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la joven apareció asesinada a la vera de la ruta provincial 341

Tucumán: extrajeron sangre al hijo del ex gobernador Alperovich en la causa por el crimen de Paulina Lebbos

Se trata de Pablo Daniel Alperovich, quien se presentó en el Laboratorio de Genética Forense de la ciudad de Tucumán, donde se elaborará su patrón genético a pedido de la familia de Lebbos, ante sus sospechas de que podría tener vinculación con el hecho.


Uno de los hijos del ex gobernador de Tucumán y actual senador, José Alperovich, se sometió este miércoles por orden judicial a una extracción de sangre para determinar su ADN y poder ser comparado con otros patrones genéticos incorporados en la causa en la que se investiga el crimen de Paulina Lebbos, ocurrido en el 2006, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Pablo Daniel Alperovich, quien se presentó en el Laboratorio de Genética Forense de la ciudad de Tucumán, donde se elaborará su patrón genético a pedido de la familia de Lebbos, ante sus sospechas de que podría tener vinculación con el hecho.

Gabriel Alperovich, el otro hijo del senador, también pasó por esta situación tiempo atrás, pero finalmente fue desvinculado de la causa, recordaron las fuentes.

“Estamos dando la cara y vamos a estar presentes en lo que haga falta”, declaró ante los medios Pablo Daniel Alperovich, quien agregó que también va a declarar en el marco de la investigación.

“Creo que me van a preguntar sobre lo que pasó el 26 de febrero de 2006 (cuando desapareció Lebbos), pero no lo recuerdo porque tenía 17 años, aún así me voy a presentar”, explicó, quien negó que un viaje realizado meses después del crimen de Paulina haya sido para alejarse de la ciudad.

“Dijeron que me mandaron para protegerme de la acusación (por la muerte de la joven), pero nada que ver, había viajado por un campeonato de Taekwondo”, agregó.

Por su parte, su abogado Fabián Naha, sostuvo que el hijo del Alperovich se presentó “como corresponde” a someterse a la extracción de sangre, porque está “al servicio de la justicia”.

El fiscal Carlos Sale aseguró que “las muestras tomadas forman parte de la estrategia del Ministerio Público Fiscal para el tratamiento en el juicio oral y público que empezará el próximo 6 de febrero”, y confirmó que también se realizarán pruebas de ADN a las hermanas de Lebbos: Marisa Juliana y María Sofía.

“Se trata de un estudio especial denominado mitocondrial, respecto de la línea materna”, aclaró el fiscal.

En tanto, durante la jornada de este miércoles también se realizó una prueba caligráfica a Beatriz Rojkés de Alperovich, la esposa del ex gobernador tucumano y actual presidenta del Partido Justicialista de Tucumán, quien se presentó en la Cámara de la III Nominación, para un reconocimiento de firma.

“Estamos viviendo una situación absolutamente loca”, sostuvo Rojkés, quien agregó que tanto ella como el resto de su familia va a estar “absolutamente siempre” a disposición de la justicia.

“Somos respetuosos de ella y vamos a seguir aceptando cada uno de las situaciones que nos impongan”, agregó.

La causa por el crimen de Paulina Lebbos llegará a juicio oral el próximo 6 de febrero y estará a cargo de la Sala III de la Cámara Penal de Tucumán.

Entre los acusados figuran cuatro ex funcionarios del gobierno de Alperovich: el ex jefe de Policía, Hugo Raúl Sánchez; Nicolás Barrera, ex subjefe de la Policía; el ex subjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén Brito; y Eduardo Di Lella, ex secretario de Seguridad.

A ellos se suman el ex policía Hugo Waldino Rodríguez y Roberto Luis Gómez, único imputado que cumplió el plazo completo de la prisión preventiva antes de ser liberado por la Corte Suprema a fines de 2016.

El juicio, que estará a cargo de los camaristas Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Rafael Macoritto, se extenderá posiblemente durante todo 2018 y están citados a declarar más de 200 testigos, entre ellos el ex gobernador Alperovich.

El hecho ocurrió el 26 de febrero de 2006, cuando Paulina salió de un boliche de la zona conocida como el ex Abasto, al que había ido a bailar con su amiga, Virginia Mercado.

Según determinaron los pesquisas, alrededor de las 6.30 de la madrugada de ese día ambas se subieron a un remís color bordó, Virginia descendió primero en su domicilio de La Rioja al 400, y Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio César Soto, pero nunca llegó a destino.

La joven apareció 13 días después asesinada al costado de la ruta provincial 341, en Tapia, a unos 30 kilómetros de la capital provincial.