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Última jornada de alegatos

La fiscal Mabel Colalongo recordó que se está juzgando un pequeño número de casos, por los cuales “se debe pedir justicia”, aunque también aclaró que “hay muchísimos ausentes que deberían estar acusados".

La fiscal subrogante Mabel Colalongo fue la encargada de alegar durante toda la jornada de ayer en el marco del juicio oral y público a los represores Omar Guerrieri, Jorge Fariña, Juan Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo por las causas Quinta de Funes y Fábrica de Armas. Con lujo de detalles, la representante del Ministerio Público recordó a los integrantes del Tribunal Federal 1 los hechos por los cuales los imputados están siendo juzgados, y resaltó parte de los testimonios que desde hace seis meses se escucharon en la sala de audiencias del juzgado. “Está clarísimo, por la coincidencia de los testigos que declararon, por los relatos sobre las condiciones en que se los privó de su libertad, que fueron víctimas de hechos en el marco del plan criminal”, sostuvo Colalongo.

“Este juicio registra un pequeño numero de casos, porque se constituyó con elevaciones parciales y por eso muchísimos casos por los que deberían responder estos acusados no lo son y hay muchísimos ausentes que deberían estar acusados”, dijo.

Primero hizo consideraciones generales sobre la escuela francesa, para demostrar que lo ocurrido durante la última dictadura no fue un hecho improvisado por las Fuerzas Armadas sino un plan sustentado en la experiencia de Francia en la guerra de Indochina. Habló también de la Escuela de las Américas, establecida en Panamá entre 1946 y 1984, considerada como la base más grande para la desestabilización de América latina, mencionada en diarios del mundo como “La Escuela de Asesinos”.

En varias oportunidades mencionó el plan Cóndor, llevado a cabo por las dictaduras en Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia, con colaboración de la CIA estadounidense.

“Se aplicó la doctrina de guerra moderna contrarrevolucionaria, contrainsurgente, que en Argentina se llamó antisubversiva. El oponente era todo lo que alterase el orden vigente. Toda la población era sospechosa. El enemigo era interno”, dijo la fiscal Colalongo.

Para llevar a cabo su tarea, los represores apelaron –entre otras cosas– a acciones de tipo psicológico, entre las cuales la fiscal mencionó “quebrar moralmente al enemigo, como en la Quinta de Funes”.

“Y en estos días vimos un buen ejemplo en el juicio, con las declaraciones que Amelong hizo el 15, 16 y el 17 de este mes. Aplicó una acción psicológica, actuando sin que tuviese que ver con el derecho de defensa, cuando hizo juicios de valor sobre las víctimas, en un acto de revictimización. Acá las víctimas fueron quienes estaban entre el público, que con lágrimas en los ojos abandonaron la sala. Lo vimos a Amelong provocador desde el primer día, cuando vino con su vincha de «legalidad»”, sostuvo.

Colalongo nombró a las víctimas, tanto quienes continúan desaparecidas como las sobrevivientes, por las cuales los cinco represores están siendo juzgados. También mencionó a muchos de los testigos que se sentaron frente a los integrantes del Tribunal Federal 1, Otmar Paulucci, Beatriz Caballero de Barabani y Jorge Venegas Echagüe para contar, revelar y recordar hechos vividos desde hace más de 30 años.

En un momento, recordó una frase del fiscal Julio Strassera en el alegato de la causa 13 (Juicio a las Juntas), al decir: “Escuchar estos hechos ha significado el descenso a zonas tenebrosas del alma humana donde el horror, la frialdad, son difíciles de imaginar antes y de comprender después. Nadie, absolutamente nadie se merece que le ocurran hechos como los que estamos escuchando. Por eso todos hemos pedido un juicio justo para estos señores, el juicio que no tuvieron sus victimas”, dijo la fiscal.

“Yo represento a todas la víctimas, por eso debo referirme a todas ellas”, sostuvo cerca de las 21.30 de ayer, cuando el juez Venegas Echagüe –luego de casi 10 horas de argumentación– anunció el pase a un cuarto intermedio hasta el martes a las 15, cuando la fiscal retomará su alegato.

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