue un desafío; en lo personal fue un disco muy atractivo y me identificó”, dijo a su tiempo Federico Oti.

“La comodidad que supuestamente te favorece es en verdad una cárcel, un lugar donde uno no se impone nunca. Allí no hay fuerza”, expresó Comas al ser consultado sobre cómo fue el camino para ponerse en crisis y salir de la comodidad. Y, en relación con el título del disco, confió: “Es paradójico porque sale de un lugar de mucha debilidad, de mucha cobardía: no hay heroísmo, no hay épica. Hay mucha cobardía en el origen de lo que estábamos haciendo que era, un poco, como nos sentíamos nosotros.

—¿La música de Alucinaria es una propuesta riesgosa?

—(Pablo Comas) Es un problema el tema del riesgo y la comodidad. No se qué tanto riesgo hay en lo que hicimos pero sí hay crisis. Toda la música que nos gusta tiene que ver con eso. Con las canciones tratamos de interpelarnos. Son cosas que ninguno hubiera dicho en otro momento, porque nos hubiera dado mucha vergüenza hablar de que nos traicionamos a nosotros mismos o cosas por el estilo: eso era lo que estábamos buscando.

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