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Explosiones

Atentado dejó 95 muertos en Turquía

Dos detonaciones suicidas en una marcha por la paz en Ankara.


Al menos 95 personas murieron y 246 resultaron heridas ayer en Turquía, producto de un doble atentado, el peor en la historia de ese país. El ataque tuvo lugar fuera de la estación central de Ankara, contra una manifestación de la izquierda prokurda que pedía por la paz.

El hecho fue calificado por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan como un “ataque terrorista”.

Debido el elevado número de heridos graves –48 en total– era probable que el balance final del atentado sea peor todavía. Todo indica que dos suicidas detonaron sendas bombas en medio de la muchedumbre, que se había reunido cerca de la estación central de trenes de la capital turca. El primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, consideró ayer que “hay muy nítidas indicaciones” en ese sentido, aunque no quiso atribuir la responsabilidad del suceso a una organización.

El hecho tuvo lugar cuando miles de personas se estaban congregando frente a la estación de trenes de Ankara, el lugar habitual para iniciar manifestaciones en esta ciudad.

En medio de cánticos, bailes y bromas en una soleada mañana, dos potentes explosiones sucesivas desataron el pánico entre los congregados, incluidos numerosos periodistas.

Las detonaciones fueron tan fuertes que hicieron estallar las gruesas ventanas del edificio ferroviario y, en segundos, cientos de personas, quedaron salpicadas por una lluvia de restos de cuerpos humanos.

De las dos bombas, una fue detonada en medio de un grupo de ciudadanos sin identificación política, y la otra, cercana a un punto donde ondeaban banderas y pancartas del HDP, el partido de la izquierda kurda, y de varias agrupaciones marxistas.

Hasta ayer, nadie reivindicaba la autoría del atentado, el más sangriento en la historia del país eurasiático.

Por su parte, el presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, condenó el atentado, como un “abominable ataque contra la unidad y convivencia”, pero agregó que “no se distingue en nada de los actos de terror contra ciudadanos inocentes, funcionarios, policías y soldados”, en referencia a las acciones del ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda.

De igual manera, Davutoglu habló de un “ataque contra toda la nación” y proclamó tres días de luto oficial, dedicados tanto a las víctimas de ayer como a los uniformados fallecidos en ataques del PKK.

En cambio, el copresidente del partido de la izquierda prokurda HDP, Selahattin Demirtas, acusó directamente al gobierno de estar detrás del atentado. “Esto no es un ataque contra el Estado, contra la nación, sino del Estado contra el pueblo”, aseguró el líder kurdo.

Pocas horas después del doble atentado, unas 10 mil personas salieron a la calle en Estambul para manifestar su repudio y señalaron al presidente Erdogan como responsable con pancartas y cánticos. Asimismo instaron al proscrito PKK a que actúe como venganza contra el poder central turco.

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