Ciudad

Un barrio que no quiere temblar los días de lluvia

Empalme Graneros celebró el compromiso oficial de realizar tareas para olvidarse de las inundaciones.

Una gran cantidad de vecinos de todas las edades se reunieron ayer por la mañana en la vecinal Empalme Graneros, ubicada en Juan José Paso al 2.400, para ser testigos de un momento largamente esperado: el compromiso político que asumieron la provincia y el municipio de realizar las obras de prevención necesarias que aleje de una vez y para siempre la pesadilla de la inundación, que los habitantes del barrio padecieron como nadie en la década del 80 por el desborde del arroyo Ludueña.

Del anuncio participaron el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner; el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Horacio Bonfatti, y su par de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio. También estuvieron el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, y el senador provincial Juan Carlos Zabalza, entre otros integrantes de los gabinetes provincial y municipal.

La historia de Empalme Graneros fue siempre asediada por un fantasma: la inundación como consecuencia de la crecida del Ludueña. Así lo resumió un video que mostró los 10 años de asamblea permanente de la agrupación Nunca Más Inundaciones (Numain), conformada por vecinos de la zona noroeste, y las más de 100 movilizaciones que realizaron desde aquel fatídico 26 de abril de 1986, cuando el repentino aumento del caudal del arroyo anegó las calles del barrio y el agua se metió en las casas.

“Orejas con cera”. Así definió Osvaldo Ortolani, referente de Numain, la sensación que provocaba el mutismo de las autoridades ante cada reclamo de solución. No tenían respuestas.

“La solidaridad es algo que se practica con mayor intensidad cuando hay una desgracia colectiva y que luego, una vez que pasa, la solidaridad disminuye y muchas veces se nos olvida. Es cierto en muchos casos, pero éste no: Empalme ha generado siempre la idea de superación y de unidad. Todas estas actividades que se han realizado a través de los años son el producto de la lucha de los vecinos”, explicó en su discurso el gobernador Binner al destacar también al barrio como ejemplo para la ciudad y la provincia.

El titular de la Casa Gris contó cómo vivió aquellos días de abril de 1986, cuando se desempeñaba como subdirector del hospital Centenario. “Era desgarrador. Ése fue un momento de una gran solidaridad, participación y transparencia. Fue un antes y un después. Todo esto se está viviendo como continuidad de esta lucha. No puede instalarse un gobierno que no escuche a Empalme”, enfatizó Binner al renovar su felicitación por el logro colectivo.

En 1995, la obra del aliviador 2 y la represa calmaron las preocupaciones de los vecinos que a fines de marzo de 2007 pudieron vivir días lluviosos sin el temor al desborde. “Sabemos que esta parte del sur de la provincia tenía una enfermedad, la posibilidad de inundaciones. Creemos que a partir del Comité de Cuenca Popular del sur de la provincia de Santa Fe, instancia que se alzó de las peleas –vecinos de Empalme contra vecinos de Nuevo Alberdi, Funes y así sucesivamente a causa de los encauces de agua– para generar una solución común, para todos. Entre las distintas ideologías se sentaron a construir el nunca más inundaciones”, recordó por su parte Ortolani, quien agregó: “Tenemos un sueño muy chiquito: que cada vez que llueva lo podamos disfrutar y no sufrirlo para ver si nos inundamos”.

Desde entonces la urbanización de los terrenos en el noroeste de la ciudad ha crecido. Esto generó una nueva preocupación para los vecinos de Empalme. “Hace tres años tenemos una nueva problemática: las canalizaciones del Ibarlucea, que están muy bien hechas, para sacarle el agua a todos los barrios que se están haciendo”, indicó a El Ciudadano Ortolani. Y siguió: “Con la cantidad de canalización y la impermeabilización del suelo por los lotes, ese nivel de seguridad alcanzado en 1995 irá bajando”. De acuerdo con el integrante de Numain, para recuperar ese nivel de seguridad del 95 hay que realizar las dos obras que ayer la provincia se comprometió a efectuar. “No podemos mirar para otro lado. No queremos terminar como el Bragado de Pilar. La urbanización en Pilar inundó Bragado”, sintetizó.

La obra y los plazos

“Hoy el Estado toma una responsabilidad política muy importante. Primero y principal, asume el gran problema que se avecina. Y no sólo que asume el problema que se avecina sino que una de las obras que se debe hacer, ya la anuncia. Además, la obra fundamental, el aliviador 3, no es sólo para salvar a Empalme Graneros sino para todo el sur de la provincia”, opinó Ortolani.

Actualmente, el gobierno de la provincia realiza en diferentes tramos de la cuenca del arroyo Ludueña obras por una inversión cercana a los 60 millones de pesos. El objetivo es mejorar el escurrimiento de las aguas, recuperar los niveles de protección y evitar anegamientos a lo largo y ancho de todo el sistema. En segunda instancia se planea construir el tercer aliviador, que alcanzará un total de 174 metros cuadrados –el doble de lo existente–, que con los anteriores sistemas llegará a un total de 514 metros cuadrados para evitar la crecida del arroyo Ludueña. “En abril estaría terminado el proyecto. Será una nueva pelea”, disparó Otrolani. Y, feliz, concluyó: “Y bueno: Empalme tenía razón, así que estamos contentos”.

A cuidar las obras

La obra a realizarse en el primer trimestre de 2011 contará además con medidas no estructurales. “Hemos encontrado con los vecinos de Empalme y Nuevo Alberdi formas de aproximación y diálogo para llegar a una solución que, creemos, ahora va a ser definitiva en la medida en que todos nos pongamos a trabajar en la concreción de las obras y la seguridad que se le debe dar”, confió el ministro Ciancio.

Según el titular de la cartera de Aguas y Servicios Públicos, las medidas consisten en “estar alerta en los territorios de la cuenca”.

“Se deben establecer las normativas para cuidarlo y crear las comités de cuenca respectivas, es decir, un cuerpo de ideas entre autoridades y productores para combatir las modificaciones de la misma a razón del avance agrícola, las edificaciones y la canalización indiscriminada”, señaló Ciancio ante los vecinos.

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