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Moreno al 2200

Un cadáver en el Parque

Se llamaba Sergio Jesús Militano y tenía 52 años. Dormía en la calle, o en una agencia de autos. Cerca de su cadáver un montón de papeles y documentos ayudaron a El Ciudadano a reconstruir parte de la historia de un hombre sin casa.


Sergio no tenía casa. A veces pasaba la noche en un galpón pero solía deambular por las calles. Tomaba mucho, estaba medicado y con su familia no tenía contacto frecuente.

Ayer por la mañana lo encontraron muerto en el Parque de la Independencia, enfrente de un laguito, a la altura de Moreno al 2200. La principal hipótesis que manejaban los investigadores es que se trató de un homicidio en ocasión de robo. Pero los amigos de la víctima aseguraron a El Ciudadano que el muchacho no llevaba consigo pertenencias de valor. Junto al lugar donde encontraron el cadáver, ayer por la mañana había varios paquetes de profilácticos. El Ministerio Público de la Acusación, al cierre de esta edición, no tenía testigos ni sospechosos.

Ayer por la madrugada, un grupo de personas que caminaba por el parque Independencia observó el cuerpo de Sergio y dio aviso a uniformados de la Policía Federal que pasaban por la zona. Ellos llamaron al 911 y alrededor de las 4 se montó el operativo para peritar la escena del crimen. Estaba justo debajo de una galería de cemento, junto a un laguito que hay a la altura de Moreno al 2200, casi en el inicio de Dante Alighieri.

Según el parte médico oficial, tenía varias heridas cortantes en el brazo, el tórax y la cara, junto con un importante golpe en la cabeza. Llevaba entre 3 y 4 horas muerto. De acuerdo con el documento que encontraron los investigadores entre sus pertenencias, se llamaba Sergio Jesús Militano y tenía 52 años. Fuentes de la pesquisa señalaron que, por la zona y el horario en que ocurrió el homicidio de Sergio, les fue imposible dar con alguna persona que aporte datos concretos sobre lo que le ocurrió.

En el lugar en el que hallaron el cuerpo, ayer por la mañana todavía permanecían tirados muchos de los documentos que llevaba consigo la víctima, lo que permitió a El Ciudadano dar con algunos detalles sobre su vida.

Un perfil mediante los papeles

Militano tenía muchas tarjetas de una casa de compra venta de autos nuevos y usados, que funciona en Italia al 2200. Allí, los dueños del comercio contaron que Sergio solía pasar tiempo con ellos. “Apareció hace como 5 años. Hacía mandados o tiraba una mano con lo que necesitábamos. Por ahí se quedaba a comer o a dormir”, señaló un hombre que lo conoció.

Sergio les contó que era ex combatiente de Malvinas; que en Rosario tenía un hermano y un sobrino a quienes no solía ver, y una hermana que vivía en Australia. Entre los papeles repartidos en el lugar del asesinato había un recibo de Western Union del 29 de diciembre de 2014 a nombre de Militano. Una mujer de Rooty Hill, Australia, le había enviado 1.354 pesos. “No le daban bola. La hermana le tiró unos mangos para que zafe, hace como un año, pero después no tuvo más contacto. Por lo que sé, hoy a la mañana anduvo el sobrino por acá, preguntando algunas cosas. Pero es la primera vez que se acerca”, aseguró un vecino de Italia al 2200.

De acuerdo con los hombres que lo conocieron, Sergio solía andar muy desarreglado y tenía problemas con la bebida. A su vez, estaba medicado por un problema de depresión.

Este dato también pudo ser corroborado: entre las cosas que quedaron tiradas en el parque había una receta de clonazepam a su nombre, del hospital Provincial. “Chupaba mucho y andaba empepado. Era un combo bastante complicado”, señaló un hombre que trabaja en la compra venta.

De acuerdo con sus amigos, Sergio solía andar desarreglado y se bañaba poco. Por eso les llamó la atención que entre sus pertenencias hayan encontrado casi una decena de profilácticos.

Ayer por la mañana, entre las cosas de Militano que quedaban en el parque había pedazos de un envase de Quilmes Stout. Según fuentes del caso, con esa botella le pegaron en la cabeza para luego apuñalarlo.

Al parecer, la víctima tenía colgado un collar con cuentas plásticas amarillas que el asesino le arrancó, porque entre el charco de sangre de Sergio había muchas pelotitas, algunas de ellas todavía enhebradas en una tanza transparente.

El homicidio de Sergio Jesús Militano es investigado por el fiscal de Homicidios Dolosos Pablo Pinto.

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